Kafka y la muñeca viajera.

Una niña llorando en un parque es una visión tan usual que pocos se detienen para averiguar qué le ocurre. Afortunadamente, no fue el caso de nuestra historia hoy. Una mañana de 1923, en su paseo habitual por el parque Steglitz, el escritor Franz Kafka se encontró ante esta cotidiana situación y no puede evitar acercarse cariñosamente a auxiliar a una niña que lloraba.

«Todo lo que amas probablemente se perderá, pero al final el amor volverá de otra manera». Frank Kafka.

La niña se llamaba Elsi y el motivo de su llanto era el extravío de Brígida, su querida muñeca. Kafka trató de consolar a la niña a toda costa y se inventó sobre la marcha una historia llena de fantasías que refleja su profunda sensibilidad humana. Compasivo, decidió asumir el rol de un cartero de muñecas, que entregaba cartas de Brígida para Elsi, donde la muñeca explicaba que se ha ido a vivir maravillosas aventuras a lo largo del mundo.

Tras acordar con la niña regresar al día siguiente para entregarle su nueva correspondencia, corrió a su casa para idear una nueva misiva que aliviase la tristeza de la joven Elsi. De esta manera, tarde tras tarde, Franz Kafka adoptó la más peculiar de las profesiones durante su trágica vida: cartero de muñecas, y emisario del amor.


El escritor Jordi Sierra i Fabra, uno de los grandes hitos de la literatura infantil contemporánea, decidió tomar la historia de la muñeca perdida y las cartas que Kafka escribió a la niña del parque durante dos semanas, para escribir uno de sus libros más conmovedores; “Kafka y la muñeca viajera”; novela premiada de forma merecida con el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil de España, en 2007.

En “Kafka y la muñeca viajera”, Sierra i Fabra indaga en la relación entre niños y adultos, a la vez que se exploran temas como la inocencia, la bondad y la fantasía. Con estilo sencillo, frases cortas y sin grandes ornamentos, cuenta con maestría lo necesario para literaturizar este acontecimiento insólito que considera «bello y lúcido». Se trata de un texto encantador, lleno de emoción en sus páginas, que hace acompañar de bonitas ilustraciones de Pep Montserrat.

El encuentro de Kafka con la niña que perdió su muñeca es una de las anécdotas más conocidas y conmovedoras de su vida. Según el relato de su amigo Dora Diamant, que testificó su base real; Kafka se encontró con la niña en un parque de Berlín en 1923 y le prometió traerle cartas escritas por la muñeca, que supuestamente había emprendido un viaje por el mundo. Durante tres semanas, Kafka le entregó a la niña cartas imaginarias que narraban sus aventuras, hasta que tomó la decisión de regalarle una nueva muñeca con una nota final que decía: «Mi viaje está terminado. He conocido a tantas muñecas, he visto tantas cosas, he vivido tanto que ya no soy la misma. Espero que me quieras como soy ahora, porque te quiero mucho».

Esta historia revela la faceta más humana y tierna de Frank Kafka, escritor que sufrió mucho por la soledad, los conflictos tempranos con su padre que no supo entenderle, y la tuberculosis, enfermedad que luego de un prolongado desgaste le causó la muerte.

A primera vista, una historia aparentemente escrita para niños y adolescentes, descubre tras su lectura una breve, pero conmovedora anécdota que encierra múltiples significados dentro de la literatura universal actual.

La historia de la niña y su muñeca simboliza la pérdida y la búsqueda incansable del hombre a lo largo de su vida. La muñeca perdida representa algo valioso que se ha ido, y Kafka, como escritor, se convierte en un guía o mentor para la niña en su búsqueda. El tema de la búsqueda angustiosa y la pérdida, es recurrente en la obra de Kafka y se refleja en su famosa novela “La Metamorfosis”.

A pesar de su propia soledad y desconexión con el mundo, Kafka supo mostrar compasión y empatía hacia la niña. Su disposición a ayudarla y consolarla revela profunda humanidad y compasión ante la fragilidad humana. Esta compasión trasciende las barreras personales y se convierte en un acto universal de empatía, que caracteriza la obra de un escritor gris que murió en el abandono a temprana edad.

Aunque la muñeca puede ser considerada un simple objeto material, su búsqueda representa algo más profundo, en un mundo aparentemente absurdo y caótico. Kafka, como escritor, trató de descubrir de forma frustre el sentido de su existencia y obra, sentimiento que ha trascendido y hoy forma parte de la identidad del hombre en la modernidad, transcurrido un siglo desde su muerte.

