Por qué mueren los albatros.

Las Islas Midway son un atolón de 2.4 millas cuadradas (6,22 km²) localizado en el Océano Pacífico del Norte, a más de 2000 km del extremo noroccidental del archipiélago de Hawái. El nombre de Midway hace referencia a su posición geográfica, a mitad de camino entre América y Asia.

Las islas no tienen habitantes aborígenes y son un territorio no incorporado de los Estados Unidos, siendo su estatus el de área insular a cargo del Departamento del Interior. La economía se sustenta con fondos gubernamentales en su totalidad y tanto los alimentos como otros bienes de manufactura han de ser importados.

En las islas de Midway, contrasta su pequeña población humana no nativa, con la inmensa población de aves. Las cifras son alucinantes; unos dos millones de pájaros se congregan en ella, sobre todo albatros. El ochenta por ciento de la población mundial del albatros de Laysan se encuentra en las Islas Midway, donde sus habitantes les llaman con afecto “pájaros lerdos”, debido a sus interesantes aterrizajes y en especial por sus entretenidos rituales de apareamiento.

Midway dejó de ser una base naval en los años noventa y hoy es un parque natural en el que se refugian junto a millones de pájaros, especies marinas amenazadas, como las focas monje, tortugas verdes y delfines.


En el año 2009, el famoso fotorreportero Chris Jordan conoce de un extraño fenómeno que llama su atención de inmediato y se propuso investigar: miles de albatros y sus crías están muriendo en los atolones de Midway y los cuerpos en descomposición de las aves yacen por doquier.

Jordan se planteó documentar la muerte de las aves marinas que habitan en las islas y conocer la vida cotidiana de sus escasos habitantes y su relación con el medio ambiente.

El resultado del viaje fue una serie de fotografías titulada «Mensaje desde el Giro (Message from the Gyre)», que muestra la magnitud del problema.

Chris Jordan, durante su primera visita a Midway en 2008.

Jordan y su equipo utilizaron una avioneta, una lancha y cámaras digitales para acceder y explorar las islas, donde encontraron miles de cadáveres de aves marinas junto a decenas de fragmentos de plástico que habían ingerido mezclados con los alimentos habituales de su dieta, producto de la contaminación de los océanos.

Dentro del rico material fílmico recopilado por Jordan, una fotografía en especial llamaba poderosamente la atención. La misma mostraba el cuerpo en descomposición de un joven albatros y de su interior brotaban fragmentos de plásticos de variados colores y tamaños, que de forma evidente habían provocado muerte.

Destacada fotografía de Chris Jordan, realizada durante su primera visita a Midway en 2008. La misma muestra un albatros muerto en descomposición de cuyo interior salen múltiples partículas y pequeños objetos plásticos.

Cuando Jordan regresó a Seattle, pensó que había completado este proyecto: «Me despedí de las islas y me fui a casa; luego procesé las imágenes y las comencé a divulgar».

No esperaba que sus fotografías se volvieran virales; aún no había llegado el auge de las redes sociales; pero rápidamente comenzaron a aparecer en revistas y periódicos de todo el mundo.

«Aparecía en todas partes al mismo tiempo», recuerda. Decenas de miles de correos electrónicos se acumulaban en su bandeja de entrada y tuvo que contratar a un asistente a tiempo completo solo para contestarlos todos.

«Muchas personas respondían traumatizadas», recuerda Jordan. «La gente quería ir a Midway y salvar a los albatros, pero el plástico no es algo de esas islas. Es un problema sistémico».

«Lo que hace que mis fotos causen impacto es que la gente reconoce objetos que sin duda ha tirado alguna vez», alegaba Jordan. «Puedes ver pequeños fragmentos de plástico en cosas tan pequeñas como mejillones, ostras e incluso zooplancton, pero lo que nos hace identificarnos es ver cosas que realmente usamos, que han pasado por nuestras manos».

