En el año 1904, Sorolla se encontraba en un momento de plenitud artística y personal. Había obtenido el reconocimiento internacional con sus obras sociales y regionales, y había consolidado su matrimonio con Clotilde García del Castillo, con quien tuvo tres hijos: Joaquín, Elena y María.
Ese año, Sorolla pintó uno de sus cuadros más famosos: “Verano”. Se trata de una escena de playa, en la que aparecen su esposa y su hija mayor, vestidas de blanco, paseando por la orilla del mar. El pintor captó con maestría los efectos de la luz solar sobre las telas y las pieles, así como la atmósfera fresca y alegre del verano mediterráneo. El cuadro tiene un formato alargado, que le da un aspecto de friso, y una pincelada suelta y vibrante, que le confiere una gran sensación de movimiento y vida.
Verano fue enviado por Sorolla al Salón de París de 1905, donde obtuvo una gran acogida por parte de la crítica y el público. El cuadro se convirtió en un símbolo de su estilo luminista, que le valió el apodo de “el pintor de la luz”. Actualmente, el cuadro se encuentra en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba.

Al propio año 1904 corresponden otras dos pinturas del Museo nacional de Bellas artes de Cuba, que contienen la misma reminiscencia clásica, ligadas al mar, aunque no vinculadas con el tema de la pesca, sino con el disfrute de la playa. “Verano”, es uno de los varios estudios de figura para esa obra, realizados por el artista durante su preparación.
Hacia finales del siglo XIX, el baño de mar había comenzado a convertirse en una práctica habitual, socializada no solo por el placer que conlleva, sino también por sus efectos sobre la salud. Casi inmediatamente la pintura lo incorporó como tema moderno, aunque mayormente vinculado al ocio en los balnearios de las clases altas. Esta variante del tema fue tratada también por Sorolla tiempo después en las playas del Norte, como San Sebastián y Zarautz, pobladas de figuras elegantes vestidas a la moda; sin embargo, al menos en los primeros años de esta década, el artista llevó a sus lienzos las escenas cotidianas en las playas de Valencia que corresponden al baño de mar de las familias comunes vecinas de la ciudad. Esta circunstancia dota a esas pinturas de una naturalidad esencial que conecta con el espíritu mediterráneo, despojado de todo artificio y enlazado al reconocimiento del cuerpo y el disfrute sano y alegre de la naturaleza.
En la obra “Verano”, el modelo de las esculturas de la Grecia antigua inspira la rotunda volumetría de las figuras y su jerarquización, revelando las formas a través de las telas que se adhieren a los cuerpos, presionadas por la acción del aire y la humedad. Igualmente, la sucesión en primer plano de los niños, captados de perfil, avanzando hacia la joven de la derecha, recuerda las representaciones yuxtapuestas de los relieves antiguos y de los vasos pintados helénicos, evocadas también por las ligeras batas que visten las figuras femeninas y sus peinados. La iluminación en las obras de estos años, aunque incluye las sombras coloreadas tan características en el pintor, permite apreciarlo todo con nitidez, a lo que contribuye el uso de colores claros y bien armonizados.
Para algunos estudiosos, “Verano” es la obra más importante creada por Sorolla en el prolífico año 1904, cuyo positivo impacto en el Salón de la Sociedad de Artistas Franceses de 1905 se ha mantenido hasta hoy en la opinión de los críticos y del público. Su carácter de escena cargada de figuras contribuye a eso, pero en los sucesivos años de esa década el artista realizó un buen conjunto de obras de composición más sencilla que, dentro de esta misma visión estética, alcanza un lugar muy destacado en su producción.
A fines de 1904, Sorolla dejó su taller del Paseo de la Alhambra y se trasladó a otro situado en la calle Miguel Ángel n.º 9, donde permanecería con su familia hasta 1910. Allí pasó el invierno pintando retratos hasta la primavera del año siguiente, cuando viajó a París acompañado de su esposa y de su hija María, entre otras razones, con el propósito de preparar su primera exposición personal para 1906.
Si quieres saber más sobre Joaquín Sorolla y su obra, puedes consultar los siguientes enlaces:
Los títulos de las pinturas, tradicionalmente sostenidos por el MNBA de Cuba, han sido rectificados a partir de su contraste con los que aparecieron en los catálogos de exposiciones personales realizadas en vida del pintor –París, 1906; Berlín, 1907; Londres, 1908; Nueva York, 1909; Chicago, 1911– y en las catalogaciones realizadas por algunos estudiosos del artista –Rafael Doménech, Madrid, 1910; Bernardino de Pantorba, Madrid, 1953; Felipe Garín, Madrid, 1984; Florencio de Santa Ana, Madrid, 1995; Blanca Pons-Sorolla, Madrid, 2009 y Dallas, 2015–. En tales casos, los títulos anteriores aparecen entre paréntesis a continuación del nuevo.
Agradecimiento especial: A Manuel Crespo Larrazábal; curador de la Colección de Arte Español del Museo Nacional de bellas Artes de Cuba.
#LoRealMaravilloso

interesante historia Wolfredo
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Muchas gracias y feliz día, de apoco iré publicando sobre todos los Sorolla de Cuba, es la colección más completa fuera de España.
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Genial 💯
Me encantó. Un cordial saludo 🌞
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Muchas gracias estimado amigo y cordial abrazo.
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Es una maravilla. No conocía esta obra pero me parece sublime. Gracias por compartir. Un abrazo.
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Apace siempre entre las 10 mejores pinturas de Sorolla seleccionada por la crítica, a mí también me fascina, es una obra encantadora y está en la colección del Museo de Bellas Artes de La Habana. Lindo día.
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¡Siento la brisa de mar!
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Indiscutible Rebecca, y lindo día para ti, bañado por usa suave brisa.
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Es impresionante casi puedo sentir el agua y el aire refrescante…
Gracias por compartir querido Volfredo.
Lindo y bendecido día. un abrazo.
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Gracias Elvira, la colección de Sorolla, del Museo Nacional de Bellas Artes es algo de la que estamos muy orgullosos los cubanos. Linda noche y tropical abrazo.
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De nuevo por aquí. Una obra magnífica. Gracias, querido Volfredo. Abrazo.
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Gracias a ti y bienvenida una vez más a Lo Real Maravilloso, es gusto y alegría tenerte de vuelta. Un abrazo grande.
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