Lo Real Maravilloso

Arriba Dylan, llama a todos tus amiguitos que llegó la hora de nuestro cuento de hoy:

• “¿A quiénes invito abuelo?
• ¿A tus amigos de igual edad, porque este cuento es para niños de tres a seis años, que se portan bien y quieren conocer las bellezas de las selvas tropicales y los muchos animalitos que la habitan?
• ¿Abu, y la selva tropical es igual que el zoológico?
• No, en la selva tropicales los animales son más felices porque viven en libertad y no tienen que permanecer encerrados. La libertar es mi querido nietecito, la cualidad, el derecho y la aspiración más hermosa de los seres humanos.
• Voy a invitar a nuestro cuento de hoy a Brandon, Lucas, Amelia, Riley, Antony, Diego y Alexa, ¿Te parece bien abu?
• Claro que me parece bien, has hecho una buena elección, así que a sentarse y guardar silencio que este cuento ya comienza y quiero me presten mucha atención”.

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Queridos amiguitos, hoy les voy a contar la historia de un osito perezoso y ¿saben ustedes porque se llama perezoso?

Se llama perezoso porque hace todas sus actividades lentamente y sin prisas y pasa la mayor parte del tiempo durmiendo en lo alto de los árboles de las selvas tropicales donde vive.

Este osito es tan lento y dormilón, que la mamá tiene que llamarlo muchas veces para que se levante y siempre llega tarde a la guardería, porque demora mucho en vestirse y cepillarse los dientes.

Y luego no solo se levanta con pereza. También es demorado para desayunar y hay que estar pidiéndole que se tome toda la leche y que no juegue con los alimentos, porque, no va a crecer y no va a poder subir a lo alto de los árboles.

Como el osito es lento y perezoso, a veces se queda dormido con el vaso de leche en la mano y eso que tomarse toda la leche es necesario para que los perezosos niños puedan crecer y desarrollarse.

Te cuento, que nuestro osito tiene tanta pereza, que solo le gusta jugar con el table y ver los muñes, pero no hace sus tareas ni presta atención a sus maestros.

Y ¿Sabes lo que pasó?, que fue el último de los perezosos niños de la selva y no aprendió a subir a los árboles ni a comer las hojas tiernas con las cuales se alimenta. Y como estaba tan retrasado y no prestaba interés, la mamá lo puso de castigo sentado en un sillón de donde no podía bajarse porque era un castigo.

• “Abu, abu, pobrecito el perezoso, lo pusieron de castigo y ¿ahora qué hacemos?”

Buscaremos una salida, voy a llamar de inmediato al abuelo perezoso que de seguro va a encontrar la solución.

Entonces llegó, saltando de rama en rama entre los árboles de la selva, el abuelo perezoso y como él quiere mucho a su nietecito al igual que todos los abuelos de la selva, enseguida encontró una solución mágica y….

• ¿Sabes cuál fue la solución?

Pues el abuelito compró una bicicleta para su querido y perezoso nieto y a partir de hoy, nuestro osito perezoso es el primero en llegar a la guardería, porque le gusta mucho correr y pedalear en su bicicleta nueva, que su abuelo compró para él.

Hoy nuestro perezoso es el primero en llegar a todas sus actividades y corre puntual a todas partes en su rápida y veloz bicicletica nueva.

Dylan, este cuento termina por hoy, pero diles a todos tus amiguitos que estén atentos, porque la selva tiene muchos animales interesantes y faltan por contar muchas historias y nuevos cuentos todos hechos para ustedes.

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Lucas, Amelia, Riley y Diego viven en los Estados Unidos; Alexa vive en Barcelona; Antony y Brando viven en Ciego de Ávila, sirva esta breve historia para tejer y mantener lazos de amor entre todos los niños del planeta, porque ellos son el futuro y el Mundo les pertenece. Un Mundo sin grietas, heridas ni lágrimas de guerras.

Costa Rica cuenta con al menos cinco centros de apoyo de protección y conservación del oso perezoso. Este país, en el que habitan dos de las seis especies de osos perezosos del mundo, acaba de declararlos símbolos nacionales tras la presentación de un proyecto en pasado junio que fue aprobado en dos sesiones. La declaratoria ampara a esta especie, considerada vulnerable principalmente por la fragmentación de su hábitat causada por la tala de bosques. Por suerte mientras unos destruyen la selva tropical, otros detienen el tráfico para poner a salvo a uno de estos bellos y pacíficos animales.

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