Contrario a lo que muchos esperan encontrar en este relato, en el mismo no existe un solo rasgo de heroicidad o hidalguía que enaltezca la historia personal de sus participantes o hagan méritos a las muchas fuerzas e intereses que se aunaron para llevar a cabo la eliminación física de Pablo Escobar Gaviria.
Los hechos tal y como ocurrieron, corresponden a un ajuste de cuenta más entre carteles rivales, basados en delaciones, sobornos y promesas pagas con dinero adquirido de forma ilegal. Las instituciones gubernamentales implicadas en los sucesos, fueron el brazo armado de esta historia, cuyos protagonistas distan mucho de ser héroes o paradigmas de la verdad.
Pablo Escobar es ajusticiado un día después de su cumpleaños, y este hecho no debe ser pasado por alto, porque a sabiendas del carácter amoroso y familiar que en Capo se atribuía a sí mismo, era de esperar que, en fecha de su cumpleaños, este tratase de establecer contacto y comunicación con sus hijos, y esposa.
Todos los colaboradores infiltrados en el círculo familiar íntimo de la familia Escobar Gaviria estaban alertas y en espera, de la indiscreción osada e imprudente que llevó a descubrir su escondite. Nos toca ahora encontrar quiénes fueron los delatores.
Para responder esta interrogante transcribo textualmente algunos fragmentos del libro ‘Pablo Escobar, mi padre’, de Juan Pablo Escobar hijo, publicado 21 años después de la muerte del Capo.
“Me parecía inconcebible pensar que el hermano de mi padre estuviera ligado de alguna manera a su enemigo número uno. Esa posibilidad planteaba otras inquietudes, por ejemplo, que Roberto Escobar, Estados Unidos y los grupos que integraban los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar) se hubieran aliado para atrapar a mi padre.
Fue cuando secuestraron a mi primo Nicolás Escobar Urquijo, hijo de mi tío paterno Roberto, plagiado por dos hombres y una mujer en la tarde del 18 de mayo de 1993 ….Por fortuna, el susto no pasó a mayores porque cinco horas más tarde, hacia las diez de la noche, Nicolás fue dejado en libertad, sin un rasguño, cerca del hotel Intercontinental de Medellín.
¿Cómo se salvó Nicolás? ¿A cambio de qué lo liberaron los Pepes horas después de secuestrarlo? Es probable que Roberto decidiera hacer un pacto con los enemigos de mi padre a cambio de la vida de su hijo”.
Juan Pablo Escobar hijo, asegura además en su libro que en una ocasión: “estuvo hablando con la DEA y le pidieron un favor, a cambio de visas para toda la familia. Lo único que tenía que hacer es escribir un libro sobre el tema que quieran, siempre y cuando en ese libro se mencione a su papá y a Vladimiro Montesinos, el jefe de inteligencia de Fujimori en Perú. Además, en ese libro usted tiene que asegurar que lo vio aquí en Nápoles hablando con su papá y que Montesinos llegaba en avión. El resto del contenido del libro no importa”.
Juan Pablo Escobar continúa su descripción narrando: “que el 21 de noviembre de 2000, se encontraba radicado en Argentina, donde había ido a parar tras el exilio, cuando no pudo salir del asombro al ver en un noticiero de televisión que informaba que el presidente de Perú, Alberto Fujimori, había escapado a Japón y notificado su renuncia vía fax.
La sorpresiva dimisión de Fujimori, tras diez años de Gobierno, se había producido una semana después de que la revista Cambio publicó una entrevista en la que Roberto Escobar afirmaba que mi padre había aportado un millón de dólares a la primera campaña presidencial de Fujimori en 1989.
También aseguraba que el dinero había sido enviado a través de Vladimiro Montesinos, que, según él, viajó varias veces a la hacienda Nápoles. Mi tío agregó a la revista que Fujimori se había comprometido a facilitar que mi padre traficara desde su país cuando asumiera la Presidencia”.
Creo que he aportado hasta aquí, pruebas suficientes para afirmar que fueron las delaciones de sus más cercanos familiares quienes condujeron al Grupo de Búsqueda al escondite de Pablo Escobar y que la acción no resultó del trabajo de inteligencia y triangulación sobre sus comunicaciones, como la Policía Nacional declaró a la prensa, tratando de enaltecer la maltrecha figura de los órganos de inteligencia.
Realidad de los hechos
Debidamente informados del lugar exacto donde se ocultaba Escobar en el barrio Los Olivos, en la ciudad de Medellín, la policía integrada en el Bloque de Búsqueda, tomó su tiempo en parapetarse y acordonar el refugio antes de derribar la puerta e irrumpir en la vivienda. El factor sorpresa fue su carta de triunfo, y Pablo Escobar fue sorprendido desprevenido mientras hablaba por teléfono.
Su único acompañante y guardaespaldas, Álvaro de Jesús Agudelo, alias El Limón, resultó abatido de inmediato, mientras enfrentaba a la policía para que su Patrón intentara evadirse por un tejado vecino, atravesando un agujero que previamente había sido abierto en la pared. Es entonces cuando una bala procedente de la subametralladora del capitán Hugo Aguilar, lo alcanza en el muslo izquierdo y le impide toda posibilidad de escape.
Pablo Escobar yacía de rodillas, herido, sangrante, plegado sobre sí mismo, encima del tejado. Comprende de inmediato, que su única posibilidad de sobrevivir está en entregarse, y deja caer a su lado izquierdo la cartuchera donde portaba sus dos pistolas, mientras pide clemencia y grita que se rinde.
Es entonces, cuando el capitán Aguilar, se acerca por detrás y toma la pistola que Escobar arrojó al suelo. Tenía órdenes de los líderes del cartel de Cali y los Pepes para los que trabajaba de forma oculta, de no dejarlo con vida bajo ninguna circunstancia, y pensando en aparentar un desesperado suicido, situado a su derecha, a más de un metro de distancia, desde arriba y a sus espaldas, le dispara con su propia pistola a la cabeza mientras Escobar de rodillas y plegado sobre sí mismo, gritaba que se rendía.