Leer a Kafka, es viajar a lo más profundo de la existencia humana y sus emociones, que encuentran eco en la pérdida, la compasión, la búsqueda y la conexión humana; en un mundo cada vez más, enigmático y desafiante.

Kafka, como escritor, encontró inspiración en esta experiencia surgida de la fantasía, para crear obras que exploran la alienación, la angustia y la esperanza y nos recuerda a todos, que la desolación no siempre es ajena y no debe ser apreciada “desde la orilla”. La problemática existencial surgida de su obra, ha llegado a nuestros días y resuena en la profunda soledad que acompaña al hombre, sumergido hasta la asfixia y devorado por los medios de comunicación y sus herramientas inteligentes que tanto influyen y envenena el pensamiento humano en la modernidad.


“Kafka en la orilla”, es una novela del escritor japonés Haruki Murakami, publicada en 2002.

A finales de 2005, los críticos del suplemento literario del New York Times proclamaron a “Kafka en la orilla”, como la mejor novela del año. Sobradamente reconocido y galardonado, Murakami es a día de hoy uno de los 10 escritores más vendidos de todos los tiempos, superando, con sus escalofriantes números de ventas, las preferencias por los grandes y tradicionales escritores clásicos.

“Kafka en la orilla”, novela del escritor japonés Haruki Murakami publicada en 2002.

En los avatares de la literatura, donde las palabras se entrelazan con la esencia misma de la vida, “Kafka en la orilla”, nos sumerge en el mundo de realismo mágico y las reflexiones existenciales, donde los personajes buscan respuestas a sus conflictos en los rincones más oscuros de su alma.

La trama de la novela se despliega en dos hilos narrativos entrelazados, como las ramas de un árbol que se buscan en el viento. Por un lado, tenemos a Kafka Tamura, un joven de quince años que huye de la casa paterna, llevando consigo el peso de un destino incierto. Su nombre, inspirado en el mismísimo Franz Kafka, nos anticipa la carga existencial de su búsqueda, la lucha contra la soledad, la ausencia materna y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo. El joven Kafka se refugia en una biblioteca privada, donde las palabras de “Las mil y una noches” y las obras de Natsume Sōseki se convierten en su única compañía. Pero su tranquilidad se ve perturbada cuando la policía lo relaciona con un perturbador asesinato.

Por otro lado, la novela nos da a conocer a Satoru Nakata, un anciano discapacitado desde la Segunda Guerra Mundial. Su vida transcurre buscando gatos perdidos, cuando un encuentro fortuito con un camionero lo lleva a emprender un viaje inesperado por las rutas de Japón. Nakata y Kafka están destinados a colisionar, no solo en el plano físico, sino también en el metafísico. Sus historias se entrelazan como hilos invisibles que conectan sus almas.

El mensaje de “Kafka en la orilla” se revela en sus silencios, en las pausas entre las palabras. Es un canto a la soledad, al vacío que todos llevamos dentro. Los personajes buscan respuestas, pero estas no son fáciles de encontrar. La biblioteca de Takamatsu se convierte en un refugio, un espacio donde las palabras se transforman en bálsamo para las heridas del alma. La muerte, la sexualidad, la identidad y la búsqueda de significado a la vida, se entrelazan en un tejido literario que nos envuelve y nos hace cuestionar nuestra propia razón.

Murakami crea su propio universo, donde los límites entre lo real y lo imaginario se desdibujan en un apasionante laberinto de símbolos y metáforas, donde cada página es un paso hacia lo desconocido.

Sin temor a errar, os aseguro que “Kafka en la orilla” es un viaje iniciático, una invitación a explorar los abismos de nuestra propia conciencia, partiendo de nuestro llanto infantil en un parque cualquiera, hasta alcanzar lo más profundo de la soledad y la desesperanza que invade a los ancianos pobladores de las ciudades cosmopolitas y superpobladas donde nadie detiene su paso para auxiliar a una niña que llora la pérdida de su muñeca.

#LoRealMaravilloso

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22 respuestas a “Kafka y la muñeca viajera.

