Historia del “Premio Sebastiane”, a la mejor película LGBTIQ+.

El Festival de Cine de San Sebastián debe su nombre, a su celebración en la ciudad homónima, en el País Vasco, España. Su nombre oficial es “Festival Internacional de Cine de San Sebastián”, pero también se le conoce como “Donostiako Zinemaldia” en euskera, idioma cooficial de la región.

El festival nació en 1953 como una iniciativa de un grupo de comerciantes y hosteleros donostiarras que querían prolongar la temporada turística más allá del verano. Desde entonces, el festival ha crecido hasta convertirse en uno de los más prestigiosos y antiguos de Europa, y ostenta la categoría A de la FIAPF (Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos).

El prestigioso festival ha acogido el estreno de películas emblemáticas como “Vértigo” y “Con la muerte en los talones” de Alfred Hitchcock, “La guerra de las galaxias” de George Lucas o “Rifkin’s Festival” de Woody Allen. También ha sido el escenario del descubrimiento y el reconocimiento de grandes talentos del cine mundial, como Roman Polanski, Francis Ford Coppola, Pedro Almodóvar o Ang Lee y ha contado con la presencia de estrellas internacionales como Bette Davis, Audrey Hepburn, Robert De Niro, Meryl Streep, Brad Pitt o Juliette Binoche.

“Sebastine”, película de Derek Jarman, 1976.

El símbolo del festival es la “Concha de Oro”, premio que se otorga a la mejor película de la sección oficial. La concha es una representación de la bahía de La Concha, uno de los lugares más emblemáticos y bellos de la Ciudad de San Sebastián.

A partir del año 1999, el festival también otorga el “Premio Sebastiane”, creado para distinguir la mejor película de temática queer que se proyecta en el festival. El premio lo concede la asociación Gehitu, defensora de los derechos de las personas homosexuales, bisexuales y transexuales en el País Vasco. El objetivo del premio es visibilizar y reconocer la diversidad sexual y de género en el cine, así como promover la igualdad y el respeto a las personas LGBTIQ+.

El “Premio Sebastiane” se entrega en una gala que suele contar con la presencia de los directores o actores de las películas premiadas. El trofeo consiste en una escultura de metal que representa a San Sebastián, el santo patrón de la ciudad, atado a un árbol y atravesado por flechas. El nombre del premio hace referencia al hecho de que San Sebastián es considerado un icono gay por su belleza y martirio. El premio también tiene una versión latinoamericana, el Premio Sebastiane Latino, que se otorga desde 2014 a la mejor película LGBTIQ+ producida o coproducida en América Latina. El Premio Sebastiane es una muestra del compromiso del festival de Cine de San Sebastián con la diversidad y los derechos humanos.

Algunas de las películas que han ganado el “Premio Sebastiane” son: Boys Don’t Cry (1999), Brokeback Mountain (2005), La vida de Adèle (2013), Una mujer fantástica (2017), Retrato de una mujer en llamas (2019) y El olvido que seremos (2020). El premio también ha reconocido la trayectoria de cineastas como Pedro Almodóvar, François Ozon o Isabel Coixet.


En 1975, el cineasta británico Derek Jarman filmó el martirio de San Sebastián en su primer largometraje titulado “Sebastiane”, el cual estrenó en 1976.

A pesar de su bajo presupuesto, la película se rodó en Cerdeña con un presupuesto mínimo de 45,000 dólares (en 1976 una película típica de Hollywood costaba alrededor de $ 12 millones), no obstante, cada traje bien usado y accesorio polvoriento parecía genuinamente de su tiempo. Esto contrasta notablemente con la larga tradición de epopeyas épicas que alcanzó su punto máximo en la década de 1950 con “Ben-Hur” y continuó en nuestros días con “Gladiator” de Ridley Scott, películas consideradas entre las de mayor presupuesto en la historia de la cinematografía.

La película no oculta su influencia e inspiración, en la cinematografía de Federico Fellini y Pier Paolo Pasolini, directores que llevaron al cine neorrealista italiano, las representaciones del mundo antiguo en fascinantes películas como “El Evangelio según San Mateo” (1964), y sus versiones del mito griego, “Edipo Rey” (1967) y “Medea” (1969).

El núcleo temático de “Sebastiane”, como es de esperar en una película sobre un hombre en el camino hacia la santidad, es la espiritualidad. Existen pocas películas que representen, en términos tan profundamente reales y conmovedores, el proceso lento, pero inquebrantable de una persona que abraza la fe, en la medida en que sacrifica la vida por sus principios. Sebastián, oficial del emperador, se niega a participar en un combate, manifestando con toda sinceridad, «los cristianos no luchan», consciente de que sus palabras, allanan el camino al martirio.

Si bien la visión de la fe es poderosa y profundamente conmovedora en el largometraje, también tiene muchas capas, algunas de las cuales son provocativamente ambiguas. De forma paralela, Sebastiane narra el drama de amor, en el siglo IV d.C, entre el mártir cristiano San Sebastián y el centurión Severo. La trama homoerótica se desarrolla en un contexto de persecución religiosa, violencia y sensualidad. Sebastián es un soldado romano que se niega a adorar al emperador Diocleciano y es desterrado a una remota guarnición en el desierto. Allí, se convierte en el objeto de deseo de Severo, el comandante de la tropa, que intenta seducirlo con regalos y halagos. Sebastián, sin embargo, se mantiene fiel a su fe y rechaza las insinuaciones de Severo, a diferencia de su relación con el dulce Justin (Richard Warwick), que está enamorado de él.

Escena de la película: Sebastiene
Director: Derek Jarman, 1976.

Derek Jarman, fue un aclamado pintor y un apasionado defensor de los derechos de los homosexuales antes de ser cineasta y filmar 11 películas de largometraje entre 1976 y 1994, además de varios cortometrajes y videos musicales. Algunas de sus películas más conocidas son Sebastiane (1976), Caravaggio (1986), Eduardo II (1991) y Blue (1993); filmada cuando era ciego, ya cerca de su muerte por SIDA en 1994. Sus películas son consideradas una crítica al autoritarismo y a la intolerancia, así como una reivindicación de la diversidad sexual y la libertad de conciencia.

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6 respuestas a “Historia del “Premio Sebastiane”, a la mejor película LGBTIQ+.

  1. Otra magnífica entrada, querido Volfredo. El festival de San Sebastián a fuerza de trabajo y compromiso se ha ganado el respeto internacional. Precisamente, este premio que señalas es muy significativo del compromiso que tiene el festival con la diversidad y los derechos de las personas LGTBI.
    Como todo lo que publicas, está maravillosamente contado. Un abrazo 😘😘😘

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