«La gente creerá lo que los medios les digan que crean». George Orwell fue sin dudas un visionario que se adelantó a su tiempo, a pesar de su temprana muerte por tuberculosis a los 46 años, y haber vivido los tres últimos años de su vida en hospitales, sometido a tratamientos cruentos.
Hoy resulta innegable, que las redes y grandes medios dominan los canales de la información e inducen de muy diferentes formas a las grandes masas, a pensar en la forma y sentido que los magnates de la información y el poder, tras ellos, quieren que lo hagan.
El periodismo independiente existe, es innegable, pero la difusión de todo cuanto se escribe está controlada por cortinas de algoritmos que bloquean y atrapan de forma automática “aquello que no conviene sea leído”.
El bloqueo de occidente a Rusia ha provocado el aislamiento informático de ese país, que también impone restricciones a todo lo que le llega de afuera. Igual situación ocurre con China, segregada y a la vez segregacionista, y en el mundo musulmán, que no tolera y prohíbe los derechos de la mujer y otras libertades individuales que considera pecaminosa.
Estamos en presencia de mundos protegidos por barreras informáticas, que cuentan con sistemas satelitales propios para evitar las interferencias, bloqueos y espionajes. Esta realidad trae a colación la literatura de las distopías y muchas frases, de vigencia diáfana en la actualidad, de George Orwell.
José María Merino, catedrático de la Real Academia, describe la distopía como la: «representación imaginaria de una sociedad futura con características negativas que son las causantes de alienación moral».
Fahrenheit 451 es un clásico de la novela distópica, publicada en 1953 por el escritor estadounidense Ray Bradbury. El título hace referencia a la temperatura en la escala de Fahrenheit (°F) a la que el papel de los libros se inflama y arde. La trama gira en torno a Montag, un bombero encargado de quemar los libros por orden del gobierno; quien acaba por cansarse de su papel como censurador del conocimiento, decide renunciar a su trabajo y finalmente se une a un grupo de resistencia que se dedica a memorizar y compartir las mejores obras literarias del mundo. La novela ha sido objeto de interpretaciones que se enfocan en el papel histórico que ha tenido la quema de libros para reprimir ideas disidentes desde los tiempos de la ilustración.

En la novela Fahrenheit 451, la sociedad distópica se caracteriza por la censura y la prohibición de los libros. El gobierno ha enmendado la constitución para quitar los derechos del pueblo, y la sociedad se ha obsesionado con los medios de comunicación, la televisión y la radio. La uniformidad o individualidad se expresa a través de los medios y especialmente a través de la TV. La tecnología se ha vuelto tan avanzada que se pueden encontrar televisores de tamaño gigante en todos los hogares y los programas de televisión pueden incorporar el nombre y las preferencias del espectador para que interactúen con el programa. La sociedad perfecta se describe como una sociedad sin religión y libros, donde las ideas no pueden provocar diferencias entre las personas, convirtiéndolas en una argamasa pasiva e ignorante. Los ciudadanos están bajo vigilancia y temor. Los miembros de la familia, los amigos y los vecinos tienen miedo, esto provoca delaciones por tener un libro.
George Orwell (1903-1950), fue un escritor y periodista británico, cuya obra lleva la marca de las experiencias personales vividas. Es conocido por sus dos novelas críticas contra el totalitarismo y publicadas después de la Segunda Guerra Mundial: “Rebelión en la granja” (1945) y “1984” (1949), escrita en sus últimos años de vida y publicada poco antes de su fallecimiento, y en la que crea el concepto de «Gran Hermano», que desde entonces pasó al lenguaje común de la crítica de las técnicas modernas de vigilancia. El adjetivo «orwelliano» es frecuentemente utilizado en referencia al distópico universo totalitarista imaginado por el escritor inglés.
A lo largo de su carrera fue principalmente conocido por su trabajo como periodista, en especial en sus escritos como reportero; a esta faceta se pueden adscribir obras como Homenaje a Cataluña (Homage to Catalonia), sobre la guerra civil española, o El camino a Wigan Pier (The Road to Wigan Pier), que describe las pobres condiciones de vida de los mineros en el norte de Inglaterra. Sin embargo, los lectores contemporáneos llegan primeramente a este autor a través de sus novelas, particularmente a través de títulos enormemente exitosos como Rebelión en la granja (Animal Farm) o 1984. La primera es una alegoría de la corrupción de los ideales socialistas de la Revolución rusa por Stalin. 1984 es la visión profética de Orwell sobre una sociedad totalitarista situada supuestamente en un futuro cercano. Orwell había vuelto de Cataluña convertido en un anti estalinista con simpatía por los trotskistas, definiéndose como un socialista demócrata.
De Orwell, dada su incandescente vigencia que quema a todos, he tomado las frases que ilustran nuestra presentación.

Leer más en: Un raro unicornio conocido como “Periodismo ciudadano”. Disponible en el siguiente enlace.
LoRealMaravilloso
#PeriodismoCrítico

Buen día Volfredo!
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Muy buena entrada. Sigue muy vigente George Orwell hoy en día. Un abrazo.
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Orwell era ya fallecido tres años antes de yo nacer, y sus escritos son tan vigentes, que a veces le considero un ensayista ultra conteporaneo que escribe activo a día de hoy. Así andan las cosas, Un abrazo y feliz inicio de semana.
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A Orwell lo leí con la llegada de la famosa y maldita «Perestroika» . Antes, ni hablar. Fui totalmente abatida después de leer sus obras. !¿Como él lo sabía?! Una cosa es vivir en el socialismo detrás del «telon de acero» sin saber como vive el resto del mundo y otra cosa es como nos mire el resto del mundo. Y se te abren los ojos. Con todo ello hay que ser objetivos, la URSS tenia muchas cosas de presumir. Muchas gracias por la publicación.
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Gracias a ti, es un gusto recibir tus comentarios y participación activa. Hoy solo añado, que existen muchos telones de aceros, quizás el más ridículo y cruel: Corea del Norte, Pero no hay país que no imponga telones y sensuras, algunas de ellas tan sustules, que sus habitantes viven hipnotizados sin percartarse de que viven inmersos en una jaula de cristal. Es un gusto desearte un feliz inicio de semana y un cálido abrazo desde el Caribe.
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Excelente reflexión. Gracias Volfredo!
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Es muy agradable escribir para ustedes Alvaro, cordiales saludos y feliz inicio de semana.
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