Terco y persistente, insisto en alcanzar una proporción equilibrada en cuanto hago y escribo para Lo Real Maravilloso, de forma tal, que las realidades descritas con palabras no absorban el lenguaje silente de las fotografías; ni el patetismo de nuestras crónicas termine asfixiando la magia de las imágenes testimoniales que muestro, editadas e insertadas en los textos, con el propósito de autenticar la veracidad de las relatorías.
Lo Real Maravilloso parte de su concepción como blog de literatura, historia y arte, que descansa y se enriquece con imágenes de la plástica digital. En este sentido, la fotografía cobra un papel protagónico y la galería virtual de fotografías que hoy les presento, pasa a ser uno de sus intentos más serios en demostrarlo.
Es por las razones que os he explicado; que las publicaciones de Lo Real Maravilloso entrarán de lleno, en sus próximas ediciones, en el mundo de la fotografía testimonial y social.
Para muchos fotógrafos sociales, su arte es profesión de riesgo, y no conciben sus creaciones en ausencia de escenas que muestren las crueldades de las guerras, las hambrunas, las plagas y cuanta amargura tétrica quepa en las cuentas de sus rosarios. Error craso desde mi punto de vista.
Harto estamos todos de episodios macabros y desenlaces sombríos. No, con esa retórica no voy a comulgar nuestra opera prima de hoy, que versará sobre los héroes anónimos del arte, los que cargan y montan las pesadas tramoyas de las exposiciones a gran formato, con la esperanza única de ser mencionados en los agradecimientos y quizás, no siempre, una buena paga que satisfaga su anónimo y decisivo accionar.
Les presento “Anónimos”, colección que sale tras el rescate, de decenas de ingenieros, diseñadores y trabajadores manuales, que posibilitan la ejecución y puesta en marcha de una galería de arte y yacen, las más de las veces, bajo su sombra.


Los protagonistas de la galería “Anónimos”, son los hombres de a pie, sus herramientas y el contenido descalzo de sus acciones. Los ejecutores, los que hacen el trabajo duro, y permanecen siempre a la sombra de las grandes exposiciones inmersivas del arte moderno, entramando sus pesadas y complejas arquitecturas, y la danza de sus luminarias láser, movidas a ritmos de complejos programas computadorizados.

Es para los ejecutores anónimos de las artes plásticas y cinemáticas, que realicé mi composición fotográfica de hoy, para aquellos que permanecen entre sombras mientras la crítica especializada cubre de elogios al creador que asume la autoría de la exposición, y un tanto indiferentes a los esfuerzos de quienes le respaldan, carga con todas las glorias sin percatarse, las más de las veces, de su accionar egoísta.
La galería virtual que hoy les muestro, fue concebida bajo el nombre de “Anónimos”, y está integrada por fotografías tomadas durante el montaje de la exposición inmersiva a gran formato “Infinity Mirrors”, de la afamada y nonagenaria artista japonesa Yayoi Kusama, Fundación CorpArtes, Santiago de Chile, 7 de marzo a 7 de junio de 2015.
En la edición y revelado digital utilicé viraje en selenio (Adobe Photoshop 2022), para no olvidar el encantado de los tonos pasteles de las fotografías clásicas de los 60s del pasado siglo, cuando las imágenes a color daban sus primeros pasos.
Espero que el mensaje que deslizo a través de la galería que hoy les presento, sea de vuestro agrado y con gusto recibiré vuestros preciados comentarios de siempre.
#LoRealmaravilloso
Buenos días Volfredo, hoy mas que nunca adoré tu publicación en Lo Real Maravilloso, «Anónimos » es una colección exquisita donde se da a conocer el valor de todas esas personas que hacen posible llevar a cabo una gran exposición y nunca son mencionados, ni siquiera bien pagados. Felicidades y gracias por reconocer el trabajo de tantos anónimos. Lindo día.
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