Lo Real Maravilloso

Trascurría el año 1954, cuando el mundo despierta aterrado con una inusual noticia: nuestro planeta estaba bajo ataque extraterrestre. De inmediato cunde el pánico mientras todos se preguntan ¿hacia dónde huir?, ¿dónde encontrar refugio para salvar la vida?

La cadena CBS, trasmitía en directo que, en Nueva Jersey estaba teniendo lugar una invasión de extra terrestres procedentes del Planeta Marte, que invadían la ciudad trasportados por mortíferas máquinas de guerra que guardaban semejanza con platillos voladores.

De inmediato el caos se apoderó de los Estados Unidos de América y las líneas telefónicas quedaron atascadas cuando miles de personas pedían el socorro de bomberos y policías.

Bien pronto se supo que la trasmisión radial, de realismo inaudito hasta entonces, no era más que la trasmisión de la obra de H. G. Wells, “La guerra de los mundos”, llevada a la radio por la magistral adaptación de un joven de 23 años que iniciaba su camino a la inmortalidad y la fama, George Orson Welles.

Así desde entonces y frente a tan relevante hecho, la humanidad conoció y comenzó a temer la invasión despiadada y cruel de alienígenas extraterrestres y sus mortíferos platillos voladores.

---

El amanecer de ese 28 de diciembre de 1954 sorprendió a los habaneros con una insólita noticia, en los terrenos donde en aquel momento se construía la capitalina Ciudad Deportiva, había aterrizado un artefacto alienígena que guardaba semejanza con un platillo volador.

El aterrizaje había tenido lugar durante la noche, justo en las cercanías de la Avenida de Rancho Boyeros y Vía Blanca, y el artefacto era visible desde ambas avenidas. 

Los habaneros de aquel entonces no encontraron el equilibrio entre curiosidad y riesgos y movidos por el afán de saludar de primera mano a los curiosos visitantes, comenzaron a rodear por miles aquella extraña máquina que, en su afán de comunicarse con el exterior, emitía extraños sonidos y señales lumínicas.

Junto a los miles de curiosos, se hicieron presente los bomberos, la policía y el ejército, mientras que el Ministro de Gobierno Ramón Heredia, decretaba el estado de alarma nacional y ordenaba a todas las fuerzas militares actuar de conjunto.

Por supuesto que ante tal alboroto la prensa radial, escrita y televisiva, y numerosos fotógrafos, profesionales o no, se dieron cita en el lugar, para transmitir en directo lo que ocurría mientras que el número de curiosos concurrentes aumentaba y superaba las 20 000 personas.

Todos querían ver el extraño artefacto, y ante tal situación hubo que adoptar medidas adicionales para el tráfico vehicular, hasta que el ejército hizo acto de presencia, y en coordinación con la policía rodearon e instalaron armas de fuegos de grueso calibre en el cordón de seguridad que fue establecido en los alrededores de tan extraño objeto volador.

Los privilegiados que presenciaron el hecho afirmaban que de la nave salía humo, mientras se escuchaban sonidos de diferentes tipos, y según contaron a los cuatro vientos, el artefacto era inmenso y poseía escotillas luminosas y cabina transparente.

A las 11 am de ese día, un pelotón del ejército fusil en mano, intentó penetrar a la fuerza en el interior del platillo y fue entonces que, ante el inminente ataque, se abrió una compuerta en un costado del platillo y para sorpresas de todos, salieron al exterior los peligrosos visitantes extraterrestres. Ellos eran, nuestra gran Rosa Fornés y su esposo Armando Bianchi, así como Rogelio Hernández, Herminia de la Fuente y la escultórica Marta Veliz, modelo de la Cerveza Cristal, conocida como “La Meneíto”, que cerveza en mano cantaba y bailaba al ritmo de su muy conocida pieza musical publicitaria que sonaba así: “Si no tiene meneíto, cerito; el meneíto lo tiene la Cristal”. 

Todos los extraterrestres, junto a los técnicos de sonido y luces, sin que mediara cortesía alguna, fueron arrestados por los militares y llevados a las oficinas de la Policía Secreta, y cuenta la historia ahora convertida en fábula maravillosa, que hubo de intervenir el dictador Fulgencio Batista en persona, para que los alienígenas recuperaran la libertad y salvaran sus bolsillos de fuertes multas por infringir el orden público.

Este hecho paso a la historia como la más famosa acción publicitaria jamás llevada a cabo en nuestro país y el Caribe.

---

El éxito de la peculiar propaganda fue tal, que todos querían tener su parte en la repartición de sus protagonismos, y ello dio lugar a una competencia desleal, encabezada por las marcas de cervezas rivales de nuestro país, la cerveza Polar y la muy afamada cerveza Hatuey.

He aquí la versión más creíble de los hechos, desentrañada a partir de una madeja de falsos reportes y rumores, cuyo objetivo era a todas luces desvirtuar o compartir el protagonismo de aquel suceso tan relevante y exitoso.

El Platillo Volador de La Habana, por llamarlo de algún modo, se trató de una acción publicitaria organizada por los productores de la cerveza Cristal en conjunto con el programa “Mi esposo favorito” del canal de televisión CMQ. Todo fue concebido por ese grande de la televisión cubana, Joaquín Condal, director del programa y creador del increíble diseño de marketing publicitario que fue secundado por Goar Mestre, dueño del canal televisivo, y la cerveza Cristal.

El artefacto volador, medía 12 metros de diámetro por cuatro de altura, tenía forma de plato y poseía una cabina transparente con pequeñas escotillas luminosas. El proyecto fue concebido por el diseñador escenográfico Julio Vega Quintero y construido por pates, en los talleres de escenografía del Canal 4.

Para generar el verdadero impacto de la noticia, se guardó hermético secreto y la nave fue trasladada por partes durante la madrugada, para no levantar sospechas.

El interior de la nave estaba totalmente acondicionado para que los artistas pudieran pasar con comodidad la noche, y manipular los equipos de audio que generaban los efectos especiales.

---

Somos una Isla, real y mágica, surgida de la actividad sísmica de un volcán de lavas inauditas. Cuál sería mi sorpresa cuando 60 años después del aterrizaje del primer platillo en La Habana, un segundo dispositivo psicodélico y retador, atraído por el éxito de su antecesor, aterriza justo donde el primero lo hizo y hace temblar con sus estridencias musicales una población de decenas de miles de fans que durante decenios se habían mantenido en espera. Es así que, en el mes de marzo del 2016, la banda británica The Rolling Stones se presentó por primera vez en la Isla y El Caribe. La historia de este moderno OVNI se las debo.

#LoRealMaravilloso.