El desnudo artístico en la Antigua Grecia.

Como género, el desnudo resulta un tema complejo de abordar por sus múltiples variantes, tanto formales como estéticas e iconográficas, razón por la cual, muchos historiadores del arte lo consideran el tema más importante de la historia del arte occidental.

Muchas culturas toleran la desnudez en el arte en mayor medida que la desnudez en la vida real, con diferentes parámetros sobre qué es aceptable, y aunque se suele asociar al erotismo, el desnudo puede tener diversas interpretaciones y significados, tanto en mitología como en religión, pasando por el estudio anatómico, o tomado de forma simple, como representación de la belleza e ideal estético de perfección.

En la Antigua Grecia, la desnudez era percibida como símbolo de belleza, armonía y perfección. Los escultores griegos representaron el cuerpo humano desnudo con proporciones ideales y equilibradas, siguiendo los principios de la geometría, la filosofía, y el ideal de ciudadanía, que estimulaba a sus atletas a competir desnudos en los juegos olímpicos, para mostrar su libertad e independencia existencial.

Los griegos consideraban que el desnudo era una forma de mostrar el ideal de la naturaleza y la divinidad, así como de celebrar el espíritu olímpico, el heroísmo y el erotismo. El desnudo artístico griego se desarrolló a partir del siglo VIII a. C., cuando los escultores empezaron a representar las figuras masculinas sin ropa, inspirados por las estatuas egipcias.

Los desnudos femeninos aparecieron más tarde, en el siglo V a. C., con la influencia de las culturas orientales y la aparición de las diosas del amor, como Afrodita y Artemisa. Los desnudos artísticos griegos se caracterizan por su realismo, su proporción y su equilibrio. Los artistas buscaban captar el movimiento, la expresión y la emoción de las figuras, así como los detalles anatómicos y musculares.

Los desnudos artísticos griegos se plasmaron en diferentes medios, como la escultura, la pintura, la cerámica y el mosaico. Algunos de los ejemplos más famosos son el Discóbolo de Mirón, el Apolo de Belvedere, la Venus de Milo y el Friso del Partenón.

Detalle de “Venus Púdica” (Museo Británico). Reconocible por la posición; cubre sus pechos con la mano derecha y su pubis con la izquierda.

Los desnudos artísticos griegos han mantenido una gran influencia en el arte occidental, desde el Renacimiento hasta la actualidad y han sido fuente permanente de inspiración y admiración para los artistas y los espectadores, que aprecian su belleza y significado.


Afrodita es la diosa griega del amor, la belleza y la sensualidad, equivalente romano de Venus. Su nombre significa «surgida de la espuma» y según la mitología, nació de la espuma del mar cuando Cronos castró a su padre Urano y arrojó sus genitales al océano. Afrodita fue venerada en muchos lugares de Grecia y el Mediterráneo, especialmente en Chipre, Citera y Pafos, donde se creía que había nacido o desembarcado.

A lo largo de la historia del arte, Afrodita ha sido representada de diversas formas y estilos, reflejando su carácter multifacético y su influencia en la cultura occidental. Entre las representaciones más famosas, que han llegado a nuestros días, se encuentran:

“La Afrodita de Cnido”, escultura de mármol realizada por Praxíteles en el siglo IV a. C., considerada la primera imagen de una diosa desnuda en el arte griego. La escultura muestra a Afrodita saliendo del baño y cubriendo su pubis con una mano, mientras sostiene una tela con la otra. La obra es considerada una obra maestra de la belleza y la proporción, razón por la cual se han hecho numerosas copias y versiones, en diferentes materiales y tamaños.

Sin duda alguna la representación de Afrodita más conocida; tomada en el arte universal como referente del período helenístico de la escultura griega, es la “La Venus de Milo”, escultura de mármol hallada en la isla griega de Milo en el siglo XIX, que data del siglo II a. C. La escultura muestra a Afrodita en una pose serena y elegante, con los brazos rotos y sin atributos identificativos. La obra es considerada un ejemplo de la perfección formal y el equilibrio compositivo del arte helenístico, y se ha convertido en un icono universal de la belleza femenina.

Venus de Milo de Alejandro de Antioquia, datada entre 130 a. C.-100 a. C. Museo de Louvre, París.
La Afrodita de Capua, copia romana de un original griego del periodo helenístico, Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

“La Venus de Milo”, a los ojos del escritor Antonio Climent Carbó, «transmite una sensación de calma, realismo, naturalismo, tristeza, y una sensación táctil muy especial», criterio aceptado por Lo Real Maravilloso, que le invita a disfrutar de su belleza única, ancestral e inigualable.

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18 respuestas a “El desnudo artístico en la Antigua Grecia.

    1. Las primeras venus eran púdicas, luego de liberaron y se quitaron las túnicas, después la iglesia llego con la censura y ahora los árabes las cubren de pie a cabeza. Imaginas, por mucho que he buscado no logro encontrar una Venus de Milo islámica. Jijijiji, es una broma, te deseo un excelente fin de semana. Un fuerte abrazo y muchas gracias por tus comentarios.

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  1. Querido Volfredo, comienzo el día con tu interesante propuesta que, obvio decirlo, acompañaré con particular atención… Coincido plenamente con la descripción de la Venus de Milo y me precio de haberla podido detallar en más de una ocasión, sin embargo, la contemplación de obras que incluyen mayoritariamente el cuerpo humano desnudo que más me ha estremecido es la obra de Gunther con Hagens … Te/les confieso que me dejó sin habla (aseguro que a muchos les ocurrió también) por un buen rato y jamás la he olvidado… Tu opinión siempre me sería muy grata… Abrazos y como siempre gracias por la entrega matutina!

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    1. Querido profesor y amigo, le prometo llegar a ella, tiene su espacio reservado. Como se habrá percatado, he iniciado un ensayo sobre el desnudo artístico bastante ambicioso. Mañana iremos a Roma, le propongo acompañarnos, Feliz fin de semana u un fuerte abrazo.

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      1. Si, gracias a otro europeo (Alzheimer) había olvidado que ya tocastes el tema hace un semestre… considero que, al menos en los orígenes, a este anestesiólogo-intensivista devenido anatomista no lo movían elementos económicos en primer lugar… Ahora otro detalle: Poznan (Postdam) casualmente ayer comentaba del sitio con una amiga ex-esposa de un polaco de aquella zona y le comenté sobre tu blog… Coincidencias! No? Más abrazos

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      2. Gracias querido amigo por divulgar nuestro blog, observe que una vez más digo nuestro. En las páginas de Lo Real Maravilloso hay espacio para todos aquellos que aman el buen arte y dan portazo en la cara a la chabacanería imperante en los medios hoy día, carentes de todo sentido y mensaje cultural. Fuerte abrazo y feliz noche de sábado.

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  2. Hace pocos días he podido recrearme con los desnudos de Bernini en la Galería Borghese de Roma y la belleza clásica de la escultura de Apolo y Dafne, por poner solo un ejemplo, me acompañan todavía. Aún recuerdo cuando vi por primera vez en el Louvre la venus de Milo. Magnifico artículo. Un cordial saludo

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    1. Gracias Bárbara, tus comentarios me resultan inspiradores, máxime por proceder de una artista cuya obra admiro. El arte clásico estuvo muy por delante de los fracasados diez siglos posteriores del medioevo gris, y aún hoy sigue admirando a todos. Yo lo prefiero con mucho, al arte conceptual de nuestros días. Cordial saludo y bienvenida siempre a Lo Real Maravilloso.

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