Los dioses rotos

Los dioses rotos es una película cubana del 2008, escrita y dirigida por Ernesto Daranas Serrano. La trama presenta una reflexión en torno a perspectivas éticas y morales de un grupo de personajes pertenecientes a distintos niveles socioculturales, entre quienes las clasificaciones de “positivos” y “negativos” no resultan sencillas de otorgar. Drama social, suspense y tragedia comulgan en una historia interesada en resultar amena, universal y consecuente con la realidad a la que se debe.

Los dioses rotos. Director, Ernesto Daranas Serrano, 2008.

Alberto Yarini y Ponce de León fue un famoso proxeneta cubano que vivió a principios del siglo XX en La Habana. Nació el 5 de febrero de 1882 en una familia de la élite y estudió derecho en la Universidad de La Habana, pero abandonó sus estudios para dedicarse al negocio de la prostitución en el barrio rojo de San Isidro, donde se convirtió en el líder de los chulos cubanos que competían con los franceses por el control de las casas de tolerancia.

Yarini era un hombre culto, educado, atractivo y carismático, que se ganó el respeto y la admiración de muchos habaneros, especialmente de las mujeres que trabajaban para él. También era un político y un patriota, que apoyó las luchas por la independencia de Cuba y al Partido Liberal en las elecciones de 1908.

Su vida terminó trágicamente el 22 de noviembre de 1910, cuando fue asesinado a balazos por Louis Lotot, un proxeneta francés que era su rival en el negocio del sexo. Antes de morir, Yarini confesó haber matado a Lotot, aunque las pruebas forenses indicaban lo contrario. Con su declaración, Yarini protegió a sus amigos y partidarios, que fueron absueltos en el juicio por la muerte del francés.

Yarini se convirtió en una leyenda popular, que ha inspirado novelas, películas, canciones y obras de teatro. Su tumba en el cementerio de Colón es visitada por muchos cubanos que le rinden homenaje y le piden favores para enfrentar y proteger sus malos pasos.

La valoración moral de Yarini es un tema complejo y polémico, que ha suscitado opiniones encontradas a lo largo de nuestra historia. Muchos cubanos, en época de la República, lo consideraban un héroe generoso, valiente y culto; y lo admiraban por su elegancia, carisma e influencias política y social. Otros, los más juiciosos, vieron en Yarini a un explotador, un criminal y un vicioso, que se aprovechaba de la miseria y la ignorancia de las mujeres para enriquecerse.

La valoración moral depende en gran medida del contexto histórico, cultural y político en el que se le juzgue, dada la complejidad de su figura y de la época en que vivió. En la vida real, Yarini debe ser criticado por su violencia, arrogancia e inmoralidad, que no deben eximirse a favor la belleza de sus rasgos físicos, con los que deslumbró a las mujeres.

El argumento de la película se centra en Laura, profesora universitaria que investiga la vida de Yarini, y su trágico asesinato. Laura se obsesiona con el personaje y su influencia en la cultura popular cubana, y decide escribir un libro sobre él. Para ello, se adentra en el mundo de la prostitución y el proxenetismo en el barrio de San Isidro, donde conoce a Reinier, un joven homosexual que ejerce la prostitución y le ofrece su ayuda a cambio de dinero.

Laura y Reinier establecen una relación ambigua y conflictiva, marcada por el interés, la atracción y la manipulación. A medida que avanza la investigación, Laura descubre que Yarini no era el héroe romántico que ella imaginaba, sino un hombre cruel y violento que explotaba a las mujeres y se enfrentaba a sus rivales. Laura también se da cuenta de que Reinier es un reflejo de Yarini en el presente, y que ambos son víctimas y victimarios de una sociedad que los margina y los idolatra al mismo tiempo.

“Los dioses rotos” es una reflexión sobre la identidad, la memoria histórica y la moralidad, en el contexto cubano contemporáneo.

