En 1929, Kiki Prin de Montparnasse publicó su autobiografía titulada “Kiki’s Memoirs”, con el auxilio, colaboración y prólogo de Ernest Hemingway y Tsuguharu Foujita
El libro fue traducido por Samuel Putnam y publicado en Manhattan por Black Manikin Press, pero de inmediato, fue prohibido por el gobierno de los Estados Unidos. Es entonces cuando el traductor, en una acción sucia carente de toda ética profesional, aprovechado que los libros prohibidos no recibían protección de derechos de autor en los Estados Unidos, publica una serie de ediciones con supuesto derecho (que nunca fueron registradas en la Biblioteca del Congreso).
Es esa la razón y no otra, por la cual Samuel Putnam, en 1955 adiciona 10 capítulos, falsamente acreditados, a la biografía de Alice Prin, ya conocida en Norteamérica y el resto del mundo como Kiki de Montparnasse, en los que se altera el texto y adicionan escenas explicitas que rayaban en la pornografía, razón por la cual un crítico de la época reseñó: “Hay suficientes tetas y sexo en esta cosa, para hundir un burdel flotante”.
Eran plagios inescrupulosos, que resultaban bien remunerados, porque el público sentía curiosidad por conocer quién era aquella modelo que había posado desnuda para tanto pintores, escultores y fotógrafos de las Vanguardias artísticas de entre guerras, cuyos cuadros y fotografías aparecían en revistas y museos de todo el mundo.
Mientras las biografías mal intencionadas y fraudulentas de Kiki de Montparnasse se sucedían en Norteamérica, Europa se preparaba para una segunda conflagración mundial a gran escala.
En la década de 1930, Kiki de Montparnasse abandonó el modelaje, ya era una mujer madura donde su intensa vida había hecho mellas, pero firme en sus perseverancias y anhelos, se hizo propietaria del cabaret Montparnasse L’Oasis, que más tarde pasó a llamarse «Chez Kiki». La personalidad de Kiki, no le permitía darse al descanso, y en el cabaret de su propiedad se empleaba de lleno: animaba, actuaba en el music hall con medias negras caladas y ligas fetichistas al tiempo que mal administraba y dejaba entre sus nocturnidades y malos hábitos su salud, que ya mostraba signos precoces de deterioro.

Los aires de guerras día a día se hacían más intensos y la otrora farándula de las vanguardias parisinas, en la cual militaban muchos artistas de procedencia judía, sentían la amenaza y se disponían una vez más a hacer maletas, y marcharse en estampida, acción que considero juiciosa, porque muchos de los que perseveraron y no partieron, dejaron sus vidas en los campos de concentración.
El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial, 8 meses después los alemanes penetran en Francia, dando lugar a una ocupación sanguinaria marcada por toques de quedas, persecuciones, masacres en represalias, y muerte masiva de civiles.
Paris dijo adiós a su intensa vida nocturna, mientras los cafés cerraban sus puertas. Fueron 5 años aciagos y sin sentido, donde la biografía de Kiki de Montparnasse queda relegada a segundos planos y en espera.
#ArtesVisuales
Muchas gracias por tanta información tan interesantes como siempre
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Gracias Nayra, eres sin duda una de las más fieles seguidora de Lo Real Maravilloso.
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A la espera, también quedamos, esperando por los sucesos acecidos a Kiki Prin y conocer pasajes de su autobiografía y el prólogo q escribió Ernest Hemingway….interesantísimo todo, en grado superlativo, está transcurriendo lo RealMaravilloso. Muchas Gracias y agradecemos de corazón, tu esfuerzo, por traernos estos agradables momentos de lectura.
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Gracias Héctor, pienso que Kiki de Montparnasse es un diamante recién descubierto, te aseguro que ahora, luego de haberse subastado una de sus fotos en una cifra que impuso récord, una vez más volverá a ser perseguida por la fama y los medios.
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Interesante y genial historia vamos por mas mi Volfre
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