Isadora Duncan fue mujer adelantada a su época, que defendió la emancipación femenina y el amor libre, y tuvo una vida íntima llena de excentricidades marcadas por la tragedia. Se declaró atea y feminista, y rechazó la moral y las costumbres tradicionales de su época. Bailaba descalza, con túnicas ligeras y sin corsé, lo que le valió críticas y admiración por igual.

Isadora eligió ser madre soltera, y tuvo tres hijos. Aunque no quiso revelar el nombre de los padres, se sabe que fueron Gordon Craig y Paris Singer, hijo del magnate de las máquinas de coser Isaac Merritt Singer.
El diseñador teatral Gordon Craig e Isadora Duncan se conocieron en 1904 y se enamoraron al instante. Él era un director de teatro, actor, escritor y diseñador escénico británico, innovador y vanguardista. Ella quedó fascinada por su talento y personalidad. Del intenso y breve amor nació su primera hija, Deidre, en 1906. Su relación fue tormentosa y llena de celos. Se separaron en 1909, aunque siguieron manteniendo contacto esporádico. Craig continuó su carrera teatral y tuvo otras ocho hijas con diferentes mujeres. Murió en 1966 a los 94 años.
Paris Singer fue el segundo gran amor oficial de Isadora. Era un empresario y filántropo estadounidense, heredero de la fortuna de las máquinas de coser de Isaac Merritt Singer. Fue un gran mecenas de las artes y apoyó a varios artistas, entre ellos a su pareja sentimental. Se enamoraron y tuvieron un hijo, Patrick, en mayo de 1910. Su relación era apasionada y lujosa, pero también conflictiva y escandalosa. Singer estaba casado con otra mujer y tenía otros hijos. Isadora le reprochaba su falta de compromiso y su infidelidad. Se separaron en 1917, después de la trágica muerte de los dos niños en un accidente automovilístico que lanzó al carro que los transportaba al fondo del río Sena.
En 1911 Isadora conoció al escultor italiano Romano Romanelli en una larga visita que este realizó a Paris cuando el movimiento de vanguardia francés estaba en plena prominencia y florecían las visiones contemporáneas del arte. La obra más notable de Romano durante su estancia parisina fue “El despertar de Brunhild”, 1913, inspirada en la Ópera «Siegfried» de Richard Wagner que se representaba en París en ese momento. Isadora fue la protagonista principal y posó para Romano inicialmente en París y más tarde en Viareggio, Italia. El escultor estaba fascinado con la forma corporal única que Isadora mostraba en su baile y la libertad de sus movimientos que cautivaban intelecto artístico y corazón. De la breve relación de la bailarina con el escultor y poeta nació Menalkas, un niño enfermizo y débil, que sufrió varias complicaciones de salud desde su nacimiento. En 1915, cuando tenía un año, murió de meningitis en Venecia
Isadora fue criticada en vida por sus muchos amantes de diferentes nacionalidades, edades y profesiones. En 1921 conoció al poeta ruso Serguéi Yesenin, y juntos protagonizaron un famoso romance, publicitado como el amor entre el poeta campesino y la diva. Se casaron el 2 de mayo de 1922 y viajaron por Europa Occidental y Estados Unidos. Yesenin regresó a Moscú en mayo de 1923 acosado por el alcoholismo y la nostalgia por Rusia y los pocos meses del divorcio, el 25 de diciembre de 1925, el suicidio por ahorcamiento puso fin a su vida, tenía al morir 30 años.
Isadora Duncan fue una mujer que defendió el amor libre y tuvo muchas relaciones afectivas no oficiales fuera de sus matrimonios. Es difícil saber el número exacto de sus amantes, pero se pueden mencionar los más publicitados por la prensa rosa de la época
Oscar Beregi fue un actor y director de teatro de origen húngaro- judío nacido en Budapest, que conoció a Isadora en 1902. Su relación fue intensa, y terminó cuando él se casó con otra mujer. Isadora quedó embarazada, pero abortó de forma espontánea.
En 1916, Isadora Duncan conoció al compositor y director de orquesta francés André Caplet. De mirada lánguida, rubio y con una cabeza grande sostenida por anchas espaldas, estaba dotado de una pujante personalidad y de un gran dinamismo comunicativo. A este magnetismo natural se le añade un encanto indefinible, que atrajo de inmediato a Isadora Duncan a una relación artística y sentimental, que terminó cuando él se alistó en el ejército durante la Primera Guerra Mundial. Murió en 1925, a los 46 años, a causa de una enfermedad contraída en el frente de batalla.
Jules Grandjouan, fue un pintor, caricaturista y anarquista libertario francés que conoció a Isadora en París en 1919. Tuvieron una relación tormentosa, marcada por las infidelidades y los celos. Se separaron en 1921, cuando él se enamoró de otra mujer.

La literatura bibliográfica relacionada con Isadora Duncan está llena de imprecisiones y hechos difíciles de comprobar en la actualidad, no obste, puede establecerse con certeza que Isadora tuvo varias relaciones afectivas no oficiales fuera de sus matrimonios. Hay otros nombres que se han mencionado entre sus posibles amantes, como el poeta Paul Claudel, el escritor Anatole France, el filósofo Henri Bergson o el pintor Pablo Picasso, pero no hay pruebas concluyentes al respecto.