La crítica especializada ha valorado positivamente la película, destacando el guion, dirección, fotografía y convincentes actuaciones. La película es una reflexión sobre la identidad nacional, el poder, el sexo y la violencia, y ofrece a la vez una mirada crítica y profunda sobre la sociedad cubana de hoy. Entre sus éxitos debe destacarse la acertada recreación histórica de la época, así como la forma en que la película entrelaza el pasado y el presente, el documental y la ficción, el drama y el humor.

“Los dioses rotos”, fue seleccionada como candidata al Oscar 2010; en la categoría de mejor película de habla no inglesa.

No dejes de verla, te aseguro disfrutarás de una película amargamente real, cargada de la problemática social de nuestros días.

Descargar la película gratis aquí:

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20 respuestas a “Los dioses rotos

  1. Y según, pude conocer, por fuentes familiares en La Habana, tenia un especial y taimado arte, para quitarle o “recoger” el dinero, que ganaban sus 6 mujeres o damas de la noche, entre ellas, la francesita Berta Fontaine, de solo 21 años, de mirada abrazadora e irresistible y forma europea de caminar a través, de los adoquines de la calle Paula.
    Me confesaba mi tío Neno, dueño del bar Dania, en Jatibonico, luego dueño de una bodega, en el reparto de Lawton,que había oído, que a alguna de sus damas de noche, nunca le había hecho el amor, las embrujaba, con sus perfumes franceses, trajes blancos de drill 100, pelo engomado, belleza física masculina, bien definida y una sonrisa carismática, que por momentos, podía parecer, una mueca. Con esos influjos magnéticos messmerianos, dícese, que sólo, bastaba una sonrisa, un inusual acercamiento público y un beso en la frente, para que la afortunada dama de la noche, le entregara todo el dinero, que había recaudado, con tanto, “esfuerzo y sacrificio” tal vez, en una semana e incluso, se le veía hacer actos caritativos, como uno típico, que era, después, de tener el dinero en el bolsillo del saco, indulgentemente, extraía algunos billetes y sin contarlos, los colocaba suavemente en el brazier y entonces, volvía a retribuirla, esta vez, bajando la cabeza (como una reverencia) para depositar, un beso, en el dorso de su mano.
    Gracias Amigo/ Vecino, por este regalo al amanecer.

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    1. Yo creo interesante escribir la biografía de Yarini, contaré con tu ayuda y aportes, será muy interesante y tendremos el mérito de abandonar las narrativas positivista donde sólo se habla de los ángeles y los pecados terrenales brillan ausentes. Un abrazo vecino y no te pierdas la película, es una joya

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  2. Seguramente es una buena película.
    Debo confesar que soy muy mala para ver cine. No puedo quedarme quieta tanto tiempo, casi dos horas. Quizás es mi defecto, aunque si sería en una sala de cine la vería sin problemas.
    Gracias por compartir. Se la pasaré a mi hijo para que la vea.
    Buen día jueves, Volfredo.

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    1. Si tienes oportunidad no pierdas la película, ya verás que te va a gustar. Por otra parte, eres privilegiada, el cine de Argentina ha sido uno de los mejores del mundo desde su creación el pasado siglo. Es un gusto desearte un feliz día, un cordial abrazo.

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  3. Querido Volfredo… de nuevo tu blog es adictivo y aunque tengo el tiempo un poco complicado tengo algo q comentarte… en primer lugar, naci en la linea divisoria de los barrios Belen y San Isidro… casi me molesto con Padura (que atrevimiento el mio!!) cuando dio una direccion del barrio que era imposible (despues, magistralmente, explicaba en el epilogo que habia sido una «disgresion» necesaria para el capitulo en cuestion)… mis vivencias del barrio donde aprendi muchisimo de bueno (y no tan bueno pero si util), varias decadas despues de no existir el paso del referido personaje por sus calles, puedo solo describirlas como de profunda y nada cinematografica indigencia (y otras desgracias)…en segundo lugar, ya lo habia hecho, que lean a Padura en su gran «Personas Decentes» (aunque me parezca un poco mas del Padura que todos conocemos) …y si, por supuesto, en tercer lugar y sin la mas minima aficcion por la critica de cine (soy muy de «me agrada» o NO) tambien recomendar «Los Dioses Rotos» que me parecio excelente, compleja, de multiples lecturas… en fin, espero que me disculpen las tildes faltantes y a todos les deseo una provechosa espera para la proxima propuesta de nuestro incansable y versatil Volfredo…