Jordan regreso a Midway en julio de 2010, y pasó cuatro años trabajando en su documental «Albatros», estrenado en 2018, solo un año después de que otras dos importantes películas destacaran los impactos de la contaminación en la vida silvestre marina: la serie de la BBC de David Attenborough «Blue Planet 2» y la galardonada producción de Netflix «A Plastic Ocean» de la cineasta Jo Ruxton.


Los giros (gyre)oceánicos, son gigantescos remolinos producidos por el movimiento de rotación de la Tierra y las corrientes de agua que generan los vientos que se mueven de los trópicos a las zonas polares. Estas corrientes actúan como cintas transportadoras en la que viajan los plásticos que pasan de las cotas hasta las profundas aguas del océano.

El tamaño de islas de desechos plásticos puede ser comparado al de Estados Unidos o Europa y no detienen su crecimiento, porque cada año llegan a los océanos más de 8 millones de toneladas de plásticos.

La isla de plástico más grande del Planeta se encuentra al norte del Océano Pacífico, cerca de las Islas Midway. Se calcula que posee más de 2 billones de piezas y esquirlas de plásticos, (diez veces más unidades que las estrellas que existen en la Vía Láctea), y se extiende por una superficie comparable a tres veces la extensión territorial de Francia.

La durabilidad del plástico hace más dramática la situación. En las gigantescas manchas depositadas en los océanos, aparecen plásticos de todo tipo, tamaño y material, desde sedales de pecas que pueden durar 600 años sin degradarse hasta a bolsas de plásticos que tardan en desaparecer al menos 10 años.

Esquema de la cadena alimentaria marina, que termina en la intoxicación crónica de múltiples especies marinas y pasan de estos al hombre.

Antes de desvanecerse por completos por la acción del mar y el sol, los plásticos se convertirán en pequeños fragmentos que se incorporarán a la cadena alimentaria de los peces y aves marinas y de ellos; en última instancia; pasa al hombre, al ser ingeridos junto con parte de la dieta.

En mayo de 2023, científicos del Museo de Historia Natural de Londres identificaron una nueva enfermedad en las aves marinas causada por la ingestión de plástico. La que denominaron “plasticosis”, para destacar como estas partículas dañan el tracto digestivo de las aves marinas, al producir ulceraciones, sangramientos y perforaciones que producen la muerte masiva de las aves marinas.

Los microplásticos pueden también tener efectos tóxicos en los humanos que ingieren estas sustancias integradas a los tejidos de las especies marinas contaminadas, crustáceos, y caracoles; cuya ingestión es popular en la cocina francesa y en muchas otras naciones.

Uno de los principales efectos nocivos de los microplásticos en los humanos, es la muerte de las células inmunitarias. Además, pueden desarrollar insuficiencia respiratoria crónica por mecanismos no bien conocidos. La ingesta de microplásticos reduce la diversidad bacteriana de la microbiota del colon, además de producir alteración del equilibrio en flora autóctona de los microorganismos presentes.

Recientemente, en París, Francia, se realizó la Segunda Sesión del Comité Intergubernamental de Negociación de Naciones Unidas, cuyo objetivo fue desarrollar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación plástica del Planeta.

Se alcanzó un histórico acuerdo en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, donde acordaron por unanimidad desarrollar un tratado vinculante para poner fin a la contaminación por plásticos, y la convierte en una de las acciones ambientales más ambiciosas del mundo desde el Protocolo de Montreal de 1989, que eliminó por completo las sustancias que extinguen la capa de ozono.

Sin embargo, algunos países muy ricos, entre ellos: China, Estados Unidos, Arabia Saudita y en general los países del cartel petrolero de la OPEP, expresaron su resistencia a estos objetivos, colocando el acento en el reciclaje o en una mejor gestión de los desechos.

Los países más ricos del planeta, que a la vez son los que más contaminan con sus desechos en medio ambiente y sus ecosistemas, están ofreciendo resistencia a la firma del acuerdo. Resulta increíble: ¿Verdad?

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9 respuestas a “Por qué mueren los albatros.

  1. Indudablemente el hombre ser culpable de la extinción de los albastro y de la flora ..increíble todas las complicaciones por el plástico y su tiempo de degradación ,proyectemonos en proteger nuestros mares y océanos

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