Junto a Rembrandt y Frans Hals, Vermeer se encuentra entre los muchos pintores Holandeses de la Edad de Oro, y encabezan la vanguardia de esta época de gloria en la historia del arte universal.
Muy poco conocemos con certeza sobre la corta vida Johannes Vermeer, genial pintor que vivió entre sus coetáneos sin alcanzar gran renombre y desapareció de la historia tras su muerte, permaneciendo en el anonimato hasta finales del siglo XIX.
Existen múltiples razones para este prolongado silencio: Vermeer produjo un pequeño número de cuadros, tal vez unos cuarenta y cinco (de los cuales treinta y seis se conservan), principalmente para un pequeño círculo de clientes en Delft. De hecho, la mitad de la producción de Vermeer fue adquirida por un solo comprador, el coleccionista local Pieter van Ruijven.
Mientras la mayoría de los pintores holandeses produjeron cientos de cuadros para un mercado muy amplio encabezado por la pujante burguesía, Vermeer fue conocido en vida solo por un limitado grupo de traficantes de arte de Delft y la vecina ciudad de la corte de La Haya, y solo un limitado grupo de sus pinturas fue vendida a individuos un poco más allá (Amberes y Ámsterdam).

A su imagen como figura aislada se suma el hecho de que Vermeer evidentemente no tuvo alumnos, aunque recientes investigaciones señalan que fue un miembro respetado del gremio de pintores en Delft, e intercambió ideas pictóricas con pintores activos en esa ciudad, especialmente Pieter de Hooch y Frans van Mieris en la vecina Leiden, en la década de 1650.
El padre de Vermeer se formó como tejedor de material fino, pero alrededor de 1630 se había convertido en posadero y comerciante de arte. Este último negocio puede haber ayudado a Vermeer a desarrollar su notable capacidad para asimilar las convenciones formales de los grandes maestros. Por otro lado, las deudas y muerte en 1652 explican por qué Vermeer fue autodidacta y no estudió en el taller de los reconocidos maestros de la época.
En 1653, Vermeer se casó con la hija de una rica divorciada católica. El pintor se convirtió a su religión y se mudó a su casa en el corazón de Delft. Durante la mayor parte de su corta carrera (murió a los cuarenta y tres años, dejando a su esposa con once hijos), las pinturas de Vermeer obtuvieron precios aceptables y pudo mantener a su numerosa familia, pero la elevada competencia y el nutrido mercado de obras de arte hizo que en sus últimos años viviera en la miseria.
Vermeer murió endeudado en 1675, y posteriormente fue olvidado.
A partir de mediados del siglo XIX, la pintura de Vermeer tuvo una amplia recepción. El publicista y político francés Théophile Thoré conoció la pintura neerlandesa del siglo XVII durante sus viajes por los Países Bajos y Bélgica, entre la que se encontraba la de Vermeer. Thoré reconoció que el realismo en la representación de la vida diaria se correspondía bien con la estética de su tiempo. Ayudó a la consagración de Vermeer con tres artículos periodísticos muy positivos. En los textos, William Bürger, seudónimo de Théophile Thoré-Bürger, catalogaba las obras de Vermeer y caracterizaba su pintura. Con la investigación realizada por Thoré y su ulterior publicación, Vermeer entró por primera vez y de forma contundente en la literatura del Arte.
No fue hasta 1935 que el museo de Rotterdam le dedicó su primera exposición individual.
En la actualidad, Vermeer es uno de los pintores neerlandeses más famosos. Así, en 1995 y 1996, 460.000 personas visitaron durante 14 semanas la exposición Johannes Vermeer en La Haya, en la que se exponían 22 de sus obras. Más extraordinario fue que las entradas se agotaran en la venta anticipada. En Washington D.C. la exposición fue visitada por 327.551 personas.
En plena actualidad, la “Exposición Vermeer 2023” que permanecerá abierta en el Rijksmuseum de Ámsterdam hasta el próximo mes de julio, ya tiene vendida todas las entradas a pesar de haber extendido sus horarios y días de apertura.
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Muy interesante leer sobre la vida de este famoso y que tú nos aportas algún lindo e interesante,gracias por tu dedicación
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Es uno de mis pintores preferidos, sus obras son sencillas, realistas y discretas y llegan a todos. Es un gusto saludarte como cada mañana. Bendiciones.
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It happens that fame comes very late for artists or writers, when they are already dead. Vermeer’s paintings have great value today. He could have used it during his lifetime – but he died endebted.
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Reality is like that, dear Olivia. Vermeer, Rembrandt and Hals, great of the great, died in ruins. It’s really sad. Good day
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Estupendo Vermeer, mi cuadro preferido es la tasadora de perlas. Saludos.
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Vermeer es sencillamente un genio, supo hacer de las escenas cotidianas, icónicas imágenes del arte universal. Uncordial abrazo.
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Aprovecho para agradecer públicamente tu labor de divulgación, erudita y amena, a la vez y te animo a continuar tan meritorio trabajo. Abrazos fraternales.
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Querido hermano y amigo, te recuerdo la frase de nuestro Apóstol José Martí: “Ser cultos para ser libre”.
Yo creo firmemente en ello, otras frases, sencillamente NO las asimilo.
Un cordial abrazo.
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Muy nteresante, gracias por compartir, Volfredo.
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Es un gusto Elvira, es un gusto recibirte en lo Real Maravilloso, feliz noche.
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Muchas gracias Volfredo por tus gentiles palabras. Feliz noche también.
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Gracias Elvira por tus comentarios y participaciones. Es un gusto desearte un feliz día y hacerte llegar un cálido saludo desde Cuba.
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