Periodismo crítico: responsabilidad y riesgo.

El periodismo crítico puede y debe ser considerado una profesión de riesgo, especialmente cuando se trata de cubrir conflictos, desastres naturales o investigar temas sensibles. Los periodistas a menudo se encuentran en situaciones peligrosas, enfrentando amenazas a su seguridad física y emocional. La búsqueda de la verdad puede llevarlos a lugares inhóspitos y a confrontar intereses poderosos que prefieren mantener sus acciones en la sombra.

Sin embargo, más allá del riesgo físico, existe también un riesgo ético y moral. Los periodistas deben navegar con especial cuidado entre la objetividad y la sensibilidad; asegurándose de no comprometer su integridad mientras informan con precisión y empatía. En este sentido, el periodismo no solo es una profesión de riesgo, sino también de gran responsabilidad.

La valentía de los periodistas radica no solo en su disposición a enfrentar el peligro, sino también en su compromiso con la verdad y la justicia.

La integridad y la valentía son los pilares sobre los que se sostiene el periodismo auténtico. La integridad asegura que la información presentada sea veraz y justa, mientras que la valentía permite a los periodistas enfrentar las adversidades y presiones externas sin ceder a la censura o la manipulación.

En el arte de narrar la realidad, los periodistas se yerguen en guardianes de la verdad, desafiando las sombras con la luz de sus palabras. La valentía no solo se manifiesta en la capacidad de estar en el lugar correcto en el momento adecuado, sino también en la firmeza de mantener la ética profesional frente a las tentaciones de la distorsión y el sensacionalismo.

Uno de los dilemas éticos más impactantes en el periodismo es el que enfrentan los reporteros de guerra. Un caso emblemático es el de la fotografía de Kevin Carter, quien ganó el Premio Pulitzer por su imagen de un buitre acechando a una niña sudanesa desnutrida. Esta fotografía, tomada en 1993, generó un intenso debate sobre la ética periodística: ¿debería Carter haber intervenido para ayudar a la niña en lugar de tomar la foto? Este dilema pone de manifiesto la tensión entre la necesidad de documentar la realidad y la obligación moral de ayudar a quienes están en peligro.

Premio Pulitzer 1994, campamento de refugiados de Ayod (Sudán).

Los periodistas deben equilibrar la búsqueda de la verdad con la ejemplaridad de su ética, no vendible ni negociable, asegurando que la información presentada al público sea tanto precisa como moralmente responsable.


¿Existen líneas rojas que el periodista no debe cruzar?

La cuestión de si existe una línea clara que los periodistas no deberían cruzar o si cada situación requiere un juicio individual es profundamente compleja y multifacética. En teoría, hay principios éticos fundamentales que guían la práctica periodística, como la veracidad, la imparcialidad, la responsabilidad y el respeto por la dignidad humana. Estos principios actúan como líneas directrices que los periodistas deben seguir para mantener la integridad de su profesión.

Sin embargo, en la práctica, cada situación puede presentar matices únicos que desafían estos principios. Por ejemplo, la decisión de publicar información que podría poner en riesgo la vida de una fuente o de una comunidad requiere un juicio cuidadoso y una evaluación de las posibles consecuencias. En tales casos, los periodistas deben sopesar el valor informativo y el interés público de la noticia contra el potencial daño que podría causar.

Un ejemplo contemporáneo es el uso de imágenes gráficas en la cobertura de conflictos o desastres. Mientras que tales imágenes pueden ser cruciales para transmitir la gravedad de una situación, también pueden ser invasivas o traumáticas para las personas involucradas y para el público. Aquí, los periodistas deben decidir si el impacto visual justifica el posible daño emocional.

En última instancia, aunque los principios éticos proporcionan un marco esencial, la realidad del periodismo a menudo exige un juicio individual y una sensibilidad contextual; siempre buscando el equilibrio entre informar y proteger. La posibilidad de establecer reglas absolutas en el periodismo es un tema que ha sido debatido durante mucho tiempo. Si bien los principios éticos fundamentales, como la veracidad, la imparcialidad y la responsabilidad, proporcionan una base sólida, la naturaleza del periodismo a menudo requiere una interpretación flexible y un juicio personal.

Cada historia, cada contexto y cada fuente presentan desafíos únicos que no siempre pueden ser abordados con un conjunto rígido de reglas. La decisión de proteger la identidad de una fuente anónima puede entrar en conflicto con la necesidad de transparencia; en tales casos, los periodistas deben evaluar cuidadosamente las circunstancias y tomar decisiones que equilibren el interés público con la protección de individuos vulnerables.


La situación de los periodistas en todo el mundo es alarmante, especialmente cuando se trata de publicar contenidos sensibles. En 2022, según datos de la UNESCO, 86 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación fueron asesinados, lo que representa un aumento del 50% en comparación con años anteriores. Este incremento subraya los graves riesgos y vulnerabilidades a los que se enfrentan los periodistas en el ejercicio de su profesión.

