Existen diferentes formas de extracción del mineral oro y no resulta nuestro interés describirlas en detalles. Dado por sentado este hecho, hoy sólo haremos referencias al oro aluvial, que es aquel que ha migrado del filón a través de años de erosión, y se ha depositado en forma de pequeñas pepitas o polvo, en el cauce de arroyos y riachuelos poco profundos.

La extracción del oro aluvial tiene varias ventajas: se encuentra muy cerca de la superficie de los ríos, lo cual permite que su extracción se haga por medios mecánicos convencionales, se mantiene desagregado en los sedimentos, y no requiere para su separación de productos químicos agresivos al medio ambiente.
Valga saber que, para todos los nacidos en nuestra pequeña isla caribeña, amantes del mundo real y maravilloso americano, el hecho de encontrar oro resulta un sueño. Un sueño con altas probabilidades de hacerse realidad en la actualidad.
Así las cosas, llega Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492 a la isla de Guanahani, actualmente en las Bahamas y comienza desenfrenada la fiebre del oro en américa.
Las Crónicas de Indias, nombre genérico dado a compilaciones de narraciones históricas acerca de los acontecimientos ocurridos durante el proceso del descubrimiento, conquista y colonización del continente americano recogen, al hacer referencias a la Isla de Cuba, los siguientes hechos:
Los aborígenes de la isla, en cuclillas en el cauce de los ríos y sus deltas, cribaban a mano y recolectaban pepitas doradas que encontraban en las zonas de Gibara, Guáimaro, Jobabo, Agabama, Arimao y Guaracabuya. En la zona de Las Villas, conocida por su nombre indígena como Cubanacán, los aborígenes taínos dieron un paso más adelante en su minería rústica y llegaron a obtener oro fragmentando las rocas.
Fue en busca del dorado metal, que el Adelantado Diego Velázquez vino a Cuba (1510), y ordenó a Pánfilo de Narváez explorar el territorio de la isla, hasta encontrar oro en los ríos que atraviesan las áreas de Bayamo, Jobabo, Guáimaro, Arimao, Agabama y Jaruco.
La minería aluvial fue la primera forma de minería llevada a cabo por los españoles en Cuba y en la actualidad mantienen su productividad los ríos Buey y Bayamo cercanos a la cuidad homónima y los ríos Ochoa, Agabama y Guáimaro en la provincia de Villa Clara. En estas zonas existen reportes actuales de extracción furtiva del preciado mineral mediante el cribado y lavado de la arena y resultan anecdóticas el número y tamaño de las pepitas encontradas empleando tecnologías artesanales y rudimentarias.

El rio Buey en el sur de Cuba, provincia de Granma, nace en el entorno de la Sierra Maestra, y trascurre entre sus montañas y es una zona que mantiene posibilidades de extracción exitosa de oro aluvial.
El río Agabama nace en los cerros de Santa Clara (Sierra de Agabama), y recorre 118 kilómetros entre las montañas de Guamuhaya atravesando en su recorrido hacia el mar el Valle de los Ingenios, extensa planicie de forma triangular que abarca alrededor de 250 kilómetros cuadrados y comprende en su interior los valles de San Luis, Agabama-Méyer y Santa Rosa.
Hace tres años, tuve la oportunidad de visitar el valle y hacer la foto que le muestro, tomada en el mirador. En aquel entonces mi atención solo reparó en el disfrute del bello y sinuoso valle y sus verdes elevaciones, sin tener en cuenta que el rio que lo atraviesa en toda su extensión brinda una oportunidad única de apostar por la suerte, en busca del preciado mineral.

#LoRealMaravilloso
Los escritos originales citados aquí, reposan en el Archivo General de Indias, en Sevilla, y en la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial, España.
A ver dónde termina ese oro.
Le quitará el sueño a muchos . Un relato bien hecho,como siempre . Sigue asi
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