Buenos días. De vuelta una vez más sobre nuestra Habana Vieja, gano en convicción y reafirmo mi criterio de que su arquitectura colonial, y su historia, mitad realidad y mitad leyenda pertenecen al mundo del realismo mágico y así las cosas y dado el hecho de encontrarnos en una agradable mañana de domingo, te propongo acompañarme e ir a misa.
La iglesia franciscana a la que asistiremos hoy, marcaba el final del viacrucis de Semana Santa, que iniciándose en La Plaza de San Francisco de Asís, transcurría loma arriba hasta la Iglesia del Santo Ángel Custodio.
Cuál sería la magia que inspiró a Cirilo Villaverde cuando puso a caminar a Cecilia Valdés, mulata guapa, atractiva y zalamera a la que había dado vida, con su contoneo de caderas, por el viacrucis de la cuidad y no satisfecho con ello, sitúa en la ficción de su novela, un crimen pasional, donde el mulato José Dolores Pimienta, instigado por los celos de Cecilia, mata a Leonardo Gamboa su amante, justo al salir de su ceremonia de bodas.
Hasta aquí, nos hemos adentrado en la trama de la primera novela costumbristas cubana, pero cual sería mi asombro, cuando me adentro en la Iglesia y en dirección a la pila bautismal, leo una inscripción que reza “En esta parroquia recibieron sus aguas bautismales el presbítero Félix Varela y nuestro Apóstol José Martí”.
Créeme, La Habana Vieja despierta tantas emociones encontradas, que incluso al buen caminante, le tiemblan las piernas.
¿Te das cuenta ahora? Novela, zarzuela, viacrucis e historia, de esa amalgama de hechos reales y mágicos, surgió nuestra nacionalidad e idiosincrasia y a ellas debe su encanto nuestra Habana Vieja.
La iglesia franciscana a la que asistiremos hoy, marcaba el final del viacrucis de Semana Santa, que iniciándose en La Plaza de San Francisco de Asís, transcurría loma arriba hasta la Iglesia del Santo Ángel Custodio.
Cuál sería la magia que inspiró a Cirilo Villaverde cuando puso a caminar a Cecilia Valdés, mulata guapa, atractiva y zalamera a la que había dado vida, con su contoneo de caderas, por el viacrucis de la cuidad y no satisfecho con ello, sitúa en la ficción de su novela, un crimen pasional, donde el mulato José Dolores Pimienta, instigado por los celos de Cecilia, mata a Leonardo Gamboa su amante, justo al salir de su ceremonia de bodas.
Hasta aquí, nos hemos adentrado en la trama de la primera novela costumbristas cubana, pero cual sería mi asombro, cuando me adentro en la Iglesia y en dirección a la pila bautismal, leo una inscripción que reza “En esta parroquia recibieron sus aguas bautismales el presbítero Félix Varela y nuestro Apóstol José Martí”.
Créeme, La Habana Vieja despierta tantas emociones encontradas, que incluso al buen caminante, le tiemblan las piernas.
¿Te das cuenta ahora? Novela, zarzuela, viacrucis e historia, de esa amalgama de hechos reales y mágicos, surgió nuestra nacionalidad e idiosincrasia y a ellas debe su encanto nuestra Habana Vieja.
Todo cubano debe visitar esta hermosa iglesia y descubrir los misterios q encierra además de los ya dichos.
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Todo cubano debe visitar esta hermosa iglesia y descubrir los misterios q encierra además de los ya dichos.
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