El campo de concentración de Auschwitz, situado a unos 43 km al oeste de Cracovia, fue el mayor centro de exterminio en la historia del nazismo, donde se calcula fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas a morir asfixiados en las cámaras de gas, la gran mayoría de ellas judías (el 90 %, aproximadamente).
La tristemente célebre instalación, fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1979, como uno de los lugares de mayor simbolismo del Holocausto o Shoah. Triste recuerdo del nazismo, el racismo y la intolerancia humana.

La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el 29 de noviembre de 1947 un plan que dividía a Palestina en dos Estados, dando a los árabes y a los judíos una extensión similar de terreno (un 48,7 %, unos 11 500 km², para el estado árabe; y un 53,6 %, unos 14 100 km², para el estado judío, que incluía el desierto del Néguev, un 45 % de la superficie del país).
Entre los argumentos considerados para aprobar la resolución, se tuvo en muy en cuenta, garantizar un hogar y patria a la inmigración de supervivientes del holocausto y los refugiados judíos que habitaban en países árabes de Oriente Medio y naciones del este de Europa, donde habían sufrido represión y discriminación durante siglos.
Aunque los judíos palestinos formaban parte de la población palestina previa a la creación del estado de Israel, los mismos han sido desplazados a la fuerza. En la actualidad viven como refugiados y desplazados en su propia tierra y países vecinos, donde sufren persecución y bombardeos diarios que responden a un plan bien trazado de aniquilación y exterminio, hasta hacerlos desaparecer.

La población palestina de hoy, se estima en unos 10 millones de individuos, de los cuales aproximadamente la mitad continúa viviendo en la región histórica de Palestina, un área que abarcaba las actuales Israel, Cisjordania, la Franja de Gaza y el occidente de Jordania. El resto, la otra mitad de todos los palestinos, constituyen lo que se conoce como la diáspora palestina, la mayoría de los cuales son refugiados apátridas que carecen de ciudadanía en otros países.
Los humanos resultamos difíciles de entender. Aquellos que fueron sometidos al genocidio masivo más terrible y sistemático de la Historia, son hoy los primeros en aplicarlo, sin que la memoria histórica sea tenida en cuenta.
¿Será cierto que cada hombre lleva un diablo dentro?, al ritmo y velocidad que nuestra civilización pierde sus valores, estoy por creerlo. ¿Usted qué piensa?
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Hay personas que son el diablo mismo.
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Lamentablemente es así.
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Lo que está claro es que no se puede reparar una barbarie con injusticias. El quitar a unos para poner a otros, en el caso de la creación del Estado de Israel, ha tenido las consecuencias funestas que bien conocemos y que no son ejemplo de entendimiento entre pueblos.
Salud.
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La creación del Estado de Israel, tratando de reparar un daño, ha dado lugar a males mucho más lamentables y genocidas. La memoria histórica no cuenta y esta es una prueba de ello.
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Y parece mentira que todavía quedan gente en este mundo que admiran y defienden a esa calaña… pero si hay que buscar un rayo de luz entre las tinieblas que crearon los Nazi es que eran anti-comunistas…
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La filosofía del odio no conduce a ninguna parte, y es una pena, hasta los que sufrieron en carne propia el horror del holocausto, perecen haberlo olvidado…
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Si, eso parece pasarles a muchos otros sometidos al sufrimiento por regímenes criminales Volfredo. Un saludo.
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Feliz día estimado Francisc y un fraternal abrazo.
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El hombre tiene de Ángel y de Bestia
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Es una dualidad que hay que reconocer.
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El genocidio de los judíos ha estado presente a lo largo de la historia y con Hitler tocó techo, es penoso, que aquellos que lo sufrieron en carne propia ahora hayan olvidado su doloroso pasado.
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Visitar desde Cracovia los restos de las instalaciones de los campos de exterminio nazis de Auschwitz y Birkenau puede hacerse en alguna visita organizada o por tu cuenta. El resultado siempre será el mismo; demasiado próximo, demasiado cercano todo. Imposible borrar la presencia del terror y la huella del crimen perpetrado de manera tan masiva como horrenda y cruel.
Y horrorizado con lo visto en Birkenau, renuncié a decir nada más:
https://viajarporlosmundos.wordpress.com/2018/06/11/polonia-v-cracovia-la-otra-orilla-del-vistula/
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Es una interesante experiencia, el duelo debe ser una de las muchas formas de no olvidar el genocidio Nazi, todas son aceptables, menos el silencio y olvido. Gracias por vincular tu artículo a nuestro blog, eres y serás siempre bienvenido.
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Por eso, tu artículo señala algo muy importante: ¿cómo un pueblo que sufrió -junto con otros- la persecución y el exterminio actúa de igual manera contra otro pueblo como el palestino? No es aceptable.
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No es aceptable, aunque algunos de forma negligente han olvidado pronto, gracias por tu apoyo y comentarios.
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