La familia Picasso en Cuba. Historia mágica.

Mientras escribía sobre la peculiar relación que existió entre Picasso y Cuba, confieso que disfrutaba emocionado el relato, cargado de afectividad y buenas vibras que sembraron en mí, la necesidad imperiosa de seguir rastreando la historia en busca de información complementaria.

Dos objetivos resaltaban en mi cuaderno de notas, acompañados de sus correspondientes y desproporcionados signos de interrogación, que acorralaban los extremos de las preguntas exprimiéndolas como si fuesen señuelos.

– ¿Qué fue de la descendencia de los Picasso en Sagua la Grande?

– ¿Por qué Picasso no concretó su visita a nuestra isla luego de anunciada en julio de 1967, con motivo del Salón de Mayo?

El sueño se fue a bolina devorado por el instinto, esa rara liebrecilla cerebral que nos carcome desde dentro y nos compulsa a despertar y comenzar a escribir de inmediato sin importar la hora.


Tras huir de la España franquista, el pintor cubano Wilfredo Lam se estableció en París, donde mantuvo una estrecha amistad con Pablo en Picasso; razón por la que no es de extrañar que en varias ocasiones hablasen sobre la existencia de una familia mestiza en su Sagua la Grande natal, que compartía el apellido nada común de Picasso.

Fueron los investigadores cubanos los que se encargaron de comprobar la existencia de dichos nexos y establecer que en 1864 el malagueño Francisco Picasso Guardeño abandonó la península en búsqueda de fortuna, dejaba atrás una esposa y seis hijos, entre ellos a María, madre del célebre pintor. Después de establecerse por un tiempo en Perú, dirige sus pasos hacia Cuba donde se asienta y luego de una breve estancia en La Habana y Cárdenas fija residencia definitiva en Sagua la Grande, Las Villas.

Llamo la atención y puntualizo, que el nombre completo de Picasso es Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso; que luego quedó reducido por razones obvias de carácter práctico a Pablo Ruíz Picasso y en un tercer tiempo, tras el rechazo voluntario del pintor a su apellido paterno, se redujo a Pablo Picasso, como así le conoce la humanidad y aparece documentado en la entrada que ya escribí para ustedes en: Yo, Picasso…

Yo, Picasso en Lo Real Maravilloso.

Finalmente, Francisco; abuelo por línea materno de Pablo Picasso; se enamora de Doña Higinia Velia, con la que tuvo cuatro hijos, que constituyen la raíz del linaje de los Picasso en Cuba.

Dicho así, parece tarea de investigación fácil: “Investigar sobre la descendencia de Francisco Picasso (hermano de la mamá del pintor malagueño) y la cubana Cristina Serra, descrita indistintamente como negra liberta por algunos historiadores, o mulata perteneciente a la aristocracia fundadora de Sagua la Grande, por otros.

Doña Higinia Velia de Picasso falleció a los 54 años de edad, según la lápida que se conserva en el cementerio de Sagua la Grande. Foto: Maykel González Vivero.

El epitafio situado en la tumba de Higinia Velia de Picasso ha dado pie a una de las leyendas más extraordinarias de la historia de Sagua la Grande: Higinia Velia de Picasso fue una dama de la aristocracia sagüera de la primera mitad del siglo XIX, hija de uno de los fundadores de la ciudad. Algunos investigadores especulan que pertenecía a una rama de la familia Picasso, posiblemente la misma del pintor español Pablo Picasso. Amigos del autor de “Guernica” aseguraban que el propio artista siempre confirmaba la existencia de sus parientes cubanos.

Las leyendas son numerosas y constituyen un reto y punto de partida para investigadores como el cubano Jorge Garrido, que ha llegado a asegurar que Pablo Picasso estuvo de incógnito en Sagua la Grande en busca de sus orígenes familiares, hecho al que nadie da fe hoy.


Familia Picasso–Serra. Segunda mitad del siglo XIX. Cuba.

Motivado por los hechos ya descritos, Lo Real Maravilloso decidió realizar investigaciones paralelas e independientes, hecho común en nuestra nutrida redacción, conformada por un amante único del periodismo libre, que cree por convicción en el milagro bíblico de multiplicación de los panes.

Primero, debo pedir colaboración y así redacté el borrador de mi más elegante petición de ayuda a los potenciales lectores sagüeros, con el siguiente texto:

“Estimado lector, agradecido de antemano por su colaboración y preciado tiempo, solicito de usted con la mayor privacidad y respeto, información de interés sobre las familias de apellidos Picasso asentadas en Sagua la Grande, que a sugerencia del pintor Wilfredo Lam en vida, pueden considerarse familiares por línea materna del pintor español Pablo Picasso, gloria del arte universal. Cualquier información de posible utilidad, de favor, hacerla llegar a nuestro correo lo.real.maravilloso.blog@gmail.com. Muchas gracias”

El silencio recibido como respuesta, hizo que asumiese herramientas de búsquedas más activas y contemporáneas, y qué mejor opción que utilizar el chatbot de ETECSA en Telegram, herramienta que utilizo a diario para la búsqueda en línea de información sobre los usuarios de la telefonía nacional.

