“Mientras dura la mala racha, pierdo todo. Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria: pierdo llaves, lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras. Yo no sé si será gualicho de alguien que me quiere mal y me piensa peor, o pura casualidad, pero a veces el bajón demora en irse y yo ando de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro, no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo de que se me caiga la vida en alguna distracción”.
Eduardo Galeano.
Esta frase de Galeano retrata con maestría la sensación de vulnerabilidad y desamparo que acompaña a los momentos de crisis. Con su estilo característico, combina lo cotidiano y lo metafísico: la pérdida de objetos físicos se entrelaza con la pérdida de la memoria, la identidad y, finalmente, el miedo a perder la vida misma.

El tono es a la vez poético e irónico, como si el destino jugara con el protagonista de forma caprichosa. La referencia al gualicho (hechizo o maldición) introduce un matiz casi mágico, un intento de explicar lo inexplicable. Sin embargo, más allá de la superstición, el texto refleja una experiencia universal: cuando todo parece salir mal, uno llega a dudar incluso de su propia capacidad para sostenerse en el mundo.
La frase de Galeano cobra una resonancia profunda en los contextos de crisis. Cuando un país entra en una espiral de decadencia, la sensación de pérdida se vuelve omnipresente: no solo se pierden bienes materiales, sino también certezas, esperanzas y hasta la memoria colectiva de tiempos mejores. Como en el texto, las crisis estructurales no son solo económicas, sino también existenciales; la sensación de desamparo es tan grande que hasta la propia identidad parece resquebrajarse.
La referencia de Galeano al gualicho es una metáfora perfecta de esa sensación de fatalidad, como si una maldición pesara sobre el destino. Y cuando el “bajón” se prolonga demasiado, el miedo a la desaparición deja de ser solo una inquietud personal y se convierte en una certeza histórica. La vida misma se va disolviendo en la distracción de la desesperanza.
Eduardo Galeano (1940-2015), el escritor y periodista uruguayo; fue una de las voces más influyentes de la literatura latinoamericana, conocido por su estilo que mezcla historia, ensayo, crónica y narrativa.
Su obra más famosa es Las venas abiertas de América Latina (1971), un libro que analiza la explotación económica y social de América Latina por parte de las potencias coloniales y neocoloniales. También es célebre su trilogía Memoria del fuego (1982-1986), una ambiciosa reconstrucción poética de la historia del continente.
Galeano tenía un estilo literario único, con textos breves, poéticos y profundamente críticos. Sus escritos abordan temas como la injusticia, la identidad, la memoria y la lucha de los pueblos. Su trabajo lo convirtió en un referente del pensamiento progresista en América Latina.
#LoRealMaravilloso
#PeriodismoCrítico

Me encantan las reflexiones de Eduardo Galeano, siempre tan cercanas.
Namaste
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Nos gustan a muchos, y de tan cercanas, nos queman los pies. Cordial abrazo
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Nos gustan a muchos, y de tan cercanas, nos queman los pies. Cordial abrazo
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Grandísimo Eduardo Galeano. Le admiro y respeto.
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Y yo te admiro a tí, por tu buen gusto y preferencias literarias. Lindo día.
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Buen dia. La frase es genial, aplicable a todos, y a pesar de la desesperanza que nos embarga, nuestros predecesores en su fraseo popular nos legaron: «No hay mal que por bien no venga»… y como EL BIEN, con tantos apagones y desconexiones, perdio el GPS y tarda en venir, hay que aferrarse a aquello de «Al mal tiempo buena cara» e intentar disfrutar, si cabe la palabra, este aciago tiempo de perdidas que nos toco vivir
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Aciago tiempo de pérdidas y frustraciones, hay mucha razón y praxis en tu comentario. Feliz miércoles de ceniza.
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