Erik Jennings, más allá del amor.

El Dr. Erik Jennings, neurocirujano brasileño, ha trascendido los confines de la sala de operaciones para convertirse en un ferviente defensor de la salud y la conservación en la región amazónica. Su trabajo no solo destaca por la pericia médica, sino por su compromiso con las comunidades indígenas, especialmente el pueblo Zo’é, y la defensa de la biodiversidad de uno de los ecosistemas más ricos y vulnerables del planeta.

Erik Jennings Simões, neurocirujano, piloto y amigo de los pueblos originarios de la Amazonia.

En esta noble y altruista tarea, Jennings ha contado con el apoyo de Lo Real Maravilloso y nuestra amistad sincera, hermanos en la lucha por la defensa del Planeta y su ecosistema más vulnerable. La Cuenca del Amazonas, masa de agua que cubre una superficie de 6,122 726 km², y abarca varios países de América del Sur: Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Guyana, Surinam y Brasil, este último con la mayor extensión, de cerca de 4 millones de km².

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La Amazonía, con su vasta extensión y geografía desafiante, presenta obstáculos logísticos y culturales significativos para la prestación de servicios de salud. Jennings ha compartido ampliamente sus experiencias en el Hospital Regional do Baixo Amazonas y en un pequeño hospital ubicado dentro del territorio Zo’é. La travesía hacia estas comunidades no solo implica recorrer largas distancias a través de la selva y armonizar la compleja interacción entre la medicina moderna y las tradiciones ancestrales.

Durante la pandemia de COVID-19, el trabajo de Jennings adquirió una relevancia crucial. Documentó momentos conmovedores, como el de Tawy Zo’é, quien cargó a su padre durante horas a través de la selva para recibir la vacuna. Este acto de devoción filial y determinación subraya la urgencia y la importancia de proteger a las comunidades indígenas, que enfrentan un riesgo desproporcionado debido a la falta de infraestructura sanitaria adecuada y la vulnerabilidad ante enfermedades introducidas por los visitantes foráneos, ante las cuales carecen de inmunidad.

Jennings no se limita a la intervención clínica; sus publicaciones han sido instrumentos poderosos para concienciar sobre la situación precaria de la salud indígena. Ha resaltado cómo la interferencia externa, la deforestación y la explotación de recursos no solo amenazan el medio ambiente, sino también la supervivencia misma de estos pueblos, cuyas defensas inmunológicas son frágiles frente a enfermedades foráneas.


Respeto a la cultura y tradiciones.

Uno de los aspectos más admirables del enfoque de Jennings es su respeto inquebrantable hacia las culturas y tradiciones locales. Su práctica médica se adapta a las creencias y costumbres de los Zo’é, asegurando que los tratamientos sean culturalmente sensibles. Este respeto mutuo no solo facilita la aceptación de la atención médica, sino que también fortalece los lazos de confianza entre los profesionales de la salud y las comunidades.

A través de plataformas sociales, Jennings ha extendido su influencia más allá de la selva, educando al público sobre los problemas de salud en el Amazonas y promoviendo la conservación. Su labor ha despertado conciencias y generado apoyo para iniciativas médicas esenciales en la región. En un mundo donde la salud del planeta y la de sus habitantes están intrínsecamente conectadas, la voz de Jennings resuena como un llamado urgente a la acción y la solidaridad.

Los zo’és (también conocidos como zo’es o zoes) son una tribu nativa de Brasil. Todos los Zo’es visten el poturu, una pieza de madera que les atraviesa el labio inferior: «No saben de dónde viene esta tradición. Siempre ha sido así, el poturu les distingue de otras tribus».

El legado de Erik Jennings es un testimonio del poder transformador de la medicina cuando se ejerce con empatía, respeto y una visión holística que reconoce la interdependencia entre la salud humana y la del medio ambiente. En la defensa de la Amazonía y su biodiversidad, su ejemplo nos inspira a proteger no solo los cuerpos, sino también las culturas y los ecosistemas que sostienen la vida en nuestro planeta.

Desde Lo Real Maravilloso, queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento y reconocimiento al Dr. Erik Jennings y a su familia por la ejemplar labor altruista que desempeñan en la Amazonía. Su compromiso incansable con la salud de las comunidades indígenas y la preservación de la biodiversidad ilumina el camino hacia un futuro donde la ciencia y el respeto por las tradiciones ancestrales coexistan en armonía. Su dedicación es una fuente de inspiración que trasciende fronteras, recordándonos la importancia de actuar con empatía y responsabilidad hacia nuestro planeta y sus pueblos originarios.

Recibe un abrazo desde la distancia, querido amigo, unidos en el amor y la defensa de nuestro verde y azul Planeta.

#LoRealMaravilloso

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4 respuestas a “Erik Jennings, más allá del amor.

    1. Jennings es un ejemplo a imitar y seguir, es una figura emblematica en la defensa de los habitantes originarios de la Amazonía, y hay que darle toda la difusión que podamos darle, al menos así podemos apoyarle. Feliz domingo y cordial abrazo amigo.

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