Nuestro Planeta arde.

El daño ocasionado a la biosfera, afecta por igual a todas las naciones del planeta, ricos y pobres incluidos. Esta afirmación debe ser tenida muy en cuenta, porque los países pobres poco pueden hacer para prevenir la desertificación creciente, mientras, los países ricos, que son los decisores y financistas de los fórums y tratados internacionales, no han tomado conciencia de la amenaza inminente que sobre ellos gravita.

En la actualidad, las regiones más afectadas por la desertificación son el Sahel en África Occidental, China, Australia y la mitad oeste de los Estados Unidos de América.

En el Sahel, donde el sistema de producción de alimentos se basa principalmente en la agricultura, la desertificación tiene consecuencias dramáticas para los 44 millones de habitantes de la región: reducción del rendimiento agrícola, disminución de los recursos de agua potable, pérdida de ganado y hambruna. ¿Estarán de acuerdo China, Australia y la mitad oeste de los Estados Unidos de América en correr igual suerte?


El oeste norteamericano está afectado por la peor sequía en 1.200 años, intensificada por el cambio climático, según una investigación realizada por la Universidad de California (UCLA por sus siglas en inglés). Se trata además de un período de sequía extrema que ya se ha prolongado por los 22 años más secos de los últimos 1,200.

Mapa actualizado de la sequía en Norteamérica. Obsérvese la escala de colores. US Drought Monitor 2022.

Para arribar a estas conclusiones, los científicos se apoyaron en registros milimétricos de los anillos concéntricos del tronco de los árboles, a partir de los cuales se puede inferir y documentar los periodos de lluvias escasas. Anillos de menor grosor corresponden a periodos de sequías intensas y viceversa. Los núcleos de madera extraídos de miles de árboles permitieron a los científicos reconstruir la humedad del suelo durante doce siglos y utilizaron para ello, datos obtenidos de árboles de 1.600 lugares en toda la región seca de Norteamérica, desde Montana hasta California y el norte de México.

Anillos concéntricos del tronco de los árboles, que testimonian en el tiempo su crecimiento.

“Los resultados son realmente preocupantes, porque muestran que las condiciones de sequía que enfrentamos ahora son sustancialmente peores debido al cambio climático”. “También hay margen para destacar que las condiciones de sequía empeoren”, incidió Park Williams quien, junto a varios colegas, compararon la sequía actual con otras siete sequías prolongadas que se produjeron entre los años 800 y 1500 y duraron entre 23 y 30 años.

Un resultado destacable del estudio, fue señalar al siglo XX como el periodo más lluvioso a lo largo del registro de precipitaciones de los últimos 1.200 años. Fue durante ese tiempo que la población creció en el oeste de los Estados Unidos hasta superar los 70 millones de personas, tendencia que continua.

«El siglo XX nos dio una visión demasiado optimista de cuánta agua disponible existía en potencia», dijo el coautor del estudio Benjamin Cook, científico climático de la NASA, y «Demuestra que estudios como este no son historia antigua», afirmó. «Se trata de problemas que ya están aquí».

La diferencia crucial entre la sequía actual y las precedentes, es que el oeste de los Estados Unidos está densamente poblado, realidad que no existía en las mega sequías que antecedieron.


Los resultados son concluyentes, el calentamiento global y la desertificación del planeta, es ya realidad tangible. Dejemos a las tribus Zo’és, continuar desnudos sus baños colectivos en los afluentes del rio Amazona, ellos serán representando y por primera vez escuchados y tenidos en cuenta, porque la destrucción de sus ecosistemas naturales nos afecta a todos: ricos y pobres.

Porque Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras». Romanos 2:6

Tablero de fotos que testimonia los 22 años de prolongada sequía que sufre el oeste de los Estados Unidos.

#LoRealMaravilloso

https://www.volfredo.com/


6 respuestas a “Nuestro Planeta arde.

    1. La noticia es de hoy:
      El mayor río italiano, el Po, ha alcanzado su nivel más bajo de los últimos 70 años, lo cual supone una amenaza para los cultivos. Algunas partes de la región de Lombardía llevan ya más de 100 días sin lluvia y el nivel del agua, ha caído 3,7 metros por debajo de los niveles más bajos registrados en 1950. Así practicamente en el barro se ven los barcos amarrados en Ponte della Becca

      Mauro Baldraghi es pescador de Linarolo y señala:»Aquí estamos en el Ponte della Becca, nunca he visto una cosa así, un estiaje así. Nunca he visto una cosa así desde que tengo uso de razón, desde que era un niño».

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