A las pocas horas de publicado “Se despide una Estrella, la noche llora”, el post tenía ya más de 300 visitas en su estadística, a pesar de haber salido el día que comienza la semana laboral, en un mundo largamente complicado para todos.

En un principio, pensé que la inmediata aceptación del artículo se debía a las fotografías de Alain Delon, que aún en la vejez mantiene su propiedad magnética de atraer multitudes. Luego, al leer detenidamente los comentarios, práctica habitual, me percato que el tema de la eutanasia despierta por sí mismo el interés y en algún momento de nuestras vidas, muchos de los que han comentado, han atravesados por dolorosas experiencias que los han llevado a enfrentarla, al menos en el marco teórico, ético y conceptual.

La eutanasia es un concepto que se apoya en otros muchos: el principal de ellos, el hecho de morir con dignidad, principio que se ha ampliado al hecho de morir sin enfrentar sufrimientos penosos e innecesarios; sin enfrentar largas agonías.
En nuestro país no está permitida la eutanasia, lo que equivale a decir que ninguna persona jurídica, entiéndase médico de asistencia u otro facultativo; está autorizado a llevarla a cabo, so pena de incurrir en el delito de homicidio culposo. Eso equivale, cualquiera haya sido la intención o el nivel de acuerdo y consentimiento para su ejecución, a penas de privación de libertad.
¿Qué hacer entonces para limitar la larga e interminable agonía que algunos pacientes sufren antes de morir y hacen de la muerte un suceso extremadamente doloroso para el paciente y sus familiares?
Creo que la bioética nos brida la respuesta en uno de sus principios: evitar en enseñamiento terapéutico, o lo que es lo mismo, evitar iniciar procedimientos de soporte artificial de los sistemas biológicos cuando se sabe conscientemente que estos esfuerzos solo prolongaran el sufrimiento a una vida fisiológicamente agotada.
Las medidas de reanimación, así se llama en medicina intensiva al conjunto de acciones terapéuticas encaminadas a mantener la vida a ultranza, auxiliadas las más de las veces de equipos médicos que suplen funciones vitales del organismo, como la ventilación, la circulación o el filtrado de la sangre que los riñones realizan, no están indicadas en los pacientes terminales, porque su éxito equivale a traer de vuelta al paciente a la condición de sufrimiento físico que las justificó.
Ahora bien, y permítame hacer un sesgo antes de terminar:
¿Cómo saber con certeza que un paciente NO volverá a tener alivio y NO podrá dispensar a sus seres queridos al menos una nueva sonrisa?
¿Cómo diagnosticar con certeza e inmediatez, como exige las más de las veces la práctica de la medicina intensiva, que un paciente ha alcanzado el punto irreversible en el proceso morir y no hay posibilidad alguna de retorno a su condición de salud previa?
Créanme, el punto de irreversibilidad en el proceso de morir, muchas veces resulta imposible de determinar en el ámbito y entorno de las emergencias médicas y en más de una ocasión he presenciado retornos mágicos y regresos a la vida inauditos, más acorde con el nombre de Real y Maravilloso de nuestro blog, que con las leyes de la ciencia verdadera.

