Prólogo

Con la maestría que le caracteriza y sin proponérselo, ya Graziella Pogolotti prologó para nosotros la intención y alcance de esta página, su síntesis magistral nos define y la tomo tal cual.
«Esa capacidad de “saber ver” y de “poder sentir”, de “padecer” una irremediable fiebre de curiosidad, de lograr impresionarse, de hallar motivos de asombro en escenas vulgares o cotidianas, en apariencia efímeras e intrascendentes, acompañará (…) la sensibilidad del impenitente observador (…) y desembocará, más adelante, en su teoría de lo real maravilloso».

Graziella Pogolotti y Mario Cremata, en el prólogo de Crónicas Habaneras, de Alejo Carpentier