Isadora Duncan fue una defensora del amor libre y no se limitó a las relaciones heterosexuales. Se dice que tuvo varias relaciones afectivas de naturaleza lésbica con algunas mujeres famosas de su época, aunque no hay muchas evidencias fiables al respecto.
La más reconocida de las relaciones homosexuales de Isadora, fue con la escritora y poetisa estadounidense Mercedes de Acosta. Duncan y de Acosta se conocieron en Nueva York en 1916 y tuvieron una aventura amorosa intensa que duró varios meses y terminó cuando Isadora se casó con Serguéi Yesenin.
De Acosta fue famosa por sus numerosos romances con mujeres célebres como Greta Garbo, Marlene Dietrich o Eva Le Gallienne y durante su promiscua vida homosexual llegó a tener una multitud de compañeras, de las cuales la mayoría eran jóvenes promesas o viejas glorias, incluyendo a la supuesta prometida de Rudolph Valentino, Pola Negri, la escritora Edith Wharton, la escritora y actriz de teatro Katharine Cornell, y la escritora Amy Lowell.
Natalie Clifford Barney fue una escritora y mecenas estadounidense, que vivió en París y creó un salón literario frecuentado por artistas e intelectuales. Fue abiertamente lesbiana y tuvo muchas amantes, entre ellas la poetisa Renée Vivien, la pintora Romaine Brooks y la bailarina Ida Rubinstein. Se dice que también tuvo un romance con Isadora Duncan, pero no existe información fiable al respecto.
Eleonora Duse, fue la más célebre actriz de teatro italiana de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, alcanzó gran fama por interpretar los papeles del escritor noruego Henrik Ibsen. Fue rival de Sarah Bernhardt y amante de Gabriele D’Annunzio. Se rumorea que también tuvo una relación con Isadora Duncan, pero no existen pruebas concluyentes.
También se ha especulado sobre su posible atracción de Isadora por algunas de sus alumnas y discípulas, a las cuales adoptaba; como las llamadas Isadorables, seis bailarinas que la acompañaron en sus giras y que preservaron su legado al morir.
A Isadora Duncan se le atribuyeron muchos otros romances no confirmados con mujeres, tales como la actriz Eleonora Duse o la escritora, poeta, dramaturga y feminista italiana Lina Poletti, aunque algunos artistas que la conocieron de cerca dudan de estas atribuciones.
Victor Seroff, la última pareja romántica de Isadora, comenta en «The Real Isadora«, biografía que escribió sobre ella, que estas declaraciones son flagrantes mentiras, afirmando que en los años que precedieron su muerte a Isadora se le unió un séquito de homosexuales aduladores que la buscaban por su personalidad maternal para que los consolara en sus desavenencias amorosas y que ella, siempre dispuesta a ayudar, los apoyaba y aceptaba que la acompañaran donde fuera, siempre que ella pagara las cuentas, lo cual hacía con gusto dada su personalidad generosa.
No obstante, comenta Seroff, que después de su muerte, estas conocidas de ella, que durante años la siguieron a todas partes, se permitieron publicar historias totalmente fabricadas por «su particular tipo de imaginación». Seroff rechazaba la afirmación de Mercedes De Acosta, poetisa y lesbiana, de haberla ayudado a escribir su autobiografía y aseguraba que Isadora jamás se hubiera sometido a tales circunstancias.
Isadora describe en su autobiografía, intitulada «Mi Vida», sus sentimientos al conocer a la bailarina, actriz, productora y escritora estadounidense Loie Fuller y observar que un séquito de chicas guapas le acariciaba las manos y le daban besos: «En mi extrema simplicidad recordé que mi madre, a pesar del gran amor que sentía hacia nosotros, no nos acariciaba casi nunca, y me quedé verdaderamente estupefacta ante tales muestras de afecto, nuevas para mí».
Mary Desti, su mejor amiga, que estuvo con ella en los últimos dos años de su vida, jamás comenta acerca de relaciones lésbicas, como tampoco lo hace Irma Duncan, su más leal alumna que la acompañó y vivió junto a ella en sus largas estancias en Rusia.
Es cierto, que muchas de las relaciones íntimas atribuidas a Isadora Duncan a lo largo de su azarosa vida carecen de sustento probatorio o son el resultado de testimonios poco fiables, no obstante, queda claro sin dejar espacio a las dudas, que Isadora fue una mujer que amó con libertad y pasión, sin importarle el género o el estatus social de sus parejas, capítulo que a la luz de la terminología sexológica aceptada por la ciencia en la actualidad, la sitúa entre las personas de naturaleza pansexual sin generar y dar lugar a nuevas y mal intencionadas especulaciones.
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🩰
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💯 genial
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Con cuanto detalle escribes sobre Isadora Duncan, una gran bailarina y coreógrafa considerada creadora de la danza contemporánea y cómo tú señalas, una gran mujer adelantada a su tiempo. Gracias por compartir, querido Volfredo. Un abrazo.
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Hice su biografía, en la primera oportunidad hilvano los post y hago un texto. Serás la primera en leerlo. Feliz noche
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