La literatura infantil, en un sentido clásico o formal, puede entenderse como el conjunto de obras escritas específicamente para ser leídas por o para niños. Esta categoría abarca no solo cuentos, novelas y poesía, sino también fábulas y mitos que han sido transmitidos a través de generaciones. En su esencia, la literatura infantil se caracteriza por su capacidad para educar, entretener y estimular la imaginación de los más jóvenes, a la vez que ofrece una visión del mundo a través de sus narrativas.
Desde un enfoque clásico, se considera que la literatura infantil tiene una doble función: por un lado, se trata de un vehículo de valores y enseñanzas que ayudan a los niños a comprender su entorno; por otro, es un espacio donde la fantasía y la realidad se entrelazan, permitiendo a los pequeños explorar emociones, deseos y temores en un contexto seguro. Autores como Lewis Carroll, con su “Alicia en el país de las maravillas”, o los hermanos Grimm, con sus célebres Cuentos de la infancia y del hogar (1812-1815), han logrado crear universos donde lo imposible se convierte en posible, desafiando la lógica del mundo adulto y permitiendo que los niños sueñen y reflexionen.

El lenguaje en la literatura infantil suele ser sencillo, pero no por ello carente de profundidad. A menudo, juega con la musicalidad, el ritmo y la repetición, elementos que atraen la atención del niño y facilitan la memorización. Así, la literatura infantil se convierte en un espacio de formación no solo de conocimientos, sino también de la identidad. Las historias que se cuentan en la infancia pueden marcar el rumbo de una vida, instilando valores como la empatía, la justicia y la curiosidad. En este sentido, obras como “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry, aunque también destinada a un público adulto, se posicionan en la intersección de lo que es la literatura infantil y el aprendizaje de lecciones universales sobre la amistad y los más nobles valores humanos.
La literatura infantil, en su concepción clásica, es un arte que se nutre de la simplicidad y la complejidad simultáneamente, ofreciendo a los niños no solo un refugio en el mundo de las palabras, sino también una brújula para navegar en la vasta mar de la experiencia humana.
La literatura que se considera sana y educativa para los niños abarca una amplia variedad de géneros y estilos, cada uno de los cuales contribuye al desarrollo integral del pequeño lector. En primer lugar, es fundamental que las obras seleccionadas fomenten la curiosidad y el amor por la lectura, elementos que son esenciales en las primeras etapas del aprendizaje.
Los cuentos de hadas y las fábulas, considerados clásicos del género, han sido parte del patrimonio literario infantil desde tiempos inmemoriales. Estas historias, cargadas de simbolismo y lecciones morales, permiten que los niños se enfrenten a dilemas éticos en un entorno fantástico. Obras como “Los tres cerditos” o “Caperucita Roja” no solo entretienen, sino que también ofrecen reflexiones sobre la perseverancia, la astucia y la valentía. A través de la figura del héroe o la heroína, los niños aprenden a identificar valores como la amistad, la lealtad y la justicia.
La literatura contemporánea también ofrece una rica gama de títulos que reflejan la diversidad del mundo en el que vivimos. Libros que abordan temas de inclusión, respeto por el medio ambiente y la diversidad cultural son fundamentales en la formación de una conciencia social crítica. Títulos como “El gran libro de los valores” de la colección de libros de la editorial Kalandraka, ayudan a los niños a explorar conceptos de empatía y solidaridad, mientras que obras como “La casa de la mosca Fosca” de Claudia Rueda permiten a los más pequeños entender la importancia de la colaboración y la convivencia.
Los relatos que incluyen personajes con los que los niños pueden identificarse, especialmente aquellos que enfrentan desafíos similares a los suyos, resultan extremadamente enriquecedores. Historias de superación personal, como “Matilda” de Roald Dahl, no solo entretienen, sino que también inspiran a los jóvenes lectores a perseguir sus sueños y a defender lo que es correcto, a pesar de las adversidades.
La literatura infantil que invita a la reflexión y a la interacción, como los libros ilustrados que incluyen preguntas o actividades, resulta particularmente valiosa. Estos textos no solo entretienen, sino que también involucran al lector en un diálogo, fomentando el pensamiento crítico y la creatividad en un contexto que va más allá de divertir, y a la vez despierta la curiosidad de los infantes, promueve valores esenciales y les ayuda a construir una comprensión más profunda de sí mismos y del mundo que les rodea. La magia de estas historias radica en su capacidad para acompañar a los niños en su viaje de descubrimiento, alimentando su imaginación y su espíritu crítico a lo largo del camino.
