Capturan enorme pez espada en Matanzas.

A día de hoy, seguidores del luminoso ejemplo de Ernest Hemingway capturaron un enorme pez espada en la ciudad de Matanzas, Cuba. El pez pesó 400 libras, informó a las redes sociales Eutelia Durango Martesina, vecina de esa ciudad.

Tras limpiar al enorme ejemplar, se obtuvo unas 380 libras de carne, detalló Eutalia en su página de Facebook, donde aparecen además un amplio reportaje gráfico apoyado en una galería de fotos que atestiguan el hecho.

Aunque el animal pescado en esta ocasión tiene un peso considerable, está muy lejos de romper el récord mundial, que data de 1953, y aún lo conserva Louis Marron, cuando capturó un pez espada de 1,182 libras.
El pez espada migra en determinadas épocas del año a zonas costeras y la mejor fecha para su captura en Cuba es entre febrero y marzo, fundamentalmente en la zona noroeste del país.

Pez espada capturado en Matanzas. Fotografía de Eutelia Durango Martesina.

La pesca de este animal inspiró en Cuba al novelista estadounidense Ernest Hemingway para escribir “El viejo y el mar”, novela que le hizo merecedor del Premio Pulitzer en 1953 y al año siguiente el Premio Nobel de Literatura por su obra completa.


El viejo y el mar (The Old Man and the Sea) es una historia escrita por Ernest Hemingway en 1951 en Cuba y publicada en 1952. Fue su último trabajo de ficción importante publicado en vida y posiblemente su obra más famosa.

La obra se desarrolla en La Habana, Cuba. El viejo Santiago es un pescador de avanzada edad, que lleva 84 días sin conseguir pesca alguna. Un buen día por la mañana, decide salir solo al mar, donde al fin, un enorme pez espada pica el anzuelo y ofrece una dura batalla por su vida. La lucha con el pez duró tres días, en los que Santiago recuerda su vida pasada.

Ernest Hemingway (21 de julio de 1899- 2 de julio de 1961).

Al tercer día, el pez, ya cansado, comienza a rodear el bote. Santiago, desgastado y casi delirante, utiliza todas las fuerzas que le quedaban para tirar el pez sobre su lado y apuñalarlo con un arpón. Una vez capturado, Santiago ata el pescado al costado del bote, y emprende el regreso a casa. Se encamina ilusionado mientras piensa en el alto precio que el pescado tendría en el mercado, y la cantidad de personas que podría alimentar. Sin embargo, en su camino hacia la orilla, los tiburones son atraídos por la sangre del enorme pez y comienzan a devorarlo a dentelladas.

Santiago logra matar a un gran tiburón mako con su arpón, pero pierde el arma, además de un cuarto del pescado que el tiburón logró devorar antes de morir. Al rato, el pez espada es nuevamente atacado por un tiburón que logra quitarle un trozo más de carne. El viejo construye un arpón atando el cuchillo al extremo de uno de los remos, y así intenta proteger lo que quedaba de su presa. Logra matar a cinco tiburones en total, y muchos otros son expulsados, pero los tiburones siguen llegando, y al caer la noche, logran devorar toda la carne, dejando como restos el esqueleto consistente en la espina dorsal, la cola y la cabeza.

Santiago, derrotado, convencido ahora de su mala suerte, increpa a los tiburones por la forma en que han matado sus sueños. Al llegar a puerto, deja en la orilla su bote con los restos del pescado. Agotado, hambriento y herido, se dirige inmediatamente a su pequeña cabaña a descansar, mientras carga en sus hombros el pesado mástil de su bote.


Mucho se ha escrito y debatido sobre el simbolismo que encierra la novela “El viejo y el mar”: Santiago, el anciano protagonista que en su juventud era llamado “El Campeón”, soportó una racha de ochenta y cuatro días de pescas infructuosas (así como Hemingway había tenido una época de desgracia literaria luego de estar en la cima). El pez da todo de sí por impedir su captura y al final pierde la batalla y, por último, los tiburones lo devoran dejándolo en el esqueleto.

El viejo Santiago parece afianzar esta idea, cuando en un respiro que los tiburones le conceden, reflexiona y desea que todo fuese un sueño. Pero luego se corrige: “el hombre no está hecho para ser derrotado, un hombre puede ser destruido, pero nunca derrotado”. Esa es la gran enseñanza y el claro canto a la vida de la novela.

En honor a Hemingway se organiza desde 1950 el Torneo para la Pesca de la Aguja, siendo el más antiguo del mundo en esa categoría y el principal de pesca deportiva en Cuba.

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9 respuestas a “Capturan enorme pez espada en Matanzas.

  1. Podrán destruirnos, no derrotarnos, ese es el mensaje Alto y Claro. Gracias Amigo/ Vecino. La pluralidad de temas y recepciones de criterios, te caracterizan. Yo diría, en ambiente de 5to Clásico de Béisbol, lo mismo té viras, para 1ra , que para 3ra, jajajaja.

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