Anaïs Nin: Entre el Realismo Socialista de los 60 y la Literatura Cubana de hoy.

Las razones por las que la obra de Anaïs Nin no ha tenido reconocimiento en Cuba son complejas y variadas, y se ven afectadas por factores históricos, políticos y culturales. Tras la Revolución cubana en 1959, el gobierno popular en el poder implementó políticas que restringían el acceso a la literatura extranjera. En este contexto, la obra de Nin, con su contenido sexual explícito y su visión crítica de la sociedad, no se ajustaba a los ideales socialistas de la revolución obrera emergente.

Anaïs Nin; escritora de ascendencia cubano española nacida en Francia el 23 de febrero de 1903.
Mejor conocida por sus escritos sobre su vida y sexualidad, recopilados en 35 000 páginas de los llamados “Diarios de Anaïs Nin”, volúmenes del I al VII.

Hay que añadir a las políticas internas de aislamiento que durante años apartaron a los cubanos de toda cultura de origen capitalista; la difícil situación que a nivel internacional se había establecido durante la Guerra Fría, que estableció el bloqueo directo de la isla por los Estados Unidos y Occidente. Estas razones, de manera bidireccional, impidieron el intercambio económico y cultural en uno y otro sentido y explica el desconocimiento de la vida y obra literaria de Anaïs Nin, sin importar su ascendencia cubana española.


En los primeros años de la Revolución, hubo en sus inicios, un cierto grado de apertura hacia la expresión sexual. El gobierno revoluciono liderado por Fidel Castro abolió la discriminación basada en la orientación sexual y legalizó el divorcio. También se cerraron las casas de citas y se promovió la igualdad de género.

Sin embargo, esta apertura fue de corta duración. A medida que la Revolución se consolidó, el gobierno comenzó a tomar medidas para controlar la vida privada de las personas desde una perspectiva homofóbica intransigente. Se restringió, de este modo, el acceso a la pornografía y se censuró la literatura que se consideraba «decadente» o «inmoral».

En particular, los escritores que publicaban sobre preferencias sexuales no convencionales y simplemente eran ajenos a la política en curso, fueron objeto de represión y silenciados. Cabe citar entre ellos a José Lezama Lima y Reinaldo Arenas, entre las decenas de escritores apartados de su profesión, muchos de los cuales marcharon y triunfaron en el extranjero.

Las razones de esta represión son complejas y malentendidas. Algunos historiadores creen que el gobierno cubano estaba preocupado por la posibilidad, de que la expresión sexual abierta socavara la moralidad pública y la unidad revolucionaria. Otros, proponen explicaciones menos elaboradas y explican la censura en función la homofobia personal de muchos altos dirigentes del país.

Sea cual sea la razón, la represión del amor libre y la expresión sexual no convencional fue una parte oscura de la Revolución Cubana. Esta represión tuvo un impacto negativo en la vida de muchos cubanos y fue un tema controvertido por más de medio siglo.

Mariela Castro en el desfile del Orgullo de 2010 en Hamburgo; Alemania.

Es importante tener en cuenta que esta problemática ha cambiado diametralmente en los últimos años, en este sentido cobra relevancia la obra de Mariela Castro Espín, hija del expresidente cubano Raúl Castro, figura clave en la defensa de los derechos de las mujeres y la comunidad LGBTQ+ en el país. Desde su posición como directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), ha impulsado diversas iniciativas y reformas legislativas que han contribuido a un mayor reconocimiento y protección de estos grupos.

En el año 2022, la Asamblea Nacional de Cuba aprobó la “Modificación del Código de Familia”. Esta reforma introdujo cambios importantes en materia de matrimonio, adopción y violencia doméstica. Mediante decretos y leyes que más tarde fueron llevados a la Constitución de la República de Cuba, la Asamblea Nacional legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo y estableció la igualdad de derechos y obligaciones entre hombres y mujeres en el matrimonio.

Hoy día, en Cuba es legal la operación de cambio de sexo y se permite a las personas transgéneros acceder a cirugías y tratamientos hormonales para afirmar su identidad.

En 2018, Cuba derogó el artículo 302 del Código Penal, el cual penalizaba el «escándalo público relacionado con el género», y era utilizado para criminalizar la homosexualidad. La derogación del artículo fue un hito importante en la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ+ en nuestro país.

