La historia de “Los tres músicos”, en la Historia del Arte, comenzó en la primera mitad del siglo XVII, concretamente en 1618, cuando en pintor barroco Diego Velázquez inició la temática que de inmediato fue retomado por contemporáneos y discípulos, hasta hacerse recurrente en los siglos venideros y llegar enriquecida a nuestros días.
“Tres músicos o Los músicos” es una pintura al óleo de Diego Velázquez, presumiblemente una de las primeras obras conservadas del pintor sevillano. En el siglo XIX, la pintura se encontraba en Irlanda, en la colección La Touche, de donde pasó a Londres y ya en 1906 al Kaiser Friedrich Museum de Berlín, encontrándose actualmente en Gemäldegalerie de esa misma ciudad. Se conocen cuatro copias antiguas, menos acabadas, de esta composición, una de ellas en una colección privada de Barcelona.
Gemäldegalerie es una pinacoteca que forma parte del conjunto de Museos Estatales de Berlín, famosa por su destacada colección de arte europeo. Posee obras representativas de los grandes maestros de la pintura europea Tiziano, Caravaggio, Pedro Pablo Rubens, Rembrandt, y Johannes Vermeer.
Los “Tres músicos” de Velázquez se inscribe en el género que Francisco Pacheco denominó de «figuras ridículas, con sujetos varios y feos para provocar a risa». Dos hombres con instrumentos musicales cantan en tanto, el tercero, el más joven de ellos, con la vihuela bajo el brazo y un vaso de vino en la mano, llama la atención del espectador con su sonrisa burlesca haciendo ver que es el vino el que inspira a los músicos. A su espalda, un mono con una pera en la mano, subraya el carácter grotesco de la escena. El propio nombre de bodegón dado por Pacheco a este tipo de pinturas de género se asocia con la denominación de las tabernas o mesones sevillanos. La luz intensa y dirigida, proyectada desde la izquierda, provoca efectos distintivos de claroscuro reconocidos desde entonces en Velázquez; influencia obvia de Caravaggio. Tampoco se hacen evidentes las intenciones morales de la temática que recién surgía, al entender de Pacheco, quien aludía a este género de pinturas como “puros objetos de entretenimiento, únicamente destinados a provocar la risa”.
En la actualidad, el término bodegón, ha perdido el significado original otorgado por Pacheco y pasa a ser reconocido como naturaleza muerta, obra de arte que representa animales, flores y otros objetos, que pueden ser naturales (frutas, comida, plantas, rocas o conchas) o hechos por el hombre (utensilios de cocina, de mesa o de casa, antigüedades, libros, joyas, monedas, pipas, etc.) en un espacio determinado
En 1623, siguiendo de cerca el original de los Tres músicos de Velázquez, el holandés Dirck Van Baburen ejecuta su propia versión del tema: “El Concierto”.
En 1611, Dirck Van Baburen viajó de Utrecht a Italia. Pasó la mayor parte de su estancia en Roma, donde, como muchos artistas visitantes, se sintió atraído por la obra radicalmente innovadora de Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610). Baburen se sintió atraído por la iluminación dramática de Caravaggio y la preferencia de modelos reales en su propia obra, y de regreso a la patria, en 1620, se convirtió en una figura influyente del pequeño círculo de pintores carvaggistas en Utrecht.
En “El concierto”, Baburen presenta a un grupo heterogéneo. Sus trajes e instrumentos van desde lo histórico hasta lo contemporáneo, y el gesto de la mujer de coronar al músico que toca el laúd con una corona de flores, puede indicar que se trata de una compañía de actuación a la que se une un elegante caballero. La luz que entra a raudales en la escena desde la izquierda; brilla en sus mangas de seda y en la madera pulida de su violín, resaltando también los rostros enrojecidos de los otros músicos.
En 2010, la pintura fue adquirida por el Detroit Institute of Arts (Detroit, Michigan, EE.UU.), donde es custodiada en la actualidad.
Dirck van Baburen (1595-1624), fue un pintor barroco holandés, uno de los líderes de la Escuela caravaggista de Utrecht. La carrera de Dirck van Baburen fue corta, y sólo unas pocas de sus pinturas son conocidas hoy en día. Fue uno de los primeros artistas en popularizar géneros con temas populares y costumbres como músicos y jugadores de cartas.
De la obra de Dirck van Baburen, han llegado a nuestros días:
– “Compañía de músicos”, óleo sobre lienzo, atribuido a Dirck van Baburen, 49 x 65 cm; entre 1610 y 1624, Galería Sotheby’s, Nueva York.
