“La encajera”: magnética, serena y mítica.

“La encajera”, es una de las pinturas más conocidas del pintor holandés Johannes Vermeer realizada en óleo sobre lienzo, montado sobre madera. Pertenece a la colección permanente del Museo del Louvre de París.

Como casi todo lo relacionado con Vermeer, no se conoce con exactitud su fecha de composición, distintas fuentes señalan 1644, 1664 o 1669. Actualmente se calcula que debió pintarse hacia 1669 y 1670. Es, en cualquier caso, una obra de madurez del autor.

El lienzo se pegó a un panel de roble que mide 23,9 centímetros por 20,5 centímetros, lo que hace de esta obra la más pequeña de las que pintó Vermeer.

“La encajera” 1669 y 1670. Johannes Vermeer. Museo del Louvre de París.

Es una obra típica del autor, un magistral retrato costumbrista (de género), característico de la Edad de Oro holandesa. Retrata a un personaje ordinario en la intimidad de sus tareas cotidianas. Como en “La lechera” (h. 1658, Rijksmuseum, Ámsterdam), es una de esas ojeadas a la aislada intimidad doméstica que tanto fascinaron al autor. Le gustaba observar los objetos cotidianos que lo rodeaban y pintar combinaciones diferentes de ellos. Vermeer muestra a sus figuras, recogidas en un momento íntimo, aisladas en un mundo ajeno al del espectador, envueltas en un resplandor claro y apacible, en silencio. Esto confiere a sus retratos una serenidad apacible única, propia, difícil de describir con palabras.

En este caso, se trata de una joven dedicada al encaje, encorvada sobre su trabajo. Su mirada se concentra en la labor y en el movimiento de las manos, que manipulan hábilmente bobinas, alfileres e hilo. Esta representación del sosiego de la virtud se refuerza en la obra a través del pequeño libro cubierto por tapicería sobre la mesa. Aunque el libro no tiene rasgos que lo identifiquen, casi con seguridad es un libro de oraciones o una pequeña Biblia que establece la actividad de la modelo en el contexto tradicional de moralidad infundido con la religión.

“La encajera” 1669 y 1670 (detalle). Johannes Vermeer.

La ambientación se reduce al mínimo: un cojín con hilos en el primer plano, la encajera en el segundo y un fondo monocolor.

La mujer (hasta hoy desconocida), no lleva ropas de trabajo. Vermeer sugiere la total concentración de la encajera en su trabajo a través de su postura forzada y el amarillo limón de su ropa, un color activo y psicológicamente intenso. Incluso su peinado representa en parte su estado físico y psíquico, pues está firmemente sujeto, pero al mismo tiempo, fluye en sus tirabuzones. Finalmente, los claros toques de luz que iluminan su frente y dedos enfatizan la precisión y claridad de visión que requiere este arte tan exigente del encaje. El cabello y las manos nacen de la luz que, a diferencia de la mayor parte de las obras de Vermeer, entra por la derecha, y no por la izquierda. La ubicación central de la figura, junto al pequeño tamaño del cuadro, refuerzan la sensación de intimidad.

La concentración del modelo y el juego de los colores contra el gris claro del fondo hacen de esta una de las obras maestras de Vermeer. Fue especialmente valorado por los pintores impresionistas, cuyo objeto principal era la luz que nace del color. Así, Renoir consideraba que esta obra maestra era el cuadro más bello del mundo, junto con el Embarque para la isla de Citera, de Watteau. También van Gogh quedó fascinado por el color de esta pintura, y en una carta a Émile Bernard en 1888 destacó la belleza de su «arreglo amarillo limón, azul claro y gris perla».

Este brillante cuadro, lo puedes observar hoy en Exposición Vermeer 2023 en Rijksmuseum de Ámsterdam, Holanda.

Aquí les dejos los links de las publicaciones de Lo Real Maravilloso relacionadas:

#LoRealMaravilloso

#ArtesVisuales

#Historia

https://www.volfredo.com/


13 respuestas a ““La encajera”: magnética, serena y mítica.

    1. Certainly, Vermeer is a brilliant painter and in costumbrist or genre portraits, he thrives.
      I am very pleased that the image in the painting reminds of a Russian woman during her housework, gentle and industrious, loving in the eyes of the observer. I consider Russian women very pretty, their eyes and light skin make them delicate, like roses in spring.
      It is a pleasure to wish you a sweet dream.

      Le gusta a 1 persona

      1. Thank you, dear Volfredo. Now I am awake, it is very early morning in Moscow, the dream is over. A new day will start soon, but it is still dark outside ….
        I believe that women doing their work at home are worth being celebrated in every country. They are essential for the survival of the family. The painter Vermeer knew it and showed this veneration of female homework in his paintings. I am glad he did!
        All the best to you, with friendly greetings from Russia.

        Le gusta a 2 personas

      2. Good morning Olivia, it’s a pleasure to greet you. Today we continue on the blog with the publications about the Dutch Baroque. I did a brief exposition on the life of Vermeer, who died young and very little is known of his life. He practically disappeared from history without a trace and that is how I describe him today.
        Here in Cuba it is early in the morning, I get ready to do my long morning walk every morning. It is hot, even though we are in winter. At noon the sun burns and you will not be able to walk outdoors.
        Thank you for your comments. It is a pleasure to send you a greeting from Cuba.

        Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s