Lo Real Maravilloso

En ocasiones suelo narrar la novela de mi vida dejando a la imaginación fluir en forma de monólogo interior, técnica de narración ilógica e inconexa, donde la conciencia fluye a semejanzas del manantial de palabras que brota cuando un paciente descansa en el diván, y uno de los psicoanalistas discípulo de Sigmund Freud, escucha durante horas y horas, sin interrumpir.

Con frecuencia, en este tipo de narrativa de vida, resulta complicado descifrar lo que ocurre. Normalmente, los escritores utilizan largas oraciones que se mueven de un pensamiento hacia otro y en algunas ocasiones, evitan utilizar todo signo de puntuación para no romper el flujo de ideas.

El acné marcaba mi cutis cuando leí por primera vez Ulises, novela del escritor irlandés James Joyce, publicada en 1922 con el título original en inglés de Ulysses, considerada por gran parte de la crítica, la mejor novela del siglo XX.

Ulises es una novela extensa, su original tiene 267,000 palabras, con un vocabulario de más de 30,000. En la mayoría de las ediciones consta de entre 800 y 1,000 páginas.

Uno de los rasgos más importantes del libro descansa en la elección de Joyce de un estilo diferente para cada capítulo. El más usado es el de monólogo interior, donde sus personajes expresan sus pensamientos sin una secuencia lógica. La culminación de esta técnica narrativa es el epílogo de la novela, el famoso monólogo de Molly Bloom, en el que decenas de páginas, sin signos de puntuación, emulan el fluir libre y desinhibido del pensamiento.

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…recuerdo mis distantes clases de psicología cuando me enseñaron a interpretar el test de Rorschach como técnica y método proyectivo de psicodiagnóstico consistía en una serie de láminas que presentan manchas de tinta las cuales se caracterizan por su ambigüedad y falta de estructuración Reina sí creo que se llamaba Reina la profesora de todas formas ahora no tengo a quién preguntar a no ser que Isis o Ley me lean ellos deben recordar y también pudiera preguntarle por la interpretación de aquellos test y los muchos otros en los cuales se les indicaba a los pacientes pintar porque las personas derraman su mundo interior cuando pintan y a los colores y trazos no se les puede mentir hoy pasó algo de eso mientras preparaba una postal para desear buenos días a los amigos de la Real Maravilloso los pinceles digitales se movían inspirados reflejando mi animosidad en esta mañana intrascendente de domingo porque en realidad no hay nada que trascienda mientras el tiempo bilógicos de los cubanos se agota al igual que el de todos pero yo vivo en Cuba y no puedo hablar por los otros no sería justo…

…primero me sale una postal impresionista hecho que debe tener mucha relación por lo mucho que he leído y escrito sobre ellos en estas semanas pero ellos eran alegres y pintaban con mucha luz a pleno día en exteriores pero ese no es mi ánimo y no debo engallarme quien en esta mierda en que pastamos como animales saca anergia para estar alegre tendría que ser asceta faquir practicar yoga porque se me va el color una y otra vez hacia el gris y los negros no dejan de contaminar las luces de mis postales y pensamientos…

… mejor dejo todo al azar quien me lea sabrá entender son postales que configuran estados interiores y al decidir por la que más les guste estarán volcando su subconsciente sobre la imagen al tiempo que exteriorizan sus ánimos y angustias sabrán entender y luego viene la puñeta de que preparas el post en el aniversario del natalicio de José Martí natalicio cuando aún sangra por las heridas y se escuchan los ecos de sus encendidas palabras libertarias…

… Despierta, Volfredo despierta. Escucho la voz del psicoterapeuta que me saca de mi letargo, mientras continúa hablando con su dulzona voz ensayada y grave: – has estado muy bien, hemos avanzado mucho en la terapia, por hoy es suficiente. Te felicito.

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