La catedral de Nuestra Señora (en francés, Cathédrale Notre Dame) es una catedral de culto católico, sede de la archidiócesis de París, la capital de Francia.
Se trata de uno de los edificios más señeros y antiguos de cuantos se construyeron en estilo Gótico. Se empezó su edificación en el año 1163 y se terminó en el año 1345. Dedicada a María, madre de Jesucristo, se sitúa en la pequeña Isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena.
Iniciada su construcción en el año 1163, existe en la catedral una dualidad de influencias estilísticas: por un lado, reminiscencias del románico normando, con su fuerte y compacta unidad; por otro lado, las innovaciones arquitectónicas del gótico, que son las que han dado más fama al edificio. Se trata de uno de los edificios más señeros y antiguos de cuantos se construyeron en estilo gótico.
La estructura general de la catedral de Notre Dame, con sus muros gruesos y sólidos, es una característica de la arquitectura románica, que prioriza la estabilidad y la durabilidad. La fachada principal es un buen ejemplo de ello, al mostrar la solidez y grosor característicos del románico, con los grandes contrafuertes que sostienen el edificio.
En contrapunto, la aguja de la Catedral de Notre Dame de París, conocida como la «flèche«, es una de las características más reconocibles y emblemáticas de esta magnífica estructura gótica. La aguja original fue desmontada en el siglo XVIII, dando lugar a la versión que la mayoría de la gente reconoce hoy en día, diseñada por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc durante su restauración en el siglo XIX y reconstruida sin modificación alguna tras su destrucción total en el incendio ocurrido en la fatídica tarde del 15 de abril de 2019.


La aguja se eleva a una impresionante altura, alcanzando los 96 metros. Este rasgo refleja la ambición de la arquitectura gótica de elevarse hacia el cielo, simbolizando la aspiración espiritual, fue construida principalmente de madera, revestida de plomo, lo que le da su distintivo brillo. La combinación de materiales también muestra la habilidad de los artesanos góticos para lograr sus objetivos estéticos y estructurales.
La aguja presenta una abundante decoración con figuras esculpidas, incluidos los 12 apóstoles y otros santos, que miran hacia diferentes direcciones. Esta ornamentación es típica del gótico, que busca crear una sensación de movimiento y vida en la piedra. La estructura de la aguja está soportada internamente por contrafuertes y refuerzos que son esenciales para mantener su estabilidad. Este uso ingenioso del apoyo estructural es un sello distintivo de la ingeniería gótica.
A pesar de su tamaño y altura, la aguja tiene una apariencia ligera y delicada, lograda mediante la disposición vertical de sus elementos y la profusión de detalles ornamentales que dirigen la mirada hacia arriba.
Las catedrales góticas surgen, íntimamente ligadas a la idea del esplendor y la monumentalidad, a efecto claro de las necesidades y aspiraciones de la sociedad de la época. No solo surge en visión neoplatónica de la materia, con motivaciones religiosas y artísticas, sino que además asciende con la intención de una propaganda clerical del poder real, frente a la predominancia de la nobleza feudal y el clero de aquella época.
La arquitectura gótica puso especial énfasis en la ligereza estructural y la iluminación de las naves del interior de los edificios. Surgió del románico, pero acabó oponiéndose a los volúmenes masivos y a la escasa iluminación interior de sus iglesias. Se desarrolló fundamentalmente en la arquitectura religiosa (monasterios e iglesias), teniendo su mayor éxito en la construcción de grandes catedrales, secular tarea en que competían las ciudades rivales; aunque también tuvieron importancia la arquitectura civil (palacios, lonjas comerciales, ayuntamientos, universidades, hospitales y viviendas particulares de la nueva burguesía urbana) y la arquitectura militar (castillos y murallas urbanas).

La arquitectura gótica es un instrumento poderoso en el seno de nuestra sociedad, que ve transformarse la vida urbana a un ritmo acelerado. La ciudad resurge con importancia en el campo social y económico, como espejo de las crecientes relaciones comerciales. La burguesía adinerada y la influencia del clero urbano ascienden. Como resultado, vemos una sustitución de las necesidades de construcción religiosa fuera de las ciudades, en las comunidades monárquicas rurales, por el nuevo símbolo de la prosperidad urbana: la catedral gótica. Esta arquitectura se convierte en el núcleo, no solo intelectual, sino también cultural de nuestra ciudad medieval. A su alrededor se celebran festivales, oficios religiosos y actividades comerciales. Y como respuesta a la búsqueda de una nueva dignidad creciente en el seno de Francia, surge la catedral de Notre Dame de París.
#LoRealMaravilloso

Estupendo documento informativo
Gracias. Un abrazo, amigo.
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Gracias a ti querida Azurea, mucho me complace que te gusten mis posts. Feliz fin de semana.
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Siempre que voy a París voy a visitar esta catedral. Es una joya arquitectónica, afortunadamente ya ha sido restaurada después del terrible incendio que sufrió y se puede visitar. Una información magnífica, querido Volfredo. Un abrazo.
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Querida Marylia, he seguido muy de cerca el proceso de restauración de Notre Dame y la Catedral ha vuelto a renacer, esta vez más protegida contra los desastres naturales, hoy y mañana volveré sobre ella, hay muchas historias que no quiero queden en el tintero. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.
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Catedral hermoso
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Muy hermosa querida Rebecca, con muchos valores artísticos, leterarios, historicos y sociales, ella es por si misma, la historia de Francia.
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hermosa, perdon.
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Recientemente restaurada despues del incendio que sufrio en abril de 2019, contrasta la velocidad de su reparacion con los 182 años empleados en su construccuon original.
Simbolicamente, llevados al proceso politico_economico_social llamado Revolucion Cubana pues, ya gastamos los primeros 66 años, nos restan 116 para enrumbar el camino o quien sabe, podemos tomar el impulso recuperativo de la catedral…
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