Premios Oscar 2025: “Un completo desconocido, Bob Dylan”.

Hay algo inasible en Bob Dylan que el cine rara vez logra capturar. No es solo su talento lírico ni su impacto en la cultura, sino su naturaleza elusiva, esa capacidad mimética de reinventarse sin pedir permiso. James Mangold, en “Un completo desconocido” (A Complete Unknown), no intenta descifrarlo, y quizá ahí reside su mayor acierto. En lugar de una biografía lineal, nos ofrece una inmersión en un momento crucial de su carrera: su llegada a Nueva York en 1961, su ascenso en la escena folk y, sobre todo, su polémica electrificación en el Newport Folk Festival de 1965.

La película biográfica de drama musical estrenada en 2024; se centra en la vida del icónico músico Bob Dylan, en su ascenso en la escena musical de Nueva York a principios de los años 60 y su controvertida transición del folk al rock eléctrico.

Timothée Chalamet, en el papel de Dylan, no imita, sino que encarna. Su interpretación es un ejercicio de matices, un trabajo minucioso que va más allá de la voz nasal y los gestos erráticos del músico. Chalamet canta en vivo, toca guitarra y armónica, pero, sobre todo, logra transmitir la energía inquieta de un joven que desmantela las expectativas impuestas sobre él. En sus ojos se intuye la inteligencia felina del Dylan de aquellos años, esa mirada entre desafiante y divertida que anunciaba que haría exactamente lo que quisiera, sin importar a quién decepcionara.

Mangold, que ya había explorado el biopic musical con “Walk the Line”, evita la estructura rígida del género y opta por una narración fragmentada, casi impresionista. Más que un relato cronológico, “Un completo desconocido” es un ensamblaje de momentos, una colección de instantes que, juntos, componen un retrato vívido del artista en plena transformación. La fotografía de Phedon Papamichael recrea la bohemia neoyorquina con un grano melancólico, mientras que la puesta en escena del Newport ’65 es un torbellino de energía y tensión: los abucheos del público, las miradas incrédulas, la tormenta eléctrica que se desata en el rostro de Dylan.

Edward Norton, como Pete Seeger, aporta un contrapunto fascinante, encarnando el dilema de una generación que vio a su joven profeta convertirse en traidor. Monica Barbaro, como Joan Baez, ofrece una interpretación sobria y elegante, y Elle Fanning, en el papel ficticio de Sylvie Russo (inspirado en Suze Rotolo), da una dimensión íntima al retrato del Dylan enamorado, antes de que la fama lo volviera hermético.

Sin embargo, la película no es perfecta. En su afán por captar la esencia del personaje, a veces se desliza hacia lo difuso, y algunos críticos han señalado que el guion de Mangold y Jay Cocks esquiva las contradicciones más espinosas de Dylan. No obstante, quizás esa evasión sea deliberada. Dylan siempre ha sido un rompecabezas sin solución definitiva, y cualquier intento de explicarlo con una narrativa cerrada habría resultado falaz.

“Un completo desconocido” no busca domesticar el mito ni ofrecer respuestas claras. Como la música de Dylan, la película es ambigua, vibrante, llena de pliegues. No es una biografía exhaustiva, pero sí una exploración emocional y estética de un artista en plena mutación. En un año de biopics musicales convencionales, esta película se alza como un homenaje a la incertidumbre, a la belleza de no ser comprendido del todo. Y en eso, como en Dylan, reside su grandeza.

Un completo desconocido (A Complete Unknown), dirigida por James Mangold y nominada a 8 premios Oscar en la 97.ª edición de los Premios de la Academia (2 de marzo de 2025), ha generado argumentos y críticas a favor de su posible victoria como Mejor Película.

Timothée Chalamet, nominado a Mejor Actor, ha sido aclamado por su actuación eléctrica y convincente, capturando el genio y la frustración de Dylan sin caer en la imitación. Su trabajo ha sido descrito como “la interpretación del año”, destacando su habilidad para cantar en vivo, tocar guitarra y armónica, y transmitir los matices del personaje. Su actuación no solo es vista como un logro técnico, sino como una representación profunda del conflicto interno de Dylan, lo que eleva la película como un todo.

La película tiene un 81% de aprobación en Rotten Tomatoes y un 70/100 en Metacritic, con críticas que la describen como “uno de los mejores biopics musicales en años”, simultáneamente, los espectadores le otorgaron una calificación “A” en CinemaScore y un 93% de aprobación en PostTrak, indicando una recepción sólida tanto de críticos como de público.

En un año donde compite con filmes como Emilia Pérez (13 nominaciones), The Brutalist y Wicked (10 nominaciones cada una), Un completo desconocido se destaca por su narrativa accesible y su conexión con una figura icónica. Aunque no lidera en nominaciones, su calidad integral y su impacto cultural podrían darle una ventaja en la categoría de Mejor Película.

En resumen, “Un completo desconocido” tiene argumentos sólidos para ganar el Oscar a Mejor Película por su narrativa innovadora, dirección magistral, actuaciones destacadas (especialmente de Chalamet), impacto cultural y calidad técnica. Aunque enfrenta competencia fuerte, su recepción positiva y relevancia histórica la posicionan como una contendiente seria en la 97.ª edición de los Premios de la Academia.

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