  1. Que rara coincidencia, ni te lo imaginas…estoy leyendo «Kafka en la orilla» , empece a leer esa novela desde hace tres meces y hasta ahora no la he terminado. Mientras tanto he terminado unas cuantos libros más, sin embargo ese libro sigue sin terminarlo. Con Naruki Murakami tengo una larga historia , es que empezaba ya leer algunos sus obras y igual sin terminar. No me convence este escritor , no le creo , me parecen sus textos totalmente artificiales y están escritos, en primer lugar, para conquistar al lector de oeste, ( menciona brevemente todos los cliche de hoy en día) , no se nota ninguna esencia japonesa en sus textos. Bueno , es mi sensación personal. De todos modos tengo el reto de terminar aunque sea un libro de Murakami. Lo de Franz Kafka y la historia de la niña y su muñeca , es genial. Un abrazo.

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  2. KAFKA me llegó en mis días de liceo. Entonces queríamos leer a Poe. Para el 72/73 la oferta no pasaba de títulos que habían pasado la prueba. Con Poe lo teníamos mas fácil. La televisión de viernes a la noche se despachaba entre series, con algunos títulos emblemáticos de la dupla Hammer/Corman. La fosa y el péndulo La máscara de la muerte roja, El cuervo., Tenía un amigo que tenía un libro enorme y desvencijado, mas de mil paginas, que recopilaba cuentos de terror de todo tipo y época. Ahí me llegó Lafcadio Hearn. Debió pasar el milenio para poder encontrar más material de Hearn. Con Murakami, fue otra odisea. Por años fue una autor con nombre, pero sin libros. No siempre todo pasado ha sido mejor. Si, de algunos pasados llegan cosas mejores. Odio las cucarachas.

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    1. Sabes, tenemos un recorrido literario semejante, a pesar del enorme kilometraje que nos separa. En mi época nos iniciamos con Poe, y Quiroga y luego saltamos ya mayorcitos a la literatura existencial de Kafka, Camus y James Joice. Morakami llego después y resulta casi imposible hacerse con sus libros. Cordial y solidario abrazo, amigo.

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  3. Quiroga, para nosotros nos viene desde la escuela. Es nuestro. Así que no debía faltar. El almohadón de plumas fue el primero de sus cuentos de locura y amores, que leí. Mi señora es de Salto. El mundo ´pequeño. Su abuela fue maestra y directora de escuela y no solo vivió contiguo a la casona de Quiroga sino que ejerció como directora allí. Hasta los 2000 aprox. esa casa fue escuela publica y actualmente es el Museo Quiroga. OTROS. En los últimos 10 años en Argentina Chile y Uruguay se han instalado cientos de editoras. Se nos da la paradoja que muchas veces es posible encontrar editados por estos terruños, libros que no se consiguen en Europa. La cultura y el como se desplaza, tiene sus caprichos temporales.

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    1. Querido amigo, la literatura de Horacio Quiroga es un tesoro en la tradición literaria latinoamericana. Quiroga se sumerge en los abismos de la condición humana. Sus cuentos, con prosa vívida y naturalista, retratan la naturaleza como enemiga del ser humano y llaman mucho la atención a aquellos, que, como yo, nada conocemos de la selva y las culturas fluviales del sur de América. Sus atmósferas opresivas y temibles nos invitan a reflexionar sobre la vida y la muerte, hecho que me impactó desde adolescente y luego se hizo referente obligado de mis modestas escrituras. Si algún día, la magia de nuestras vidas me lleva por Uruguay y Argentina, prometo visitar su casa museo. Un cordial abrazo.

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  4. Thank you Wolfredo! Great post. Kafka is a very deep and moving writer.
    I discovered him with the novel “The Trial”. First, I watched the 1962 Orson Welles film, based on the novel of the same name by Franz Kafka. The film made such an indelible impression on me that I immediately read the novel itself.
    After this, Kafka’s work became necessary for me and delivered extraordinary aesthetic pleasure.
    The story with the doll is very touching. Only such a sensitive person as Kafka could care so carefully about the girl’s feelings.

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    1. Dear friend, the literature of Franz Kafka is a literary treasure that has left a deep mark on the history of writing. Kafka delves into the abysses of individual existence and the individual’s relationship with the world and his narratives, full of surreal situations, alienated characters and absurd bureaucracies; They have made me meditate a lot throughout my life. Through his concise and descriptive language easily understood by a teenager, Kafka conveys the emotional state of his characters and creates an oppressive atmosphere. Although it may be difficult to believe, his literature motivated me from a very young age and since then, he has been a mandatory reference in my writings. Appreciating that, in Moscow, thousands of kilometers from our small island, a friend has made the same literary journey is something that makes me happy and comforts. Thank you very much for your interesting comments, always welcomed.

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