La fotografía icónica por excelencia de la Cuidad de San Cristóbal de la Habana, es el majestuoso Castillo de los Tres Reyes y su emblemático faro, sus fotos se repiten una y otra vez en las redes y resulta fácil asegurar que no hay un ángulo, por millonésimas y decimales que se utilicen en las estimaciones, que no haya sido punto de partida para el lente de una cámara inquieta.
Desde el faro, acapara y centra nuestra atención, la privilegiada vista de la cuidad que se observa, en una vista panorámica desde la cual puedes contemplar la totalidad de sus urbanizaciones, su cielo, sus mares y su bahía.
Desde el faro, la cuidad se observa esplendida e inspirada, mágica como todo en ella.
Las dos fotografías que hoy muestro, constituyen una repetición intencionada. Es la misma imagen a resoluciones diferentes, manipuladas exprofeso en busca del acertijo mágico y he aquí, las dos revelaciones que surgen de ellas.
En la primera imagen, la cuidad urbana aplasta con su arquitectura el amplio mar y apenas deja espacio al cielo. Es La Habana del transeúnte agitado, que admirar las piedras y apenas dispone del tiempo necesario para preciar la naturaleza.
Desde el faro, acapara y centra nuestra atención, la privilegiada vista de la cuidad que se observa, en una vista panorámica desde la cual puedes contemplar la totalidad de sus urbanizaciones, su cielo, sus mares y su bahía.
Desde el faro, la cuidad se observa esplendida e inspirada, mágica como todo en ella.
Las dos fotografías que hoy muestro, constituyen una repetición intencionada. Es la misma imagen a resoluciones diferentes, manipuladas exprofeso en busca del acertijo mágico y he aquí, las dos revelaciones que surgen de ellas.
En la primera imagen, la cuidad urbana aplasta con su arquitectura el amplio mar y apenas deja espacio al cielo. Es La Habana del transeúnte agitado, que admirar las piedras y apenas dispone del tiempo necesario para preciar la naturaleza.
Por el contrario, la segunda imagen, revela una cuidad empequeñecida, envuelta en azules, y bendecida por su entorno único. Es la cuidad del cielo permanentemente despejados y el mar cristalino de infinitos tonos azules. Es la cuidad del visitante, que viajado desde muy lejos ha venido a contemplar las muchas bendiciones que la obra de Dios desborda sobre el paisaje urbano.
Continuar leyendo las páginas de este blog, equivale a admitir que una misma realidad puede ser interpretada de formas diferentes, porque la realidad es tan solo es, el reflejo de quien observa, sesgada por sus experiencias vitales, emociones, y posición ante la vida.
Te has preguntado alguna vez, cuál sería tu forma de observar la Cuidad desde la panorámica vista del faro.
Te has preguntado alguna vez, cuál sería tu forma de observar la Cuidad desde la panorámica vista del faro.
Tan hermosa y magistral la Habana
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