América Latina y el Caribe fueron las regiones más peligrosas, con 44 homicidios registrados en 2022. México, en particular, fue el país más mortífero con 19 asesinatos de periodistas. Otros países con cifras alarmantes incluyen Ucrania, con 10 asesinatos, y Haití, con 9 asesinatos.

Además de los asesinatos, los periodistas también enfrentan violencia física, arrestos arbitrarios y amenazas constantes. En 2021, al menos 27 periodistas fueron asesinados en el ejercicio de su profesión, con India y México encabezando la lista de países más peligrosos. En contrapunto, la impunidad sigue siendo un problema significativo, con un índice de impunidad del 86% en los asesinatos de periodistas, lo que crea un efecto amedrentador y pone en peligro la libertad de expresión.


A modo de conclusión, como periodista aficionado a las historias mágicas que configuran mi entorno “macondiano”; he tomado la libertad de elaborar un grupo de requisitos que considero necesario para ejercer un periodismo digno y de vanguardia, parapetado en la admiración y respeto que siento por una profesión que no transijo en su mal praxis:

  1. La veracidad y la imparcialidad son los cimientos del periodismo. Asegúrate de que cada palabra escrita y cada historia contada reflejen un compromiso inquebrantable con la verdad. La integridad es tu brújula en un mundo lleno de distracciones y tentaciones.
  2. No solo se trata de enfrentar peligros físicos, confinamientos o censuras; también de resistir presiones externas y mantener la ética profesional. La valentía es necesaria para desafiar el status quo y exponer la injusticia, incluso cuando hacerlo puede tener consecuencias personales.
  3. Al cubrir temas sensibles, encuentra un equilibrio entre informar y proteger. Considera el impacto de tus palabras e imágenes en las personas involucradas y en tu audiencia. La empatía es una herramienta poderosa en la narración de historias.
  4. Cada situación es única y puede requerir una interpretación flexible de los principios éticos. Confía en tu juicio y en tu capacidad para evaluar cada contexto con discernimiento y sensibilidad. La adaptabilidad te permitirá navegar los dilemas éticos con integridad.
  5. Prioriza tu seguridad y la de tus fuentes. Utiliza herramientas y prácticas seguras para proteger la información sensible y a quienes te la confían. La seguridad no es solo física, sino también digital y emocional.
  6. Mantente informado sobre las mejores prácticas y los desarrollos en el campo del periodismo. La educación continua te ayudará a adaptarte a los cambios tecnológicos y a las nuevas expectativas del público.
  7. Más allá de informar, el periodismo tiene el poder de influir en el cambio social. Usa tu plataforma para dar voz a los sin voz y para luchar contra la injusticia. Tu trabajo puede ser una fuerza para el bien en el mundo.

#LoRealMaravilloso

#PeriodismoCrítico

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19 respuestas a “Periodismo crítico: responsabilidad y riesgo.

  1. Así es. Sobre el riesgo ético y moral, una arista importante es el poco espacio que se le da al periodismo en las dictaduras de cualquier tipo, como dijo aquí Gamma Hans. En algunos de estos casos no se percibe el riesgo físico, porque no hay cifras de muertes, sino un ahogamiento intelectual de las personas, Hoy gracias a los medios sociales e Internet, hay más opciones de expresar voces discordantes en países de régimen totalitario, pero entonces surge otra situación, aumenta el riesgo físico de ser encarcelado o peor. Excelente tu análisis Volfredo. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Miguel, es un gusto contar con tus comentarios y participación en Lo Real Maravilloso, las redes se encuentran dominadas por los medios y las plataformas sociales y estas a su vez responden al poder. Es triste, con tantos miles de millones de páginas que salen al ciberespacio a diario, solo unas pocas son fiables y no comprometidas con los patrocinadores. Es un gusto desearte un feliz inicio de semana. Cordial abrazo desde Cuba.

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  2. En tiempos donde los usuarios de las redes sociales digitales se han convertido (o aspiran ser) en «documentaristas», «reporteros», comunicadores e «influenciadores», hay que ser más cuidadoso con lo que se publica y, sobre todo, con lo que leemos en el ciberespacio.
    Las recomendaciones que ofreces deberían ser consideradas cada vez que nos sentimos tentados a publicar o compartir algún comentario en la Red, o reaccionar con un «me gusta».
    Gracias por recordarnos esa responsabilidad.
    Te saludo, Volfredo.

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    1. Estimado Rod, soy un medico jubilado, que gusto del periodismo y trato de decir la verdad. En esta aventura, una cosa he asumido como cierta. El periodismo serio y responsable es más raro y difícil de encontrar que un mamut albino transitando plácidamente por las calles de una gran capital. Un cordial abrazo.

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