Rubens, el genio que nunca pintó para sí.

Los Países Bajos meridionales, también denominados Países Bajos del Sur o Países Bajos católicos, eran la parte de la actual Holanda controlada en gran medida por España (1556-1714), más tarde Austria (1714-94) y ocupada por Francia (1794-1814). Esta región geográfica en la actualidad se conoce como Bélgica y Luxemburgo.

Peter Paul Rubens, nació en Alemania, el 28 de junio de 1577 y muere en Amberes, actual Bélgica, el 30 de mayo de 1640. Fue un pintor barroco de la escuela flamenca. Su estilo exuberante enfatiza el dinamismo, el color y la sensualidad. Sus principales influencias procedieron del arte de la Antigua Grecia, de la Antigua Roma y de la pintura renacentista, en especial de Leonardo da Vinci, de Miguel Ángel, del que admiraba su representación de la anatomía, y sobre todo de Tiziano, al que siempre consideró su maestro y del que afirmó «con él, la pintura ha encontrado su esencia».

A muy temprana edad, las penurias económicas de la familia le obligaron a abandonar los estudios y entró como paje al servicio de la condesa Margaretha de Ligne-Arenberg, viuda de Philip II de Lalaing, en Audenarde), ciudad en Flandes Oriental.

En 1600 viajó como emisario de la condesa a Italia, y fue allí donde conoció a un aristócrata mantuano que lo recomendó ante el duque de Mantua, Vincenzo Gonzaga, y obtuvo el cargo de pintor de la corte. Es en esta etapa que estudia a cabalidad a los pintores renacentistas italianos, hecho que marcó para siempre el arte de Rubens.

Fue el pintor favorito del rey Felipe IV de España, su principal cliente, que le encargó decenas de obras para decorar sus palacios y adquirió casi por completo la almoneda de los bienes del artista tras su fallecimiento.

Peter Paul Rubens. La Adoración de los Magos-1620. Museo Nacional del Prado.

Rubens, diplomático de carrera fue el pintor de las monarquías europeas católicas. Esto le permitió recorrer Europa y conocer a las personalidades más destacadas de su tiempo. En 1603 visitó España por primera vez, enviado por el duque de Mantua a la corte de Valladolid con el propósito de intercambiar y adquirir obras de arte, algo muy habitual en la época.

Tan pronto llegó a la corte de Felipe IV, se encargó al joven Velázquez que se pusiera a disposición del artista flamenco para agasajarlo y servirlo en todo cuanto necesitara. Este le proporcionó un taller para que trabajara y le mostró las colecciones reales, tanto de Madrid como de los Sitios Reales, facilitándole el acceso a todas aquellas que quisiera copiar.

Pronto se forjó una mutua y estrecha amistad. Rubens se encontraba en la cumbre de su fama y Velázquez era un joven que aún no había desarrollado la inmensa fuerza de su alma artística.

Regresa a Amberes cuando su madre enferma y luego muere (1609). Durante su estancia, fue nombrado pintor de cámara, con un sueldo anual de quinientas libras (una fortuna en la época), de los gobernadores de Flandes, el archiduque Alberto de Austria y la infanta Isabel Clara Eugenia.

En 1621, María de’ Medici, reina madre de Francia, encargó a Rubens dos grandes ciclos alegóricos sobre su vida y la de su difunto esposo, Enrique IV, para decorar las dos alas del primer piso del Palacio del Luxemburgo de París, que ella misma había mandado construir. El ciclo de la reina, compuesto por veintiún lienzos, además de tres retratos de ella y de sus padres, quedó completado a finales de 1624 y fue instalado en el Palacio a principios de 1625.

Durante su última década (1630-1640), Rubens ejecutó importantes obras por encargo, en especial para comitentes extranjeros, como los lienzos que Carlos I de Inglaterra le solicitó para decorar el techo de la Banqueting House del Palacio de Whitehall de Londres.

Peter Paul Rubens. El jardín del amor-1620. Museo Nacional del Prado.

