Millonarios hallazgos sumergidos en el mar.

En 1981 la empresa de exploración submarina Sea Search Armada (SSA) declaró que había encontrado los pecios del legendario galeón San José en el fondo del mar, al tiempo que, en un comunicado oficial, Jack Harbeston, director de la compañía, reclama la mitad del tesoro, por ser la firma que representaba, la que llevo a cabo la exploración y descubrimiento del sumergido sitio arqueológico.

Surge entonces un rosario de reclamos, apelaciones, y dictámenes de cortes judiciales, que ponen en pausa la explotación del tesoro, en espera de una decisión judicial final y concluyente, que no ha sido emitida en los 35 años de querellas que siguieron al descubrimiento.

En el año 2015, especialistas de “Marine Archaeology MAC”, técnicos y equipos de “Woods Hole” retornaron una vez a las aguas del Caribe colombiano para continuar y terminar la búsqueda de los restos sumergidos del galeón San José, en la zona previamente explorada en 1981.

Contando en esta ocasión con una mayor disponibilidad de recursos y un respaldo financiero generoso, se alquiló el buque de la Armada de Colombia “ARC Malpelo” y se incluyó junto al sonar de barrido lateral, dos nuevos equipos de rastreo sónico: un perfilador de fondo para analizar posibles anomalías por debajo del lecho marino, y un sonar multi haz, para ser utilizado si se identificaba algún objetivo de alta probabilidad en el fondo marino. El sonar multi haz puede obtener mapas en tercera dimensión del fondo del océano, en el sitio arqueológico y sus alrededores.

El 23 de noviembre de 2015, la búsqueda se reinició. Luego de unos días de exploración se detectaron varias anomalías, próximas entre ellas, a más de 600 metros de profundidad. Cuando los científicos analizaron la información recopilada, observaron que estas anomalías, de origen al parecer no natural, eran antropogénicas por su agrupación y forma, así como por el tamaño de la más grande de ellas (28.7mx 14m), lo que no dejó ninguna duda de que allí había un naufragio.

En días posteriores, se realizaron escaneos de sonar a mayor resolución y el 27 de noviembre por la noche, el equipo técnico al frente de la investigación, recibió los datos procesados a partir de los escáneres de alta frecuencia y las primeras imágenes fotográficas del sitio explorado.

Para su sorpresa y complacencia, pudieron ver numerosos artefactos, incluidos 22 cañones de bronce de finales del siglo XVII, ubicados en el fondo marino a la vista de todos. Tomados en conjunto, además de los citados cañones, las medidas del casco, que coincidía con las dimensiones del San José, las cerámicas y otros objetos, no dejaban lugar a las dudas: habían encontrado los restos del galeón hundido.

Entre el 29 de noviembre y el 3 de diciembre, se realizaron numerosas misiones adicionales en profundidad, con el objetivo de obtener un mayor número de imágenes del San José a diferentes altitudes, completar la identificación de la zona y preparar un foto mosaico a gran escala.

Restos del galeón San José, donde se observa un lingote de oro.

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia en el momento del reinicio de las exploraciones, hizo públicas las primeras imágenes del descubrimiento, en un comunicado televisado en vivo a toda la nación a principios de diciembre, lo que generó una tormenta de interés entre los medios y una gran emoción del público. Después de tres siglos, se había encontrado un importante tesoro sumergido, considerado de inmediato por el gobierno en funciones, patrimonio cultural de la República de Colombia.

Dando continuidad a los acuerdos establecidos con el Ministerio de Cultura y la Armada colombiana, y contando con todas las autorizaciones y permisos judiciales en regla, el buque “Seabed Prince” regresó a Cartagena en mayo de 2016, para realizar el reconocimiento no intrusivo, llevar a cabo la caracterización y establecer la naturaleza detallada del sitio arqueológico, información que permitió elaborar las metodologías y planes de intervención necesarios para la extracción de los restos sumergidos del galeón.