Esta reconstrucción de los hechos guarda fiel correspondencia con la necropsia y explica el pequeño tamaño del orificio de entrada del proyectil que ocasionó la muerte, el recorrido de la bala a través del cráneo y la ausencia de tatuaje en la piel que los rodea, lo cual excluye toda posibilidad de suicidio.

Pablo Escobar fue ultimado por la espalda mientras arrodillado pedía clemencia y gritaba su redición. He aquí la verdad reveladora que el Cristo de los Andes quiso mostrarme en mi primera vista a su tumba, ambos habían sido ultimados de rodillas, ejecutados traidoramente por la espalda, por un mismo cóndor que clavó de forma artera en sus cabezas, sus garras de metralla y fuego.
Tan pronto se conoció la verdad sobre los hechos en la cúpula del poder, se supo de inmediato que el prestigio y la seguridad de Colombia estaba una vez más, bajo la mirada crítica de la opinión pública internacional. En la acción armada ejecutada por el grupo elite de la policía, no hubo héroes y solo se puede hablar de una historia más de ejecución y matanza, entre sicarios y carteles rivales, a los que se habían sumado la policía y su grupo de élite.
Pretextando asunto de seguridad nacional, se hizo desaparecer los casquillos, las balas y la pistola con la que se habían hecho los disparos que ocasionaron la muerte de Escobar. En ausencia de estas pruebas forenses resultaba factible la versión del suicidio, llevada a cabo para no caer prisionero y ser extraditado a Estados Unidos. Esa resultó entonces la versión oficial de los hechos que fue publicada en todos los medios y acogida de inmediato y sin reparo por la familia de Pablo Escobar, dentro de la cual se encontraban elementos que respondían y ejecutaban órdenes de sus enemigos más encarnizados.

De forma simultánea, se trató de crear un héroe nacional que representara a la justicia colombiana en su lucha altruista contra los carteles y la mafia. Es así como Hugo Aguilar emprende la carrera meteórica de condecoraciones y ascensos que ya he descrito, en un abrazo armonioso entre las fuerzas de la ley y los más crueles representantes de los carteles de la droga y el paramilitarismo.
Falaz empeño, porque nuestra historia sigue, y la verdad se abre paso a través del tiempo.
En 2002, Hugo Aguilar abandona la policía con el rango de coronel e inicia carrera política de forma libre y autofinanciada. Sin el apoyo de los partidos tradicionales, en 2004 se convierte en gobernador del departamento de Santander, de donde era oriundo.
En 2011, casi 18 años después de su gesta en Medellín, las autoridades colombianas ordenaron su captura por supuestos vínculos con el bloque paramilitar Central Bolívar, que operaba en Santander.
Aguilar fue luego condenado a nueve años de cárcel (de los que cumplió cuatro) y a pagar una multa de 2 millones de dólares, dinero que debía servir para reparar a las víctimas del grupo ilegal armado.
En 2015 salió de la cárcel, según él sin dinero, porque el “único recurso que tenía para sobrevivir era la pensión que recibía como policía”. Sin embargo, a mediados de ese año circularon en las redes sociales varias fotos suyas manejando un lujoso auto deportivo marca Porsche.

Aguilar se defendió señalando que el vehículo se lo habían prestado y el asunto no pasó a mayores consecuencias.
Este hecho encendió las alarmas de las autoridades que comenzaron a requisar las cuentas de Aguilar y se percataron una vez más, que estaba lejos de ser un simple pensionado de la policía.
En octubre de 2017, la Fiscalía General colombiana presentó una larga lista de propiedades y bienes que pertenecían a Aguilar: además del Porsche, tres vehículos de alta gama, seis oficinas, dos consultorios, dos casas, cuatro apartamentos, cuatro fincas, dos parqueaderos, un depósito y seis lotes.
Según la Fiscalía “los análisis y las evidencias indican que los bienes decomisados habrían sido adquiridos con recursos que el exfuncionario obtuvo por sus nexos con grupos paramilitares”.
Todo sumado tiene un valor de 5,2 millones de dólares, dinero que sin dudas procede del pago a sus servicios, recibido por sus acciones en la búsqueda y asesinato de Pablo Escobar, cuando actuaba de forma encubierta bajo las órdenes de los Pepes y el Cartel de Cali, devenidos enemigos mortales y competidores del Capo.
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Interesante anecdóta de la real verdad de la muerte de Pablo Escobar. Fue tan inmenso el miedo que prefirieron asesinarlo a escuchar la valentia de un hombre rendirse pero la orden estaba dada que podian presentarlo muerto..cuánto cobardia..es una cronica muy real e interesante..Seguimos para do próximo post..
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El relato como todos los tuyos fascinante, pone de manifiesto una vez más la relación de la fuerza policial con el narcotrafico independiente del capo de que se trate, la traición que aunque sea entre capos es traición algo muy desleal. Felicidades amigo. Esperando por tus siguientes artículos.
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