Lo Real Maravilloso

Édouard Manet, un pintor francés nacido en París el 23 de enero de 1832, desempeñó un papel crucial en la transición hacia el impresionismo. Aunque no se adhirió completamente a este movimiento, su influencia sobre los artistas impresionistas fue innegable.

Manet, a lo largo de su carrera, creó una serie de obras icónicas que abarcan diversos temas y estilos. Algunas de sus pinturas más destacadas incluyen “Almuerzo en la hierba” (también conocida como “Almuerzo campestre”), “Olympia”, “La terraza” (“A Sacada”), “El flautista” (“El Tocador de Pífano”) y “La ejecución de Maximiliano”.

Entre sus trabajos, destacan dos obras que, por su estilo y técnica, se consideran particularmente relevantes para comprender la evolución de Manet hacia el Impresionismo: «Las orillas del Sena en Argenteuil» (1874) y «Monet en su Barco-Estudio» (1874), escenas de género en la cual, Manet pinta a su colega Claude Monet, a su esposa e hija, en la intimidad cotidiana y familiar.

Las orillas del Sena en Argenteuil: Un estudio de la luz y el color

En «Las orillas del Sena en Argenteuil», Manet nos presenta una escena cotidiana a la orilla del río, capturando la luz vibrante y la atmósfera del verano. La obra se caracteriza por una pincelada suelta y espontánea, que contrasta con la rigidez y el acabado pulido de la pintura tradicional. Manet utiliza colores claros y luminosos, aplicándolos en pequeñas pinceladas que se mezclan en el ojo del espectador, creando una sensación de movimiento y fluidez.

La luz juega un papel fundamental en la composición. El sol, situado en un alto punto del cielo, baña el paisaje con una luz intensa, creando zonas de sombra y de luz que definen la forma de los objetos. Manet presta especial atención a los reflejos del agua, que capta con precisión y detalle, utilizando una paleta de colores fríos que contrasta con los tonos cálidos del cielo y la vegetación.

“Las orillas del Sena en Argenteuil” es una obra absolutamente brillante y vibrante de Manet, se encuentra en la galería secreta de Londres, en el Cortauld Institute of Art. La galería tiene lo siguiente que decir sobre la pintura y su contexto:

«En las décadas de 1860 y 1870, los impresionistas se interesaron por los paisajes cambiantes de los suburbios de París. Argenteuil era una pequeña ciudad rural y centro agrícola ubicada a unas ocho millas al noroeste de París. Durante este período la ciudad fue transformada por la expansión de la industria».

«Argenteuil también era popular entre los excursionistas parisinos como centro de navegación de recreo. Las orillas del Sena en Argenteuil de Manet fueron pintadas durante una visita a la casa de Claude Monet en el verano de 1874. Lo más probable es que la esposa y el hijo de Monet sirvieran de modelos para la mujer y el niño que estaban de pie en la orilla del río. Al menos una parte de esta pintura probablemente fue ejecutada al aire libre. La pincelada entrecortada empleada en toda la composición, especialmente en la representación del agua, es típica de los bocetos de gran parte de la pintura impresionista al aire libre. Aunque Manet incluye las chimeneas de las fábricas de Argenteuil, que se pueden ver a lo lejos elevándose por encima de las copas de los árboles, son poco más que complementos de las verticales de los mástiles en primer plano».

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“Monet en su Barco-Estudio”: Un retrato impresionista

En «Monet en su Barco-Estudio», Manet retrata a su amigo y colega Claude Monet, uno de los principales exponentes del Impresionismo. La obra se caracteriza por su composición informal y su enfoque en la captura de la luz y el color. Monet aparece sentado en su barco-estudio, con una paleta y pinceles en la mano, mientras observa el paisaje que lo rodea.

La pincelada es aún más suelta y libre que en «Las orillas del Sena en Argenteuil», y los colores son aún más vibrantes y luminosos. Manet no busca representar la realidad con precisión fotográfica, sino capturar la impresión momentánea de la luz y el color sobre el sujeto. La figura de Monet se difumina en el paisaje, fusionándose con el entorno y creando una sensación de unidad entre el artista y la naturaleza.

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Tanto «Las orillas del Sena en Argenteuil» como «Monet en su Barco-Estudio» representan un avance significativo en la trayectoria artística de Manet hacia el Impresionismo. En estas obras, se aleja aún más de la tradición pictórica académica y se acerca a los principios básicos del Impresionismo: la pintura al aire libre, la captura de la luz y el color natural, y la pincelada suelta y espontánea.

Si bien Manet nunca se adhirió completamente al Impresionismo, estas obras demuestran su afinidad con las ideas y técnicas de este movimiento. Su influencia en los jóvenes impresionistas fue innegable, y su legado como precursor del Impresionismo está firmemente establecido.

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