El escritor cubano Kevin Anthony Legrá Gámez, actualmente residente en la isla atlántica de Gran Canaria, se alzó con la victoria en la decimoctava edición del Premio Málaga de Novela, otorgado en España por su obra El precio de un ideal. Este galardón, de prestigio internacional, resalta la originalidad y profundidad de las propuestas literarias que, como en este caso, abordan temáticas humanas universales con una visión única.
El joven autor, quien estuvo presente durante la lectura pública del fallo del jurado, relató que la génesis de la novela remonta a su adolescencia, cuando contaba apenas 16 años. Por aquel entonces, Legrá Gámez desempeñaba el rol de guionista en un programa juvenil de radio, y fue precisamente en ese contexto cuando el protagonista de la obra, Orestes Rivero, le entregó su testimonio. Este relato personal se convirtió, con el paso de los años, en la columna vertebral de la novela, una obra que, en palabras del propio escritor, “me representa a mí y a la historia de mi país”.
El proceso creativo estuvo marcado por un largo período de reflexión y reconstrucción. Durante sus años universitarios, la escritura de la novela quedó en un segundo plano, eclipsada por las exigencias académicas. Sin embargo, fue la figura de su padre quien lo impulsó a retomar el proyecto y culminarlo. Para ello, el escritor dedicó un año y medio a una exhaustiva investigación, que le permitió sumergirse en los testimonios de personas que habían sufrido persecución debido a su fe, orientación sexual o ideologías contrarias a las corrientes dominantes en su país.
El testimonio de Orestes Rivero, que es la base de la trama, se presenta como una verdad cruda y desgarradora, aunque, como explica el autor, en la novela se introduce una dimensión ficcional al incorporar a “figuras importantes del catolicismo en Cuba que, en la realidad, no conocieron al protagonista”. Esta inclusión de personajes históricos y ficticios entrelazados permite que la obra transite por los límites difusos entre la historia personal y la colectiva, entre la fidelidad al hecho vivido y la necesidad de trascenderlo hacia una reflexión literaria de mayor alcance.
La novela fue especialmente apreciada por el jurado por su “enfoque novedoso” al abordar el complejo dilema ético que surge de intentar conciliar revolución con religión. En palabras de los evaluadores, Legrá Gámez logra “un estilo fluido, sencillo y efectivo”, que no sacrifica la profundidad por la claridad. La obra, con su estructura íntima y su tono conmovedor, logra que el lector se adentre en los dilemas existenciales de los personajes sin perderse en complicaciones narrativas innecesarias.
Este año, la convocatoria del Premio Málaga de Novela superó todas las expectativas. Se presentaron 457 obras, lo que representó un incremento del 60 por ciento en comparación con la edición anterior. Las novelas provenientes de diversos países de habla hispana —como España, Colombia, Argentina, Uruguay, Perú, Cuba— y de regiones tan diversas como Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, Alemania y Luxemburgo, enriquecieron la diversidad de perspectivas que confluyen en este certamen literario.
Con una dotación económica de 18.000 euros (aproximadamente 18.900 dólares), el premio no solo otorga un reconocimiento a la obra literaria, sino que también garantiza la publicación del texto ganador a través de la reconocida editorial Galaxia Gutenberg, conocida por su compromiso con la literatura de calidad y la difusión de autores emergentes.
Este galardón se suma a la ya rica tradición del Premio Málaga de Novela, que ha sido escenario de descubrimientos literarios clave en los últimos años, consolidándose como un hito para la narrativa contemporánea en español. El precio de un ideal no solo perpetúa esta línea de excelencia, sino que invita a la reflexión sobre las complejidades del ser humano, la lucha por los ideales y el precio que cada uno de nosotros paga por sus convicciones.
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Hola Volfre querido, que orgullo que un coterráneo nuestro se haya alzado con el Premio Málaga de novela, triunfando ante cuatrocientos y tantos volúmenes, realmente me satisface y lo felicito de todo corazón. Gracias por mantenernos informados con la inmediatez que ya es parte de tu sello en el blog.
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Pienso que ha sido un error histórico que se mantiene, el no reconocer los éxitos de nuestros coterráneos cuando radican en el extranjero. Esta práctica nos ha hecho mucho daño y nos ha dividido sin justificación alguna. Esa es la razón de la inmediatez de nuestro blog, que pretende reparar en algo el anonimato nacional de muchas de nuestras glorías foráneas. La lista, comenzando por Celia Cruz, y Olga Guillot, se haría interminable. Es un gusto recibir tus siempre bienvenidos comentarios. Bendiciones.
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Me parece una excelente noticia. Cuba es algo más adentro, más en la sangre. Un nuevo nombre a conquistar en la letra. Voy a encargar el libro. Buenos días !
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