– “Joven tocando un pequeño silbato”, pintura sobre lienzo, firmado, 65 x 52,5 cm; con fecha de 1621, Museo Central, Utrecht.
– “Cantante acompañado con el laúd”, óleo sobre lienzo, firmado, 71,2 x 59 cm; con fecha de 1622, Museo Central, Utrecht.
– “Pareja tocando música y alcahueta”, una copia de la anterior pintura sobre tela, posterior a Bavuren, 100 x 90 cm; Rijksmuseum, Ámsterdam.
– “El flautista”, óleo sobre lienzo, firmado, 71 x 54,5 cm; alrededor de 1624, Nagel Auktionen, Stuttgart.
– “Retrato de un cantante”, Museo de Bellas Artes de Nantes.
La recurrencia de personajes reales interpretando diferentes instrumentos musicales hacen de van Baburen el pintor que más cultivó la recién iniciada temática en el siglo XVII
“Tres músicos ambulantes”, Jacques Jordaens.
Tres músicos aparecen representados de busto. El primero toca una flauta, mientras los otros dos cantan al compás de una partitura que uno de ellos sostiene en sus manos.
La ejecución abocetada y el vigor del trazo ponen de relieve su carácter de estudio preliminar. Sin embargo, al no conocerse ninguna obra de Jordaens que empleara figuras similares, se dudó durante mucho tiempo de su autoría.
Jacques Jordaens, (Amberes, 1593 – Amberes,1678), fue un autor de vida considerablemente dilatada y extensa producción, es el tercero de los grandes maestros del ámbito pictórico flamenco del siglo XVII. En vida, nunca abandonó su patria y prefirió la vida cómoda y tranquila de los lugares y ambientes de su tierra.
Colaboró con Rubens, y fue influido por este, aunque mantuvo su propia personalidad dotada de una peculiar independencia. La pintura de Jordaens se inclina por el popular cotidiano, y aunque pintó algunos temas de carácter alegórico y mitológico, su falta de conexión con el mundo clásico es tan notable como evidente. A la muerte de Rubens en 1640 concluyó los encargos que este tenía pendientes, en un estilo que no se aleja mucho del tradicional del genial autor.
Vigoroso en la expresión y amante de la realidad tangible, Jordaens se revela como el más próximo a su entorno vital, continuando la larga serie de artistas flamencos integrados en el mundo inmediato y visible, lejos de las nostálgicas anécdotas heroicas, triunfales escenas clásicas y formidables apoteosis religiosas de Rubens y su círculo.
Uno de los cuadros más originales de Jordaens es «Tres músicos ambulantes», que, aunque parece un boceto, posee tal seguridad en la ejecución y un concepto tan naturalista de la expresión que llama la atención por su asombrosa modernidad. La obra está documentada como una de las adquiridas por Carlos IV siendo príncipe de Asturias y en la actualidad permanece custodiada por el Museo del Prado.
Diego Velázquez, Dirck Van Baburen, y Jacques Jordaens: Tres grandes maestros de la pintura europea iniciaron la pintura de lo cotidiano y las costumbres en total detrimento de los temas mitológicos y clásicos distantes del observador común. Ellos plasmaron en sus obras temas triviales, como músicos interpretando sus instrumentos musicales en escenas no desprovistas de comicidad. Ellos fueron los iniciadores de la temática costumbrista durante la primera mitad del siglo XVII; mucho debe la Historia del Arte a la excelente innovación de su obra.
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Muy interesante. Un post muy trabajado . Gracias.
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Me gusta ser riguroso cuando escribo en honor a la verdad. Lindo día.
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Velazquez el pintor más conocido de los tres porque lo estudie en la secundaria. Los entretelones de esta pintura, desconocida para mí, ahonda la admiración que tengo de sus obras. Un disfrute leerte amigo. Buen fin de semana.
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El placer es mío estimado amigo, al conocer que lees y valoras mis pequeñas críticas sobre el arte. Cordial abrazo.
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Qué lindo el post explicando a los diferentes maestros pintores que han hecho obras comunes de la cotidianidad. Para mí, especialmente reseñable el maestro Diego Velázquez, que cuando hizo esa pintura estaba aún aprendiendo, pero ya se veía su buen hacer.
Un abrazo, querido Volfredo.
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Los genios nacen y el talento se cultiva y si la providencia lo permite, y a un afortunado nacido genio le das la escuela y magníficas oportunidades que tuvo Velázquez para desarrollar su pintura, con la Corona Española como mecenas, entonces el arte toca el infinito, como sucedió en este particular. Un fuerte abrazo y feliz noche.
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