El enemigo está en casa

Más de 107,622 estadounidenses murieron el año pasado por sobredosis de drogas, lo que estableció un trágico récord en la creciente epidemia de sobredosis en el país, estimaron los especialistas del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, (CDC, por sus siglas en inglés) en su informe anual de 2021. Esto se traduce, en una muerte por sobredosis en EEUU cada 5 minutos. La cifra marcó un aumento del 15% con respecto al récord anterior, establecido en 2020, año en que murieron 93 mil 655 personas murieron por sobredosis ese año.

En abril pasado el periodista Jesús Esquivel dio a conocer en “Aristegui en Vivo” que 292 personas mueren cada 24 horas en Estados Unidos por sobredosis de drogas ilícitas, en su mayoría opiáceos.

Según un informe que se publica en “The Lancet”, en 2029 habrá más de 1,2 millones de muertes adicionales a causa de la sobredosis de opioides en América del Norte. El documento, elaborado por un comité de expertos internacionales, prevé que la epidemia se expandirá a nivel mundial.


La noticia la trajo esta vez, Los Angeles Times en Español, (Jae C. Hong y Brian Melley ). Los sucesos que a continuación describo ocurrieron el jueves 18 de agosto de 2022, en Los Ángeles, California.

En un callejón sucio tras una tienda de donas de Los Ángeles, Ryan Smith convulsionaba un cálido día de verano atenazado por el fentanilo, alternando estados de euforia abrupta con momentos de letargo y crisis de temblores violentos.

El indigente adicto Brandice Josey, izquierda, utiliza una pajilla para soplar una bocanada de humo de fentanilo a la boca de Ryan Smith, que está muy drogado con el narcótico, el jueves 18 de agosto de 2022, en Los Ángeles. (AP Foto/Jae C. Hong) (Jae C. Hong / Associated Press)

Cuando Brandice Josey, otro indigente adicto, se inclinó y exhaló una bocanada de humo en dirección suya en un acto de caridad, Smith se enderezó y abrió su labio lentamente para inhalar el vapor como si fuera la cura de sus problemas.

Smith, que vestía una camiseta amarilla mugrienta con la frase “Sólo buenas vibras”, se reclinó sobre su mochila y dormitó el resto de la tarde sobre el asfalto, sin inmutarse ante el hedor de alimentos en descomposición y excrementos humanos que impregnaba el aire.

Para demasiadas personas enganchadas a este narcótico, el sueño que sigue a una dosis de fentanilo es permanente. La droga altamente adictiva y potencialmente letal se ha convertido en un flagelo en todo Estados Unidos y está haciendo estragos entre el creciente número de personas que viven en las calles de Los Ángeles.

Casi 2.000 indigentes fallecieron en la ciudad de abril de 2020 a marzo de 2021, un incremento del 56% con respecto al año previo, según un informe difundido por el Departamento de Salud Pública del condado Los Ángeles. La sobredosis fue la principal causa de muerte; más de 700 perdieron la vida por ello.

El fentanilo fue desarrollado por su poder analgésico frente a dolores intensos de padecimientos como el cáncer. El uso de este poderoso opioide sintético, el cual es barato de producir y con frecuencia es vendido solo o entremezclado con otras drogas, ha aumentado exponencialmente. Al ser 50 veces más potente que la heroína, incluso una dosis pequeña puede resultar letal.

Rápidamente se ha convertido en la droga más mortífera en los Estados Unidos, según la agencia antinarcóticos DEA. Dos terceras partes de las 107, 622 muertes por sobredosis en 2021 fueron atribuidas a opioides sintéticos como el fentanilo, indicaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.


Las consecuencias por el uso de la droga se extienden mucho más allá de las calles.

Jennifer Cataño, de 27 años, tiene los nombres de dos hijos tatuados en sus muñecas, pero no los ha visto en varios años. Viven con su madre: “Mi madre no cree que sea buena idea, ya que piensa que va a lastimar a los niños porque no estoy lista para ser rehabilitada”, señaló Jennifer.

Ha sufrido sobredosis en tres ocasiones y ha estado en rehabilitación siete u ocho veces. “Da miedo desengancharse de la droga”, señaló; “Las abstinencias son realmente desagradables”. Jennifer Cataño deambuló alrededor de una estación del metro cercana al parque MacArthur, desesperada por vender una botella de suavizante para telas Downy y una silla Coleman para acampar, que robó de una tienda cercana.

El abuso de narcóticos puede ser una causa o un síntoma de indigencia. Ambos también pueden entremezclarse con las enfermedades mentales.

Se están erogando miles de millones de dólares para atenuar la indigencia en California, pero el tratamiento no siempre recibe fondos. Hay ayuda disponible, pero es superada por la magnitud de la penuria visible en las calles.

Un controvertido proyecto de ley promulgado por el gobernador Gavin Newsom podría mejorar la terrible situación de indigencia de la ciudad de Los Ángeles, al obligar a las personas que padecen enfermedades mentales graves a someterse a tratamiento. Pero es necesario que sean diagnosticadas con cierto trastorno, como por ejemplo esquizofrenia, y el ser adicto por sí solo no es suficiente para ser atendido.

Algunos adictos se administran la droga por vía intravenosa, utilizando para ello jeringuillas desechadas.

Partes de Los Ángeles se han convertido en escenarios de desesperación, con hombres y mujeres tumbados en aceras, acurrucados en bancas y desplomados en callejones escuálidos. Algunos se acurrucan fumando la droga, otros se la inyectan.


Rita Richardson, una supervisora de campo en LA Door, un programa municipal de prevención, ex-adicta y ex-indigente, declaró a los medios: “Con suerte se produce un momento de luz. Podría no ocurrir este año. Podría no ocurrir el próximo. Podría requerir varios años”, “Mi meta es conducirlos de la oscuridad a la luz”.

Pidamos bendiciones y luz, para Rita Richardson en su noble esfuerzo de rescatar frustrados seres humanos de sus adicciones y dependencias. Pidamos a Dios perdón para los pecadores y consuelo para sus familias. El pronóstico es sombrío, la humanidad está amenazada de muerte.

#LoRealMaravilloso

#PeriodismoCrítico

https://www.volfredo.com/


5 respuestas a “El enemigo está en casa

  1. El cartel de la droga además de productos está diseminado en el mundo ocasionando no solo el efecto de la droga,sino todo tipo de abusos,incendios,robos, asesinatos y eso de no terminar acabará con el mundo

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  2. Es algo muy preocupante y triste lo que está ocurriendo, no se tiene percepción real del riesgo, no le veo control. Que Dios ponga su mano en bien de la humanidad.
    Gracias como siempre por tu oportuno artículo.
    Buen inicio de año a todos, paz, salud y prosperidad para todos.

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