Es entonces que surge el espacio para la meditación y aquellos que profesan creencias religiosas concluyen, que la condición de vida o muerte de un individuo está determinada, en última instancia, por la voluntad de Dios.
Alguna vez en la lejana geografía de Judea, Jesús de Nazaret resucitó a los muertos mientras predicaba rodeado de sus más fieles discípulos y así aparece en las sagradas escrituras: Yo soy la Resurrección y la Vida -dijo Jesús-; el que cree en mí, aunque hubiera muerto, vivirá, y todo el que vive y cree en mí no morirá para siempre…..-¡Lázaro, sal afuera! Y el que estaba muerto salió con los pies y las manos atados con vendas, y con el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: – Desatadle y dejadle andar.
Evangelios sinópticos (Mateo 9:5, Marcos 2:9 y Lucas 5:23).
Las consideraciones expuestas aquí, en respuestas a los muchos e interesantes comentarios recibidos, las hago a modo estrictamente personal, con el mayor respeto y consideraciones hacia todos y a manera de agradecimiento.
#LoRealMaravilloso
Yo creo en dios , pero estoy a favor de la eutanasia para evitar sufrimiento y dolor al enfermo y a sus cuidadores .
Debemos morir dignamente pero respeto la opinión de los demás .
Es un tema escabroso pero para mí es muy simple . No es suicidio , es dejar de sufrir .
Me gustaLe gusta a 1 persona
Respeto mucho tu punto de vista, al igual que el resto, cada cual tiene derecho a decidir desde su punto de vista y filosofía propia. Gracias por tus comentarios
Me gustaMe gusta
Después de haber leído en anterior artículo, la decisión de Alain Delon a favor de la eutanasia, conocer además, que ya existen (aunque aún son minorías) 7 países que la implementan legalmente y ahora con esta disertación especial en síntesis, de mi vecino/amigo y especialista en cuidados intensivos, que nos aporta, en forma de síntesis profunda, pero, llena de elementos, con términos médicos potables y razones ineludibles, quedo absolutamente convencido, de que si tuviera la oportunidad, de renunciar a la vida, por faltarle a ella, la calidad mínima que exijo para disfrutarla y así, no perjudicar a los seres queridos que puedan rodearme, apostaría siempre, por la eutanasia y no por un soporte artificial, para prolongarme la vida fisiológica, la cual, ya no sería Vida, sino, un conjunto consabido de sufrimientos y agonías, para los que nunca estaría preparado, por no poseer voluntad masoquista. De corazón, Gracias doctor, por tantos, conocimientos y excelentes experiencias transferidas a cambio de nada.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Excelentes tus reflexiones sobre tan controvertido tema.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bienvenido al blog de lo Real Maravilloso. Gracias
Me gustaMe gusta
Excelente articulo, Dr., como todo lo que escribes, cada persona adulta y familias tienen sus propias experiencias sobre este engorroso y doloroso tema, son difíciles las decisiones, de dejar partir un ser querido, pero también es muy difícil verlo sufrir sin esperanza ni remedio, creo los que han ya pasado por la experiencia, tienen un vision mas clara del proceso, los que no, deben estar alertas y preparados, sobre que hacer, pues a todos nos puede pasar.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Dios es grande creo en él y siempre he considerado que se haga su voluntad..admiro la decision de eutanasia de un paciente pero debe ser determinada por la propia persona siempre me pregunto..hazke a otra persona la pregunta ¿Cuándo quieres morir? Todos analizamos antes de responder pues solo DIOS en el comando..interesante el post mi Volfre tqnn
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pude llegar a tiempo para ver a mi madre en coma,en la terapia de un hospital.Le deciamos Wikipedia porque era una mina de conocimientos y su lucidez,frisando los noventa,su autonomía y espiritu joven,nos hacia pensar que seria eterna,o al menos centenaria.Una llamada telefonica me avisó debia ir a escuchar lo que un doctor tenia que informarme ya que le estaban aplicando las medidas de reanimacion cardiovascular,…Para qué?…-me pregunte?,y agradeci al mismo tiempo todo el esfuerzo desplegado y la etica del equipo medico,quienes poco despues,muy apesadumbrados,salieron a darme la noticia del deceso.
Yó,les repito,agradecí infinitamente y les dije -Nosotros los seres humanos ,queremos retener a nuestros seres queridos a costa de su sufrimiento y eso no es justo.Prefiero llorar por no vrrla,que llorar por verla sufrir….Creo no haberlos decepcionado tanto,ya que nuestra idiosincrasia no exhibe actitudes como la mia con frecuencia.
Mi madre murio y quizas nunca hubiera llegado a la insuficiencia renal aguda si quien le atendio unas diarreas le hubiera indicado correctamente las medidas para evitar la deshidratacion,o no la hubieran enviado a la casa con signos de deshidratacion y con la orientacion de «¡no darle ni agua!»,lo cual mi familiar cumplió al pie de la letra ,al haber sido atendida en uno de los mas importantes y mejores centros hospitalarios de La Habana.
Mi madre se había dado un atracon de caramelos,por eso las diarreas,y los vomitos cuando las sales de rehidratacion le revolvieron su estomago encharcado de dulce.Mi hermana se echa la cula por complacerla con ese paquete de caramelos.Mi madre murio feliz porque se dio el gusto,como siempre hacia.
Y no es que a quien.me lea le importe esta historia ni yo quiera como es normal en el duelo,echarle la culpa a otro porque no recibio la atencion que merecía,y se murio
Es que pienso que entre ésto que os he contado y la eutanasia hay poca diferencia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Dr. Primeramente gracias. Es un tema muy difícil. En mi caso mi hija a sus 27 años moría de cáncer cada día, pero yo a pesar de q todos notaban su muerte tan cercana yo la veía mejorar, no hubiera permitido una eutanasia. En mi caso muy particular, amo a Cristo pero le he dicho a mi hijo q si sucede no quiero reanimación, ni soportes.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tu comentario tan sentido, valoro y respeto tu opinión. Bendiciones
Me gustaMe gusta
Tocaste un tema muy delicado y controversial,, donde existen disimiles opiniones según el parecer de muchos. Es verdad que el concepto de morir con dignidad del cuál estoy en total acuerdo debe asistirle a cada cuál por voluntad propia pero a veces esa voluntad no la puede ejercer la persona por encontrarse incapacitada para ello y es ahí donde a mi humilde parecer se torna muyyyy difícil la decisión y para los facultativos imagino que también pues quien quita que milagrosamente se retorne a un estado de salud mejor, nada que ese tema tiene muchas aristas aún por investigar. Agradezco cómo siempre tus temas por demás interesantes y como este complejo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Iliana, gracias por tus comentarios, siempre son muy enriquecedores y trata de pedir prestados pico y palas, que el sábado salimos a buscar oro en Ciego de Ávila, ya está señalado.
Me gustaMe gusta