Cuenta la leyenda que Firmus, un senador que vivió en tiempos de los emperadores Diocleciano y Maximiano, era gobernador general de la región de Pamplona y tenía un hijo llamado Fermín. Así se lo recoge el historiador medieval Voragine en su libro “La leyenda dorada”, que data de 1264.
Firmus confió la educación de su hijo Fermín al presbítero Honesto, quien envió a Fermín a realizar sus estudios a Toulouse y pidió al arzobispo de la localidad que lo ordenase sacerdote para que pudiese predicar la fe cristiana. Así lo hizo, y Fermín volvió a Pamplona con la misión de evangelizar, consagrado ya como obispo. Fermín, al cumplir 31 años, decide marchar a las Galias, donde a pesar de la persecución romana, convirtió, en tan sólo cuarenta días, a tres mil lugareños. Con posterioridad, Fermín fue detenido por el gobernador romano y encerrarlo en la cárcel, donde fue degollado en secreto un 25 de septiembre, fecha en la que se recuerda su martirio.
La leyenda llegó a Pamplona por primera vez hacia el siglo XII, cuando el entonces arzobispo Pedro de París, tuvo noticia de ella y trajo consigo una reliquia que fue depositada en el altar de la Catedral de Pamplona, donde ha sido venerada hasta el día de hoy.
Con el tiempo, el culto a Fermín, ya hecho Santo se fue extendiendo a toda Navarra y en el siglo XVIII se dieron a conocer “Las Actas Sinceras”, de Miguel Joseph de Maceda, que mostraban la versión pamplonesa de la leyenda.
En Pamplona, la primera iglesia que lleva su nombre se construyó en la Milagrosa, en la década de los años 50 del pasado siglo, y las primeras ermitas datan del siglo XVII”. A pesar de la crítica hagiográfica que realizó la Iglesia Católica durante el Concilio de Trento en el siglo XVI (en la que se pudo comprobar que la vida de varios santos carecía de fundamento histórico), la Iglesia de Pamplona no ha emitido un pronunciamiento final en relación al santo navarro. No obstante, los pamploneses mantienen viva la tradición y continúan venerando a Fermín, como su santo y protector.

El origen de los sanfermines se remonta varios siglos atrás, pero su fama mundial es un fenómeno reciente, vinculada a la difusión de la novela Fiesta, del escritor estadounidense Ernest Hemingway. Su fisonomía actual, cosmopolita y multitudinaria, es el resultado de la lenta evolución histórica; mitad realidad y mitad leyenda; de una tradición que se originó en la Edad Media.
Las Fiestas de San Fermín, conocidas como Sanfermines, son festividades que se realizan anualmente en la ciudad española de Pamplona, capital de Navarra, de la que es copatrón. Los festejos comienzan con el lanzamiento del “chupinazo” desde el balcón del Ayuntamiento, cohete pirotécnico que se dispara para señalar el inicio de las fiestas, que se mantienen de forma febril e ininterrumpidas a lo largo de toda la semana, dando fin a 00:00 horas del 15 de julio con “Pobre de mí”, canción de despedida que todos los presentes entonan:
«¡Viva San Fermín!. Gora San Fermin!… ¡Pobre de mí, pobre de mí, que se han acabado las fiestas de San Fermín!».
El cántico es repetido por mozos y las mozas acompañados por la banda de música, mientras retiran del cuello los pañuelos rojos que colgaron al inicio de las festividades y lanzan fuegos artificiales.

La actividad más famosa, de las muchas llevadas a cabo durante los sanfermines, es el “encierro”, que consiste en una carrera de personas que evitan ser alcanzados por 6 toros liberados desde la plaza, a lo largo de un estrecho recorrido de 849 metros enmarcado entre vallas y los edificios de la ciudad. Las carreras en el “encierro” tienen lugar todos los días entre el 7 y el 14 de julio, comienzan a las ocho de la mañana, y tienen una duración promedio tres minutos.
Alrededor de 13.800 corredores participaron en los encierros de 2019, según datos del Ayuntamiento navarro, protegidos por un amplio dispositivo policial y sanitario que trabaja por la seguridad de todos los participantes. A pesar de ello, el encierro entraña un alto riesgo, y prueba de ello es que 16 personas han perdido la vida desde 1910, la última de ellas el madrileño Daniel Jimeno, que murió desangrado el 10 de julio de 2009, a causa de una cornada en el cuello que le infirió un toro de la ganadería de Jandilla.
Diez festejos taurinos: una novillada, un espectáculo de rejoneo y ocho corridas de toros se anuncian este año, cuando la plaza pamplonica conmemora sus 100 años de vida. Fue inaugurada el 7 de julio de 1922 con un diseño del arquitecto Francisco Urcola y un presupuesto de 1.270.000 pesetas, y ampliada años más tarde por Rafael Moneo. En total, cuenta con un aforo de 19.500 espectadores.
La población de Pamplona durante la semana de fiestas pasa de 280.000 habitantes a más de 1.200.000 personas y en 8 días devenga el 33% de los ingresos anuales. Este año, luego de las dos suspensiones que tuvieron lugar durante la pandemia, los pamploneses esperan recuperar la cifra récord de 300 millones de dólares.
Interesante historia e increíble las ganancias de las fiestas patronales de esta pequeña ciudad, ¿Verdad?
#LoRealMaravilloso
#ArtesVisuales
Interesante tu relato
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Es para los buenos corredores, porque los lentos como yo, preferimos leer la noticia.
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Parecerá una cacofonía, pero, premeditadamente, no la edito para corregirla, pues, crónicas Maravillosas, cómo esta, son las q confieren la exaltación literaria al blog Lo Real Maravilloso. Mira que publicar hoy las Fiestas de San Fermin (a las q soy fan) con la descripción detallada de sus orígenes y no me avergüenza ,exponer, que los desconocía hasta hoy. La ganadería Miura, con su famosos y agresivos toros, estoy seguro, q estará presente y participando así, en su carrera 42 ininterrumpidamente, saliendo, de los Corrales del Gas, donde hay q pagar 3 € por solo acercarse a ver los 6 toros que saldrán. Una vez más, gracias hermano.
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Querido vecino hermano, cómo no escribir sobre las corridas de toros de Pamplona y correr junto con ellos a lo largo del “encierro”. Paso el día inventándome artimañas, para hacer pasar el tiempo a prisa mientras permanezco apagado. Eso estado de la materia forma parte de nuestra idiosincrasia, y es parte ya de nuestra cubanía. Gracias por tus comentarios, en un blog que crece como la espuma, sin dejarte atrapado en ella.
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Interesante historia..pero no va conmigo ese ejercicio muero de pánico..otros a participar. Seria expectadora de altura por temor a La equivocación..lindo fin de semana mi Volfre
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Perdona la discreta demora en responder a tu comentario, ten en cuenta la diferencia horaria. Informo a todos el parte médico del “encierro” de hoy: 6 participantes contusionados, ninguno de gravedad. No hay dudas: Dios es grande.
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No he tenido la oportunidad de ver dichas fiestas pero mi yerno estuvo en ellas en una ocasión y dice que es una experiencia inolvidable, el nivel de arenalina al máximo pero lo disfrutó pues es un jolgorio colectivo de todos los locales y los turistas.
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Adrenalina y mucha, eso no tiene discusión, esperemos un día podamos disfrutar de la corrida, duran tres minutos que para muchos resultan siglos.
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