“Prefiero una Iglesia herida, accidentada, manchada por salir a la calle, que una Iglesia enferma por la comodidad y el encierro de aferrarse a sus propias seguridades” (Evangelii Gaudium). En esta exhortación apostólica, el Papa Francisco enfatiza la importancia de una Iglesia que esté activa y presente en el mundo, incluso si eso significa enfrentar desafíos y dificultades.
El Papa Francisco nos invita a reflexionar sobre la misión de la Iglesia en el mundo contemporáneo. Esta declaración resuena profundamente con la realidad de la Iglesia en Cuba, especialmente en relación con la devoción a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de la isla, que hoy 8 de septiembre celebra su Festividad.

La Virgen María de la Caridad del Cobre es un símbolo de esperanza y unidad para los cubanos. Su santuario en El Cobre es un lugar de peregrinación y devoción, donde los fieles buscan consuelo y fortaleza. La devoción a la Virgen no solo une a los católicos, sino también a los practicantes de religiones afrocubanas, reflejando un sincretismo religioso que es característico de la cultura cubana. Esta exclusividad resuena con la visión del Papa Francisco de una Iglesia abierta y acogedora, que no tema ensuciarse las manos para ayudar a los necesitados. Este enfoque en la acción y el servicio refleja el mandato bíblico de amar al prójimo como a uno mismo (Mateo 22:39).
El Papa Francisco enfatiza la importancia de una Iglesia activa y presente en la sociedad, incluso si eso implica enfrentar desafíos. En sus discursos, a menudo habla sobre la necesidad de justicia, paz y reconciliación. En este sentido, la Virgen de la Caridad del Cobre es vista como un símbolo de esperanza y unidad para los cubanos, en medio de las dificultades y desgarros.
Como dijo el Papa Juan Pablo II durante su visita a Cuba en 1998: “La Reina y Madre de todos los cubanos —sin distinción de razas, opciones políticas o ideologías—, guía y sostiene, como en el pasado, los pasos de sus hijos hacia la Patria celeste y los alienta a vivir de tal modo que en la sociedad reinen siempre los auténticos valores morales”.
El Obispo de Santiago de Cuba, Mons. Dionisio García Ibáñez ha hablado en numerosas ocasiones sobre la importancia de la Virgen de la Caridad del Cobre en la vida de los cubanos. En una de sus homilías, dijo: “La Virgen de la Caridad nos llama a la reconciliación y a la unidad. Ella es un faro de esperanza en medio de las dificultades y un recordatorio constante de que, con fe y amor, podemos superar cualquier obstáculo”. Esta llamada a la reconciliación y la unidad es un eco de las palabras del Papa Francisco, quien en Evangelii Gaudium nos recuerda que “la paz social no puede ser entendida como la mera ausencia de violencia obtenida con la imposición de unos sobre otros” (EG, 218).
Cito el Salmo 32:12, “Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor”. Que la Virgen de la Caridad del Cobre continúe guiando y protegiendo a todos los cubanos, y que su ejemplo de amor y servicio inspire a la Iglesia a seguir adelante, en medio de los desafíos.
María de la Caridad del Cobre, madre de Dios, Tú que conoces el dolor y tuviste en tus brazos a tu hijo crucificado cuando; Tú que conoces el dolor en la amarga divinidad de la madre que ha perdido un hijo. No olvides a tu pueblo que te venera y aclama con devoción, en medio de nuestra desgarrada existencia de hoy.
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¡Amén!🙏
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Bendiciones
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