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    1. Buenos días querido profesor, ayer estuve toda la tarde y la noche incomunicado, por los motivos que todos saben y luego nadie conoce luego, hoy tengo más suerte. Quiero decirle que el hecho de nacer en San Isidro y tener su poder de observación y memoria, le confiere una posición literaria privilegiada y sus juicios serán tomados como testimoniales en todos los casos.
      Oscar, un erudito amigo de la infancia, escribió en la versión de nuestro blog en fb lo siguiente: «En verdad, puedo buscarme la ojeriza de los amigos, por lo que voy a opinar sobre esta película cubana. Sí, ha sido muy bien acogida por la crítica, sí, las actuaciones magníficas, muy medidas, sobre todo. Pero.., ¡ Chico!, en mi criterio: Los Dioses Rotos, peca de dar en ocasiones, una visión turística de la marginalidad… Y un poco mezcla, innecesariamente, el cine documental con la trama, a la postre, de ficción.
      La banda sonora, no sé, para mi resulta desajustada al filme. Es mala.
      A pesar de los elogios al guion, de los dos planos en que se mueve la figura: el pasado y el presente (eso sí, bien logrados) de proxenetas, prostitutas, marginales…Pienso que el personaje de Yarini, aquí resulta gancho. Pudo el film, apoyarse e otro ficticio: ¡Oscar!, pero esa sería otra película, me dirán. Pero lo que quiero decir es que Yarini, como personaje, es una asignatura pendiente en la Historia de Cuba: Baste rememorar que, a su trágica muerte, era llorado por la aristocracia habanera, por prostitutas, matones, delincuentes, patriotas, altísimos funcionarios gubernamentales, políticos y la más encumbrada intelectualidad nacional: músicos, pintores, dramaturgos…
      Su entierro de leyenda: Cánticos católicos, ceremonias abakuas, religiones afro cubanas y espíritas, confluían por igual, para rendir sus respetos a Yarini. La carroza fúnebre, escoltada por el Jefe de la Policía habanera y la banda de ceremonias del cuerpo, al frente. Y un mar de pueblo, de las más humildes capas de la población: niños, jóvenes, ancianos ¡Todo el pueblo! ¡Todas las clases y grupos sociales!, allí estaban ¿Qué podía motivar ese sismo nacional? ¿Un chulo? ¡No! Jamás: Yarini era ese hombre a quien los más temidos delincuentes temían, era un político capaz de virarle la tortilla a cualquiera de los partidos políticos de fuerza (el conservador y el liberal). Era,
      el que le rompió la mandíbula a un diplomático norteamericano, por ofender a un negro del Ejercito Libertador, amigo suyo. A la vez, era Yarini ese poderoso que ayudaba económicamente a las prostitutas ya retiradas, a sus familias. Con ellos compartía por igual, como, a la vez lo hacía con la aristocracia. De las rumbas de Solar, a las puestas en escenas teatrales, óperas, exposiciones de pintura….En todo lugar, era Yarini el respetuoso caballero, siempre elegantemente vestido…
      Al tomar el personaje como let motiv, es mi impresión, que asumió el reto de estar a la altura de Lo Real Maravilloso de ese hombre mito. No pudo vencerlo. Por ello es que creo, pudo desarrollar sus propósitos, con un personaje ficticio».
      Mi juicio sobre la película es muy positivo y hoy asumo el compromiso de volver sobre Yarini en breve, usted está invitado a participar en el debate. Un sincero abrazo.

