Lo Real Maravilloso

El calentamiento global está contribuyendo a que los fenómenos meteorológicos y climáticos sean cada día más extremos. A lo largo del año 2023, se han batido récords climáticos y se han producido fenómenos meteorológicos extremos que han dejado un rastro de devastación y desesperación en todo el mundo.

Se hacen necesario destacar, sin caer en el catastrofismo de los sensacionalistas, que los eventos naturales se han hecho más extremos rompiendo todos los récords históricos:

– Las olas de calor se han vuelto más frecuentes e intensas debido al calentamiento global. Por ejemplo, en Europa, la ola de calor de 2003 causó miles de muertes debido a las altas temperaturas.

– El aumento de la temperatura del océano contribuye a la formación de huracanes más poderosos. Huracanes como Katrina (2005) y Harvey (2017) causaron devastación y pérdidas significativas; mientras el huracán Dorian (2019) fue uno de los más fuertes jamás registrados en el Atlántico.

– El calentamiento global aumenta la evaporación y la humedad en la atmósfera, lo que puede dar lugar a lluvias más intensas e inundaciones. Ejemplo de ellas, las inundaciones en Houston, Texas durante el huracán Harvey, reportadas como excepcionales.

– El cambio climático también está relacionado con sequías más prolongadas y severas como las reportadas en California entre 2012 y 2017, las más intensas en su historia.

– El aumento de las temperaturas está provocando el derretimiento acelerado de los glaciares y las capas de hielo en todo el mundo. Por ejemplo, el glaciar Pine Island en la Antártida está perdiendo hielo a un ritmo alarmante y ambos polos pierden su tamaño, como así lo demuestras las fotografías tomadas por los satélites.

– Las altas temperaturas y la sequedad aumentan el riesgo de incendios forestales. Los incendios en Australia durante 2019-2020 fueron devastadores.

Los eventos extremos son señales claras de que el cambio climático está afectando nuestro planeta y a todos ellos hemos dedicado tiempo y espacio en Lo Real Maravilloso, como si estuviésemos sentados en la orilla observando desde lejos lo que sucede a otros, pero esto no es así, tal es el caso del evento meteorológico extremo observado el pasado viernes y madrugada del sábado, en La Habana y Artemisa, cuándo los fuertes vientos, tornados y la caída inusual de granizos de gran tamaño produjo enormes daños y puso en riesgo la vida de los habitantes de la capital de Cuaba y sus alrededores.

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Entre las 20H00 horas locales del pasado viernes y las 02H00 del sábado, se registraron lluvias significativas y eventos meteorólogos severos inusuales en la región occidental de Cuba, de acuerdo con medios locales.

Desde las redes sociales decenas de cubanos reportaron la situación que se vivió durante el temporal, mientras otros usuarios presentaron los daños que dejó el vendaval en sus respectivos domicilios.

Las intensas lluvias acompañadas de granizadas en La Habana, especialmente al municipio de San Miguel del Padrón, dejaron imágenes parecidas a las nevadas, caída de árboles, afectaciones a viviendas y automóviles.

El meteorólogo Elier Pila publicó en su perfil de Twitter que la tormenta eléctrica fuerte avanzó por la provincia de Artemisa, donde en la localidad de Guanajay también se reportó caída masiva de granizos.

El Gobierno de La Habana publicó en sus redes sociales que en ese territorio se reportaron inundaciones en varias comunidades que obligaron a la evacuación de personas; incluso la crecida del río Luyanó interrumpió el paso por Vía Blanca.

Asimismo, el movimiento de las bandas de nublados vinculados con la zona frontal ocasionó tormentas locales severas en los municipios de Boyeros y Cotorro, con perjuicios en viviendas, edificios multifamiliares y casas de cultivo.

Las mayores afectaciones ocurrieron en los municipios de Boyeros, Diez de Octubre, Cotorro, San Miguel, Arroyo Naranjo, La Lisa y Cerro.

Las fotografías que muestro, demuestran el tamaño y la magnitud de la masiva caída de granizos, evento inusual en nuestro país, si se tiene en cuenta que, en Cuba, la temperatura promedio permanecen en los 70 y 80 grados Fahrenheit (21 a 27 grados Celsius) durante todo el año.

El invierno en Cuba es agradablemente cálido en el occidente y bastante caluroso en el oriente del país, con temperaturas diurnas alrededor de 26 grados Celsius (79 °F) de diciembre a febrero en La Habana, y alrededor de 28 °C (82 °F) en las áreas más al sur. Los meses más calurosos son julio y agosto. La temperatura diurna rara vez supera los 33/34 °C (91/93 °F), pero la elevada humedad hace que el calor sea sofocante.

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