“La Libertad guiando al pueblo”, de Eugène Delacroix.

Si tuviéramos que elegir un solo cuadro para representar el espíritu revolucionario francés, probablemente este sería “La Libertad guiando al pueblo”, del artista del Romanticismo Eugène Delacroix (1798-1863).

Pintado en óleo sobre lienzo en el año 1830, esta obra conmemora la Revolución de julio, tres días seguidos de revueltas que habían tenido lugar ese mismo año en la ciudad de París, donde el pueblo francés mostró su inconformidad ante el reinado de los Borbones.

Con gran lujo de detalle y realismo, Delacroix ilustra una apasionante escena que plasma el carácter de Francia como nación. La Libertad, centrada en el cuadro y especialmente iluminada, guía a los habitantes parisinos de distintas clases sociales, desde burgueses hasta campesinos, hacia la victoria.

El lienzo representa una escena en la que el pueblo de París se levanta en armas contra el rey Carlos X de Francia. Este último había suprimido el parlamento por decreto y tenía la intención de restringir la libertad de prensa. Los disturbios se convirtieron en un levantamiento que desembocó en una revuelta de ciudadanos franceses de diferentes clases sociales media y baja.

La Libertad es alegorizada como una mujer de suma belleza. El espectador solo tiene dos posibilidades, el unirse a la masa, o el ser arrasado por ella. El pueblo es la unión de clases: se representa al burgués con su sombrero de copa y empuñando el fusil, al lado un andrajoso y un herido que pide clemencia a Francia. Al fondo aparecen brumas y humos de la batalla que diluyen un barrio francés bastante realista. A los pies de la Libertad un moribundo la mira fijo indicándonos que ha valido la pena morir por ella. La obra se ha convertido en un icono universal de la lucha por la libertad: «He emprendido un tema moderno, una barricada, y si no he luchado por la patria, al menos pintaré para ella». Eugène Delacroix.

“La Libertad guiando al pueblo” 1830, de Eugène Delacroix. Óleo sobre lienzo (2,60 x 3,25 m). Museo del Louvre (París).

La personificación de la libertad en una mujer semidesnuda no es casual: por una parte, los revolucionarios asociaban la patria francesa en tiempos de la república con la figura de una joven simbólica a la que llamaron Marianne. Por otra, su torso femenino desnudo le otorga una relación con lo divino, tal y como ocurre en las representaciones de las victorias aladas o las venus helénicas.


Eugène Delacroix, nacido en 1798 y fallecido en 1863, fue un pintor francés que se convirtió en el abanderado del Romanticismo en el mundo del arte francés. Su obra, vibrante y apasionada, contrastaba con el racionalismo y la frialdad del neoclasicismo, movimiento que dominaba la escena en ese momento.

Virtuoso del color, Delacroix empleaba paletas vibrantes y contrastes audaces para crear composiciones llenas de dinamismo y emoción. Sus pinceladas eran enérgicas y libres, transmitiendo una sensación de movimiento y espontaneidad que cautivaba al público.

A diferencia de los artistas neoclásicos, que se centraban en temas mitológicos e históricos idealizados, Delacroix se interesaba por temas más contemporáneos y dramáticos. Batallas, naufragios, escenas de la cultura oriental y la literatura, incluso momentos de la Revolución Francesa de 1848, fueron plasmados en sus lienzos con una intensidad que reflejaba el espíritu agitado de la época.

Entre sus obras más famosas se encuentran figuran «La muerte de Sardanápalo», una escena llena de dramatismo y sensualidad; «Las mujeres de Argel», obra que refleja su fascinación por la cultura oriental y su obra más famosa que hoy nos ocupa: «La libertad guiando al pueblo», un símbolo de la lucha por la libertad del pueblo francés.

Más allá de su obra pictórica, Delacroix fue un prolífico litógrafo, creando obras que exploraban temas similares a los de sus pinturas. Se dedicó a la decoración mural, dejando obras maestras en edificios públicos como el Palacio de la Bolsa de París y mantuvo un diario personal que ofrece una valiosa perspectiva sobre sus pensamientos, experiencias, y las ideas vigentes en la época.


Vandalismos y restauraciones.

El 7 de febrero de 2013, el cuadro fue vandalizado por un visitante. Una mujer no identificada de 28 años escribió supuestamente la inscripción Architects & Engineers for 9/11 Truth (Arquitectos e ingenieros para la verdad del 11 de septiembre) sobre la pintura. ​ La mujer fue arrestada inmediatamente por un vigilante de seguridad y un visitante. Poco tiempo después, la dirección del Louvre y su sucursal de Pas-de-Calais publicaron un comunicado de prensa, indicando que «a primera vista, la inscripción es superficial y puede eliminarse fácilmente».  Los funcionarios del Louvre anunciaron al día siguiente que un restaurador había limpiado la escritura en menos de dos horas sin dañar la pintura, la cual pudo volver a exponerse durante esa misma mañana. ​

Recientemente, “La Libertad guiando al pueblo” ha tenido que pasar por un nuevo proceso de restauración, llevado a cabo en esta ocasión, por dos expertas del propio museo, Bénédicte Trémolières y Laurence Mugniot.

La restauración se inició en octubre de 2023 y se mantuvo a lo largo de seis laboriosos meses, gracias a los cuales la obra permanece expuesta al público en la sala Mollien, desde el pasado 2 de mayo.

Totalmente restaurado, vuelve “La libertad guiando al pueblo” a la sala Mollien del Museo del Louvre; en exposición permanente desde el pasado 2 de mayo.  

Durante el proceso, las restauradoras lograron eliminar distintas capas de barniz que recubrían el cuadro de óxido y suciedad, modificando su coloración original y eliminando algunos de sus elementos característicos, como las texturas, las transparencias, la tridimensionalidad o los juegos entre luces y sombras.

Esta fue justamente una de las sorpresas descubiertas tras los trabajos de restauración, la asombrosa paleta de colores y la variedad de técnicas utilizadas por Delacroix en su creación, definidas como «un estilo austero pero rico en matices».

La nueva claridad otorgada a la pintura con la restauración, ha revelado una serie de detalles que habían quedado invisibles con el paso de los años, como la posición del niño que corre delante de la Libertad y no junto a ella, las distintas fachadas de los edificios que conforman el fondo de la escena, los disparos que provienen de las ventanas, o los tonos que dan dimensión y movimiento a la figura de la Libertad.

En opinión de sus restauradores, devolver el óleo sus colores originales, no ha sido tarea fácil: «las capas de barniz aplicadas en restauraciones anteriores se han tenido que diluir con mucho cuidado y paciencia para no dañar ninguna capa de su estructura original».

#LoRealMaravilloso

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16 respuestas a “ “La Libertad guiando al pueblo”, de Eugène Delacroix.

  1. Un tema interesante por la expresión gráfica de lo que representa La Libertad derecho de todo ser humano al margen de su condición, como bien representado está en esa pintura.

    En tiempos tan convulsos es una esperanza la Libertad

    Gracias por el artículo, feluz día

    Le gusta a 3 personas

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