Las grandes damas del impresionismo: Un rol relegado a la sombra.

El Impresionismo, movimiento artístico que revolucionó la forma de capturar la luz y la atmósfera a finales del siglo XIX, ha sido tradicionalmente asociado con figuras masculinas como Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir y Edgar Degas. Sin embargo, detrás de estos nombres reconocidos se esconde una historia paralela protagonizada por las mujeres artistas que, a pesar de enfrentar numerosos obstáculos y prejuicios, se atrevieron a desafiar las normas de su época y forjar su propio camino dentro del movimiento.

Figuras como Berthe Morisot, Mary Cassatt, Eva Gonzalès y Marie Bracquemond, entre otras, fueron pintoras talentosas, que aportaron una perspectiva única al Impresionismo. Sus obras, a menudo centradas en temáticas cotidianas y domésticas, reflejaban la experiencia femenina de una manera que contrastaba con los temas tradicionales abordados por sus colegas masculinos.

“Verano” de Mary Cassatt (1844-1926). Óleo sobre lienzo Imagen, Fundación Terra para el Arte Americano, Colección Daniel J. Terra.
“La cuna” de Berthe Morisot (1841-1895). Escena de género; Óleo sobre lienzo, 1872. Colección, Museo de Orsay. 

A día de hoy, el mundo del arte reconoce que las mujeres impresionistas aportaron una nueva sensibilidad al movimiento. Sus obras, a menudo centradas en escenas de la vida interior doméstica, constituyen originales pinturas de género que representan mujeres cosiendo, leyendo o jugando con sus hijos y otras muchas actividades domésticas que ofrecen una visión alternativa de la sociedad de la época. También exploraron temas relacionados con la maternidad, la infancia y las relaciones familiares, temas que nunca fueron objetos de atención de los pintores masculinos.

El uso del color y la luz también fue distintivo de las mujeres impresionistas, que utilizaron paletas de colores más claras y pasteles, y pinceladas sueltas y delicadas que contrastaban con sus colegas masculinos. Esta estética más suave y atmosférica reflejaba su particular visión femenina del mundo que les rodeaba.

Reglón aparte merece, Suzanne Valadon (1865-1938), ejemplo emblemático de las dificultades y discriminaciones que enfrentaron las mujeres pintoras del impresionismo. Su camino hacia el arte estuvo marcado por la adversidad. A los 19 años, se convirtió en modelo para artistas como Pierre-Auguste Renoir y Henri de Toulouse-Lautrec, quienes la animaron a explorar su propio talento artístico. Suzanne se enfrentó a numerosos obstáculos debido a su género y origen social, mientras los críticos y el público masculino cuestionaban su capacidad como artista, considerándola una simple modelo que se había atrevido a pintar.

Suzanne Valadon. La habitación azul, 1923. Centre Pompidou, Musée national d’art moderne – Centre de création industrielle, París.

Las mujeres impresionistas tuvieron que luchar con todas sus energías por el reconocimiento y la aceptación en un mundo artístico dominado por hombres. Ellas fueron excluidas de importantes exposiciones, y recibían meras críticas condescendientes mientras sus obras se vendían por precios más bajos que las de sus homólogos masculinos.


El contexto adverso de las féminas del impresionismo.

Las mujeres que aspiraban a ser artistas en el siglo XIX enfrentaban una serie de obstáculos, en ocasiones insorteables. La educación artística formal era en gran medida inaccesible para ellas, y a menudo se las desalentaba de seguir una carrera profesional en el arte. Prejuicios arraigados en la sociedad de la época dictaban que las mujeres debían dedicarse al cuidado del hogar y la familia, dejando poco tiempo y espacio para la creación artística. Salirse de esta regla implicaba críticas y marginalidad inmediata.

A pesar de estas dificultades, las mujeres impresionistas perseveraron y encontraron formas de desarrollar su talento. Algunas, como Berthe Morisot, provenían de familias adineradas que podían apoyarlas financieramente, mientras que otras, como Mary Cassatt y Suzanne Valadon, tuvieron que abrirse camino por sí mismas y luchar por su independencia económica.

Pese a los muchos obstáculos que enfrentaron, las féminas del impresionismo dejaron un legado duradero en el mundo del arte y sus obras han sido revalorizadas en las últimas décadas, y hoy  son reconocidas como figuras importantes dentro del movimiento.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer para reconocer plenamente las contribuciones de estas artistas. Muchas de sus obras permanecen en colecciones privadas o almacenes de museos, y su historia aún no se cuenta en su totalidad. Es importante seguir investigando y difundiendo su trabajo para que las mujeres impresionistas ocupen el lugar que les corresponde en la historia del arte.

Este es el inicio de una serie que pretende el rescate de estas ilustres y rompedoras féminas, que bien merecen el lugar que hoy ocupan en la historia del arte: Muestra historia mágica recién comienza…

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21 respuestas a “Las grandes damas del impresionismo: Un rol relegado a la sombra.

    1. Elvira, que gusto saber que estás siempre del otro lado de la línea, con tu presencia encantadora y tu cautivante culinaria. Lindo domingo y un abrazo, aquí estamos apagados 18 horas al día desde hace un mes, terrible. Lindo domingo para tí.

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    1. Feliz inicio de semana querida Elvira, ahora es que puedo responder tu comentario, es la 1,46 am aquí en Cuba. No tuvimos luz en todo el domingo, es algo terrible y no hay solución, el barco hace agua de forma irremediable. Un abrazo y linda y bendecida semana para ti.

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  1. Lamentablemente y esto también ha ocurrido en el arte que la figura femenina ha sido un poco renegada a la sombra por razones que se adelantan a su época o por simplemente el machismo,aunque en muchas ocasiones su aporte a sido muy fundamental en el arte. Gracias por hablar de estos temas que muy poco gente toca . Saludos.

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    1. Estimado amigo Polo, la discriminación hacia las mujeres es un fenómeno presente en todas partes, y mucho daño ha hecho en todas las esferas, excluirla y marginarlas es un error que muchos se niegan a aceptar. Es esta semana volveré sobre el tema, hay mucha «tela por dónde cortar». Es un gusto desearte una feliz semana. Un abrazo

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  2. Querido Volfredo, darte las gracias por comenzar una serie de mujeres talentosas que, desgraciadamente, permanecen en el anonimato. Grandes pintoras eclipsadas por sus colegas masculinos.
    En España también ha ocurrido. Un ejemplo, entre muchos, fue Maruja Mallo, de la generación del 27, gran pintora del surrealismo, relegada totalmente. Una mujer de vanguardia que ha costado darle su lugar en la historia.
    Un abrazo, amigo.

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    1. La discriminación de género fue evidente en los pintores impresionistas, activa, mal intencionada y cruel. Podré mi mejor empeño en enmendar la ofrenda y reparar el daño ocasionado al arte, se trata de una tarea enriquecedora. Cordial abrazo y feliz inicio de semana.

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