El más importante y sobresaliente trabajo en esta época y en su vida, fueron las pinturas realizadas por encargo de Felipe IV de España para decorar la Torre de la Parada, a las afueras de Madrid, que consistieron en un conjunto de cincuenta y dos cuadros con escenas de la mitología clásica, además de algunas alegorías y de dos pinturas de filósofos de la Antigüedad, “Heráclito, el filósofo que llora” y “Demócrito, el filósofo que ríe”.

Rubens pasó su última década en Amberes y solo pudo dedicarse por cortos periodos de tiempo a explorar vías artísticas personales, mediante pinturas que en muchos casos realizó sin intención de venderlas y conservo consigo hasta su muerte.

Al contrario de los pintores holandeses coetáneos (Rembrandt, Vermeer, Frans Hals), que desarrollaron su obra en los países protestantes del norte, donde la iglesia rechazaba las imágenes en sus sedes y la burguesía dominaba e imponía sus preferencias; Rubens fue protegido y financiado por las monarquías europea y la iglesia católica; y para ellos trabajó por encargo durante toda su vida. Esa es la razón por la cual, las pinturas de Rubens quedaron encasillado en la pintura histórica, consideras como el arte más elevado y sublime, por los monarcas y autoridades eclesiásticas católica de la época.

Peter Paul Rubens. La villa féte-1638.

En 1635 Rubens adquirió un castillo situado en un entorno rural, Het Steen (La Roca en neerlandés), en la localidad de Elewijt. La compra del castillo, en el que pasó desde entonces gran parte de su tiempo, hizo que fuera en la última etapa de su vida cuando con más intensidad se dedicara a pintar paisajes. Obras como “Vista de Het Steen al amanecer” (National Gallery de Londres) o “El regreso de los campesinos del campo” (Galería Palatina del Palacio Pitti, Florencia), muestran el estilo personal que tienen muchos de sus paisajes tardíos.

Rubens murió el 30 de mayo de 1640 en Amberes, a los 62 años de edad, y fue enterrado en la Iglesia de Santiago de la ciudad. En 1642 su viuda hizo colocar sobre la lápida, dentro de un marco de mármol, la obra “La Virgen y el Niño rodeados por santos”, del propio Rubens, que es un retrato familiar donde el pintor habría representado a Hélène en la figura de la Magdalena y a sí mismo en la de San Jorge.


La pintura de historia se caracteriza, en su contenido, por ser una pintura narrativa. La escena representada cuenta un hecho histórico, tanto clásico como contemporáneo; la mitología, o escenas de la religión católica: episodios del Antiguo Testamento, de los Evangelios, así como las vidas de Jesús, la Virgen y de la heroica leyenda dorada de los santos. Igualmente, pueden representarse acontecimientos del pasado cercano, literarios o alegóricos.

La pintura de historia fue desarrollada en el barroco, por geniales pintores al servicio de las grandes monarquías europeas, siendo impresionante la nómina que trabajó para la Monarquía Hispánica: Rubens, Velázquez, Lucas Jordán, Goya… En los siglos XVII y XVIII se vivió el máximo esplendor de los subgéneros de la pintura histórica: religiosa, mitológica y alegórica.

La posición preponderante de la pintura histórica en el arte, comenzó a decaer a partir de las décadas finales del siglo XVII y a lo largo del XVIII, en provecho de otros géneros como el retrato, el bodegón, las escenas de género y el paisaje. Poco a poco se empezó a valorar más la representación de lo que el arte clásico consideraba «comedia»: lo cotidiano, y las historias menores de gente común.

Solo al final de su vida Rubens pudo crear para sí. Pasó su última década en Amberes y sus alrededores. Durante estos años pudo explorar vías artísticas más personales, mediante pinturas que en muchos casos realizó sin intención de venderlas y conservó con él hasta su muerte. Fue en esta breve etapa, cuando Rubens intentó humanizar su arte y seguir los pasos de los grandes pintores de la Edad de Oro holandesa. Pero: ya era tarde…

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4 respuestas a “Rubens, el genio que nunca pintó para sí.

    1. Rubens was a great painter with a wide mastery of technique and great creativity. Unfortunately, he always painted to order and his function was to grace and make beautiful, by force, the image of the monarchy and kings that he painted because they paid him well. That is the thesis that I defend in the post, “the creator who never painted for himself”. Thank you once again for your appreciated comments.

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