El “Seabed Prince” fue equipado con dos vehículos teledirigidos. Estos vehículos consisten en submarinos autónomos dotados de luces, cámaras y equipos de búsqueda, conectados por un cable de alimentación “umbilical” a la nave principal. Los referidos mini submarinos, ofrecen la capacidad de realizar trabajos precisos, y no superan el tamaño de un automóvil familiar. Pueden operar en el fondo del mar hasta una profundidad de 3,000 metros y transportar 200 kg de carga útil, y poseen la capacidad de maniobrando bajo propulsión propia a una velocidad de 3 nudos; utilizando para ello un generador de energía hidráulica con seis grandes hélices.

Uno de los submarinos teledirigidos estaba equipado con un sensor que facilitaba mediciones de profundidad, altitud y velocidad y varias video cámaras: a color, videocámara para grabar en condiciones de poca luz, videocámara de alta definición y dos más pequeñas adicionales, para tareas fotométricas y fotogrametría.

Los minisubmarinos fueron desplegados bajo un sistema de control por cable desde la parte trasera de la cubierta del buque madre, que dirigía y controlaba cada inmersión de los sofisticados vehículos y las operaciones de enganche e izado abordo.

En esta fase del estudio, ningún objeto arqueológico fue tocado, movido o recuperado, acciones que se consideran no intrusivas en el lenguaje de las excavaciones arqueológicas.

Monedas y lingotes de oro, que aún mantiene el brillo; yacen en el fondo del mar.

Durante el estudio de pre-factibilidad de explotación del sitio, se filmaron 119, 890 imágenes, entre fotos y gráficos de sonares. Además, se realizaron 554 videos cortos de trabajo y tres videos promocionales. Estas investigaciones permitieron localizar con exactitud, que el área donde se encuentra el Galeón San José no había sido intervenida en ningún grado por medios antrópicos o por la mano del hombre y aportaron nuevos hallazgos, como la presencia de una vajilla intacta de la época, las insignias del galeón, o detalles de los cañones fabricados en Sevilla y en Cádiz sobre el año 1655.

Concluido el levantamiento y localización del sitio arqueológico, la noticia fue dada a conocer a los medios el pasado 6 de junio, por el actual presidente Iván Duque Márquez, quién al tiempo de detallar la noticia comunicó que los restos del navío siniestrado y todas sus pertenencias, se encontraban en aguas territoriales y pertenecían al patrimonio nacional de la República de Colombia.

El hallazgo de dos nuevas embarcaciones junto al galeón español San José, confirmó, además, la presencia de una decena de pecios similares sumergidos, que pueden corresponder a otros galeones hundidos por los ingleses durante la sangrienta batalla naval de Barú: “Encontramos dos embarcaciones adicionales y existen antecedentes de una decena de navíos hundidos en el área, cuya ubicación precisan investigan los arqueólogos de la armada colombiana”.

Declaración del presidente Iván Duque sobre el galeón San José – 6 de junio de 2022

Podrán imaginar el impacto de la noticia. Sobre sus detalles y la marea de reclamos judiciales, en alto grado inflamables a que ha dado lugar, iremos con fuerza en nuestra próxima publicación, pero desde ya les adelanto, el tesoro ha sido y es la manzana de la discordia a gran escala.

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6 respuestas a “Millonarios hallazgos sumergidos en el mar.

  1. Absolutamente satisfecho con la cantidad de información especializada, que aporta este profesional artículo, es impresionante , el trabajo de investigación, en materia de tesoros submarinos que haz realizado Amigo/ vecino, te felicito, por tan gran aporte, para los que soñamos con la búsqueda de tesoros. Para mi en particular, te expreso, que tu artículo constituye un material de consulta, cuando, de investigaciones submarinas se trata. Con tu anuencia, se lo reenviaré a la Dra. en Ciencias del Mar, Patricia López García, amiga avileña, que vive en Inglaterra y en este momento está en una expedición en un barco de investigaciones en el Océano Índico. Gracias Camacho.

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    1. Nos pondremos en contacto con la Dr. C Patricia López, y de momento de adelanto que Lo Real Maravilloso tuvo ayer 365 visitas, todos interesados en apoyarnos y sumarse a la búsqueda. Los secretos del mar esperan por nosotros, pero primero debemos definir el soporte legal de nuestro accionar, para no incurrir en el rosario de reclamaciones que enfrenta hoy a Colombia, España, Perú y las compañías que llevaron a cabo la exploración del sitio arqueológico, queda mucho por contar. Mañana nuestra crónica continua.

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