En esta ocasión, y aprovechando el respiro acústico entre dos apagones, el éxito de la gestión fue inmediato y un gentil operador automático me dio nombre, teléfonos, direcciones y otros datos de los 6 usuarios con el apellido Picasso acreditado ante la entidad. Dos de ellos como primer apellido.

Escenario uno: Seis de la tarde, justo antes de la comida en Cuba, hora pensada en función del regreso del trabajo y la lectura del periódico luego del relajante baño. Voz: en modo cautivador. Frecuencia: melódica. Lenguaje coloquial en máximo:

Suena el timbre de teléfono fijo, una voz masculina de hombre aparentemente entrado en año responde:

– Buenas tardes, le habla Volfredo, periodista de Lo Real Maravilloso, le llamo porque estoy escribiendo un libro sobre la descendencia del apellido Picasso en Cuba, y usted puede brindarnos información de utilidad que agradezco de antemano.

Silencio prolongado, luego respuesta cortante e hiriente:

– Mire lunático, usted no tiene otra forma mejor de perder su miserable tiempo.

Luego tiró el teléfono a riesgo de romperlo.


Desconozco si la palabra “terquistoférico” existe en español, pero si existiese, ese sería yo, en mi calidad de más que terco o terquísimo. No me di por vencido y al día siguiente me propuse combinar terquedad y sabiduría en una acción conocida por los antiguos romanos como “terquisto sapiens”.

Callejón de Picasso (elipse), barrio de Pueblo Nuevo, Sagua la Grande actual.

Escenario uno: Siete de la mañana, hora más que inapropiada, donde las familias, si no corren, vuelan para llegar a tiempo a trabajo y la escuela, luego de alzarse sobre el artefacto luciferino utilizado para la transportación masiva, conocidos desde la época de los aborígenes taínos como “guagua”.

La hora no importa, la conversación está cuidadosamente estudiada.

Una voz roca, mal humorada y aún dormida, responde con un monosílabo el teléfono, de mala gana y entre bostezos

– Oigo.

Esta vez hablo a prisa y sin rodeos, con autoridad difícilmente contenida:

– Buenos días, le habla un escritor admirador de Picasso. Tengo en mi haber información sobre bienes no reclamados por los herederos del pintor en España, que pueden resultar de vuestro interés. Para ello, es requisito demostrar ante un notario la pertenencia al linaje de los Picasso por línea materna. Tengo a bien comunicarle, que, de demostrarse la evidente relación filial que usted posee, vuestra familia, cumpliría de inmediato con los requisitos legales necesarios para acogerse a la Ley de Memoria Democrática, y optar por la ciudadanía española si así lo consideran. Le hago saber, además, que el prestigioso apellido que ustedes ostentan, les hace acreedores de privilegios especiales.

Nacionalidad española por la Ley de Memoria Democrática.

¡Risa estrepitosa, alegría y colaboración total!; ¡Vuelva a llamar cuantas veces lo necesite; ¡Nuestra familia está a su entera disposición!; ¡No deje de visitarnos!; ¡Es un honor colaborar con usted!…

Pronto tendremos sobre la mesa material suficiente para escribir una enciclopedia sobre la familia Picasso en Cuba, a pecho y puro corazón, porque nuestro blog es y será por siempre expresión del realismo mágico latinoamericano y sus más estrafalarias narraciones.


Nuestra historia continua, yo diría de forma más acertada que recién comienza. Queda mucho por narrar y he dejado para el final una pregunta que he dejado intencionalmente en el aire

– ¿Por qué Picasso no concretó su visita a nuestra isla luego de anunciada en julio de 1967, con motivo del Salón de Mayo?

Esperen un bombazo.

Viene de:

#LoRealMaravilloso

#HistoriaMágica

https://www.volfredo.com


17 respuestas a “La familia Picasso en Cuba. Historia mágica.

  1. Miles y miles de españoles se fueron a Cuba a buscar fortuna (Cuando Cuba era Cuba y era libre) y aquí los conocemos como los indianos, especialmente en el norte, en Galicia, Euskadi y Asturias y por supuesto Catalunya… No me sorprende que muchos de nosotros tuvimos (o tenemos) familia en Cuba porque ningún español jamás se sintieron extraño en la isla, la que fue la siempre fiel. Gracias Volfredo por tan interesantes relatos. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, querido amigo, te cuento que ahora se ha invertido la brújula y son centenares de miles los que buscan en el baúl los documentos del abuelo, tratando de regresar a la semilla. Son todas personas decentes, y deseosos de trabajar, como lo fueron a su vez sus emprendedores abuelos. Es un buen ejemplo de hermandad, que en algún momento ha de conducir a una amplia avenida de bienestar y amor en uno y otro sentido, eso nadie ni nada podrá impedirlo. Un cordial abrazo y feliz día.

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  2. interesanteby ameno relato que has logrado como buen pedagogo dejarme con deseos de seguir leyendo lo q estas por contar en tu próximo artículo sobre el tema. Gracias como siempre por compartir.

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