Lo Real Maravilloso

Las Líneas de Nazca son una serie de antiguos geoglifos ubicados en el desierto de Nazca, en Perú, creadas por la cultura Nazca entre el 500 a.C. y 500 d.C. Estas líneas y figuras, trazadas en la superficie del desierto, son tan extensas que solo se pueden apreciar en su totalidad desde el espacio o desde las colinas circundantes. Las figuras representadas incluyen formas geométricas, animales, plantas y formas humanas.

Las investigaciones sugieren que las Líneas de Nazca fueron probablemente utilizadas en rituales religiosos o ceremoniales relacionados con la astronomía y el agua, aunque su propósito exacto sigue siendo un misterio. Se especula que podrían haber sido caminos ceremoniales, representaciones astronómicas o mapas de recursos subterráneos, ya que la región de Nazca es extremadamente árida.

Durante siglos estas figuras, las líneas de Nazca, solo eran conocidas por los pobladores locales. La comunidad científica hubo de esperar hasta 1939, cuando el piloto peruano Toribio Mejía Xesspe las divisó en su magnitud mientras volaba por la región, y al año siguiente el arqueólogo Paul Kosok las identificó a través de vuelos sistemáticos. Esta tarea fue notablemente mejorada con las investigaciones del experto alemán Maria Reiche, en la década de los 50 del pasado siglo, se dedicó a catalogar y proteger este patrimonio histórico.

En 1994, la UNESCO declaró las Líneas de Nazca como Patrimonio de la Humanidad, reconociendo su valor cultural e histórico.

Las figuras más destacadas incluyen “El colibrí”, “La araña”, “El mono” y “El astronauta”, entre cientos de otras. Algunas de estas figuras alcanzan hasta 285 metros de longitud. La técnica utilizada por los nazcas para crear estas líneas consistía en remover las piedras superficiales de color oscuro para revelar el suelo más claro debajo, creando así un contraste que ha perdurado durante siglos.

A pesar de la importancia y el interés que despiertan, las Líneas de Nazca enfrentan amenazas debido al turismo, el crecimiento urbano y el cambio climático. La conservación de estos geoglifos es crucial para preservar una parte significativa de la historia y la cultura de la humanidad, y se han implementado esfuerzos para proteger y mantener este enigmático legado.

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Nuevos descubrimientos.

Recientemente, un equipo del Instituto Nazca de la Universidad Japonesa de Yamagata, en colaboración con “Investigación” de IBM; descubrieron 303 geoglifos previamente desconocidos de humanos y animales, todos de tamaño más pequeño que los vastos patrones geométricos que datan del año 200 al 700 d. C. y se extienden a lo largo de más de 400 kilómetros cuadrados de la meseta de Nazca.

Las nuevas figuras, que datan del año 200 a. C., proporcionan una nueva comprensión de la transición de la cultura Nazca, quienes crearon las icónicas figuras de colibríes, monos y ballenas que forman parte del sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco.

“El uso de IA en la investigación nos ha permitido mapear la distribución de geoglifos de manera más rápida y precisa”, declaro a los medios el arqueólogo Masato Sakai de la Universidad de Yamagata, al presentar la investigación en una conferencia de prensa en la embajada de Japón en Lima el pasado lunes.

El uso de Inteligencia artificial, combinado con drones que vuelan a baja altura, revolucionó la velocidad y el ritmo con el que se descubrieron los geoglifos, según un artículo de investigación publicado esta semana en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).

El documento indicó que si bien “tomó casi un siglo descubrir el total de los 430 geoglifos figurativos de Nazca”, mientras que, utilizando un sistema de inteligencia artificial, “tomó solo seis meses descubrir 303 nuevos geoglifos figurativos”. El modelo de IA detectó de manera eficiente muchos de los geoglifos de relieve más pequeños que eran muy difíciles de apreciar a simple vista. El sistema, también pudo analizar grandes cantidades de datos geoespaciales generados por drones para identificar áreas donde podrían encontrarse más geoglifos.

Johny Isla, arqueólogo jefe de las Líneas de Nazca de Perú, afirmó que el uso de drones e IA representa un salto cuántico para el estudio arqueológico en la zona: “Con un dron se pueden recorrer varios kilómetros en un día”. “Lo que antes llevaba tres o cuatro años de trabajo arduo y continuo, hoy se puede realizar en dos o tres días”.

Agregó que los geoglifos recién descubiertos eran tan pequeños, de entre tres y siete metros de diámetro, que no habrían sido detectados por los vuelos del pasado que descubrieron las imágenes, líneas y trapecios gigantes que entrecruzan la vasta llanura desértica de Nazca.

Las misteriosas líneas que atraen a decenas de miles de turistas cada año incluyen una misteriosa figura humanoide conocida como el “astronauta”, animales y vastos patrones geométricos que incluyen espirales y trapecios perfectamente formados que se extienden por kilómetros.

Los nuevos geoglifos también diferían de los vastos patrones geométricos y figuras zoomorfas de la cultura Nazca en su significado, explicó Isla.

“Podemos decir que estos geoglifos fueron hechos por humanos, para humanos, a menudo muestran escenas de la vida cotidiana”, afirmó. “Mientras que los geoglifos del período Nazca son figuras gigantescas hechas en superficies mayoritariamente planas para ser vistas por sus dioses”.

Los geoglifos más antiguos y más pequeños podrían haber sido utilizados como signos, dijo, o representar grupos familiares o de parentesco, pero probablemente carecían del significado ritual vinculado al agua y la fertilidad de las líneas más grandes, dibujadas más tarde.

Las nuevas figuras incluían grandes geoglifos lineales que representaban principalmente animales salvajes, pero también incluían figuras sangrientas que mostraban humanos sosteniendo cabezas decapitadas, humanoides abstractos y camélidos domesticados, como llamas y alpacas.

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