Esta es mi selección de los mejores libros creados para niños, que han dejado una huella imborrable en la literatura infantil. Pido a Dios me de la salud e intelecto necesario, para poder leerlos algún día a mis nietos:
– “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll: Esta obra es un viaje surrealista que desafía la lógica y la razón, llevando a los lectores a un mundo lleno de personajes excéntricos y situaciones absurdas. La curiosidad de Alicia y su valentía invitan a los niños a explorar su propia imaginación y cuestionar la realidad.
– “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry: Aunque es apreciado por adultos, este libro resuena profundamente en los jóvenes. A través de la mirada inocente del principito, se abordan temas como la amistad, la soledad y la importancia de ver con el corazón. Es una obra que invita a la reflexión sobre lo verdaderamente esencial en la vida.
– “Matilda” de Roald Dahl: La historia de una niña prodigio que enfrenta la adversidad con ingenio y valentía se ha convertido en un clásico. Matilda no solo es un modelo a seguir, sino que su amor por los libros es una celebración del poder de la lectura, mostrando a los niños que pueden encontrar su propia voz y hacer frente a los desafíos.
– “Cuentos de la selva” de Horacio Quiroga: Una colección que transporta a los jóvenes lectores al corazón de la naturaleza, combinando la belleza y la brutalidad del entorno salvaje. Quiroga, con su prosa poética, enseña lecciones sobre la vida y la muerte, la amistad y la soledad, haciéndolos reflexionar sobre su lugar en el mundo.
– “Harry Potter y la piedra filosofal” de J.K. Rowling: El inicio de la saga del joven mago ha cautivado a generaciones. La historia de Harry Potter, con su mezcla de amistad, valentía y la lucha contra el mal, no solo entretiene, sino que también aborda temas de identidad y pertenencia, invitando a los niños a encontrar su lugar en un mundo complejo.
– “El gato en el sombrero” de Dr. Seuss: Con su estilo rítmico y sus ilustraciones vibrantes, este libro introduce a los niños en el mundo del lenguaje y la rima. La historia de un gato travieso que trae caos a un día aburrido es una celebración de la diversión y la creatividad, alentando a los niños a dejarse llevar por su imaginación.
– “El soldadito de plomo” de Hans Christian Andersen: En el día de su cumpleaños, un niño recibe una caja de veinticinco soldaditos de plomo. Uno de ellos tiene solamente una pierna, pues al fundirlos había sido el último y no había habido suficiente metal para terminarlo. El cuento “El soldadito de plomo”- es el n.º 12 de la colección de Andersen (La sirenita, Pulgarcita, La princesa y el guisante, El patito feo…).
– “Las aventuras de Tom Sawyer” deMark Twain: Es una novela del autor estadounidense publicada en 1876, actualmente considerada una obra maestra de la literatura. Relata las aventuras de un niño crece en el sur de los Estados Unidos en «St. Petersburg», una población de la costa del río Mississippi inspirada en Hannibal, donde creció el autor.
Cada uno de estos libros no solo ha encantado a los niños a lo largo del tiempo, sino que también ha contribuido a su desarrollo emocional e intelectual, ofreciendo un espejo a través del cual pueden explorar su propia identidad y el mundo que los rodea.
¿Me ayudas a enriquecer el listado? Espero por tus propuestas…
Nuestro análisis continuará en el siguiente enlace:
https://volfredo.com/2024/11/04/evolucion-de-la-literatura-infantil-en-la-era-digital-2/
#LoRealMaravilloso

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La historia de la humanidad está escrita en cada ser humano.
Las historias de libros escritos y tradiciones orales deben reflejar un acontecimiento interno en el niño.
Los sueños de los niños son parte del vocabulario del alma.
Los sueños de los niños están ligados al inconsciente.
Los sueños de los niños no son menos que cualquier epopeya de los últimos milenios.
El primer sueño de un niño suele mostrar el desarrollo de toda su vida en todos los aspectos de lo que el niño recibirá desde dentro y desde fuera.
Las personas que quieren criar hijos se han separado con la mente del alma y del inconsciente.
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Qué más podemos añadir después de esta lista tan precisa y buena que has puesto. Son todos inmejorables, pero me quedo con «El principito» que es atemporal y uno de los libros más influyentes en niños, adolescentes y adultos. Un fuerte abrazo, querido Volfredo.
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Pues los amigos cubanos han propuesto añadir y recuerdan muy bien Corazón, y Mujercitas, dos clásicos juveniles que sin razón han desaparecido. Un abrazo y feliz noche.
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También. Besosss
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😃
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