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      1. gracias por tu comentario y colocarme en la posicion de «memoria viva» de San Isidro… si, por supuesto, habia leido con respeto y fruicion lo escrito por tu erudito amigo de la infancia… te comento que mi calle (Merced) era una via decente: con la iglesia de su mismo nombre y testigo de los fieles peregrinos y, en domingos de ramos, un verdadero espectaculo, ademas, abundaban los comercios, un tranvia, restaurantes que competian con el Baturro (y un minusculo cafe estilo Paris), un farmacia, bodegas, la escuela de la insigne Lolo de la Torriente (sana competidora de la no menos insigne Corina Caballero que dirigia el Instituto Caballero de la calle Acosta y a donde mi madrina -esa es otra tierna historia- le enviaba nuevos alumnos para paliar mi matricula), tambien «otras escuelas» eran las dos posadas de «hombres solos» al lado y frente a mi casa materna… mis escapadas a la muy cercana zona roja (o violeta!) eran todo un zafari: alla escuchabas en las victrolas a los grandes boleristas de la epoca o tambien al fenomeno Elvis, pero tambien la vida de un hombre (o una mujer) podia no valer ni un centavo… tengo, muchos, recuerdos que, si tienes la bondad de escucharlos te los relatare en vivo mas temprano que tarde… en fin, un fuerte abrazo a ti y mis respetos a tu erudito amigo

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  4. Buenísimos los Comentarios generados, veo en ellos al amanecer y elevo mi acervo cultural general, por tantas, personas eruditas que exponen sus criterios respetuosamente. Gracias a todos.

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  5. No he visto esta película y no la conocía, aunque soy muy aficionada al cine, pero después de leer tu post, la voy a ver conociendo tu crítica. Un personaje muy singular, Yarini. Gracias, como siempre, por compartir y hacernos disfrutar. Un abrazo😘😘

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    1. Yarine, es tan controvertido, que uno de mis mejores amigos lo califica de asignatura pendiente, te explico con sus palabras: “quiero decir es que Yarini, como personaje, es una asignatura pendiente en la Historia de Cuba: Baste rememorar que a su trágica muerte, era llorado por la aristocracia habanera, por prostitutas, matones, delincuentes, patriotas, altísimos funcionarios gubernamentales, políticos y la más encumbrada intelectualidad nacional: músicos, pintores, dramaturgos…Su entierro de leyenda: Cánticos católicos, ceremonias abakuas, religiones afro cubanas y espíritas, confluían por igual, para rendir sus respetos a Yarini. La carroza fúnebre, escoltada por el Jefe de la Policía habanera y la banda de ceremonias del cuerpo, al frente. Y un mar de pueblo, de las más humildes capas de la población: niños, jóvenes, ancianos ¡Todo el pueblo! ¡Todas las clases y grupos sociales!, allí estaban ¿Qué podía motivar ese sismo nacional? ¿Un chulo? ¡No! Jamás: Yarini era ese hombre a quien los más temidos delincuentes temían, era un político capaz de virarle la tortilla a cualquiera de los partidos políticos de fuerza (el conservador y el liberal). Era, el que le rompió la mandíbula a un diplomático norteamericano, por ofender a un negro del Ejercito Libertador, amigo suyo. A la vez, era Yarini ese poderoso que ayudaba económicamente a las prostitutas ya retiradas, a sus familias. Con ellos compartía por igual, como, a la vez lo hacía con la aristocracia. De las rumbas de Solar, a las puestas en escenas teatrales, óperas, exposiciones de pintura….En todo lugar, era Yarini el respetuoso caballero, siempre elegantemente vestido”
      Esta historia necesita más detalles, te prometo trabajar en ello. Feliz fin de semana y un tropical abrazo.

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