Cabe destacar que estas medidas no han estado exentas de críticas. Algunas personas han argumentado que las reformas no han sido lo suficientemente rápidas o profundas, mientras que otras han expresado su preocupación por la falta de implementación efectiva de las nuevas leyes. Sin embargo, no cabe duda de que los avances logrados durante el último decenio en materia de igualdad de género y derechos LGBTQ+ son significativos y representan un paso importante hacia una sociedad más justa e inclusiva.


Anaïs Nin, el realismo socialista y la Cuba de hoy.

El realismo socialista es un movimiento literario que surgió en la Unión Soviética en la década de 1930, caracterizado por su compromiso con la ideología marxista-leninista y el objetivo obligado de promover la construcción de una sociedad socialista.

Las obras literarias del realismo socialista se centran de forma obligada, en temas como la lucha de clases, la construcción del socialismo y el heroísmo del proletariado y eran redactadas de forma sencilla y directa, utilizando en ocasiones un lenguaje coloquial que las apartaba de la adornada y preciosista “literatura burguesa”, término aplicado a toda escritura procedente de Occidente.

Mitrofán Grékov. Trompetistas del Primer Ejército de Caballería. 1934. Esta temática ejemplifica la raíz obligada de la literatura y el arte en el realismo socialista.

El realismo socialista tenía una función social y política clara: educar al pueblo sobre los ideales del socialismo y motivarlo a participar en la construcción de una nueva sociedad. Este dogma trajo serias consecuencias a la literatura y arte de la antigua Unión Soviética y los países que, junto a la ya desaparecida URSS, abrazaron el socialismo como ideología en el poder.

La homogeneización de la literatura y su imposición como única corriente literaria válida, llevó a la producción literaria y los autores que no se ajustaban a los preceptos del realismo socialista a la más drástica censura.

La presión ideológica a la que estaban sometidos los autores del realismo socialista iba en contra de la libertad literaria y la calidad de la obra. Muchas novelas de este período se caracterizan por su simplismo, propaganda y falta de profundidad psicológica. El realismo socialista supuso una grave restricción a la libertad creativa de los escritores, este hecho es indudable.

Es importante destacar, si queremos ser objetivos y veraces, que el realismo socialista también tuvo logros y contribuyó a la promoción de la alfabetización en la Unión Soviética y el resto de los antiguos países socialistas. Las obras de este período eran accesibles a un amplio público y ayudaron a difundir los ideales del socialismo entre la población general. Ello dio lugar al desarrollo de una literatura popular que reflejaba las preocupaciones y aspiraciones del pueblo trabajador, que nunca antes había tenido difusión mediática ni acceso editorial.

La visión del realismo socialista como un movimiento puramente propagandístico y carente de valor literario ha sido criticada por algunos estudiosos. Estos argumentan que dentro del realismo socialista se produjeron obras de gran calidad literaria que lograron retratar la realidad social de su época de manera compleja y matizada. No cabe duda, el realismo socialista fue un fenómeno cultural importante que merece ser estudiado y comprendido si se quiere ser justo.

Tras medio siglo de control cultural, en los últimos años se observa un pequeño resurgimiento del interés por la obra de Anaïs Nin en Cuba. Algunos artistas e intelectuales independientes han comenzado a traducir y difundir sus escritos, y se han realizado eventos y seminarios sobre su obra, aunque de manera discreta y marginal.

Queda por ver qué lugar alcanza Anaïs Nin y la literatura anteriormente bloqueada por los preceptos ideológicos del realismo socialista, en las preferencias de los lectores cubanos en un futuro próximo. Lo Real Maravilloso os mantendrá informados.

Viene de:

#LoRealMaravilloso

#LiteraturaUniversal

#PeriodismoCrítico

#Historia

# LGBTQ

#DerechosHumanos

https://www.volfredo.com/


14 respuestas a “Anaïs Nin: Entre el Realismo Socialista de los 60 y la Literatura Cubana de hoy.

  1. Seguramente querido Volfredo, deberá correr aún, mucha agua bajo el puente, para que la Literatura, sobretodo, aquella censurada en su momento, sea (re)conocida y valorizada en un país, el cual ha vivido décadas de oscurantismo literario. El contenido de tu entrada es muy interesante, esperemos que el pueblo cubano tenga la posibilidad y derecho de acceder sin límites a grandes autores/as, poetas, etc. De todo el mundo.
    Un afectuoso abrazo. Frida🌷

    Le gusta a 2 personas

  2. Muy interesante tu entrada, querido Volfredo, sobre otra forma de socialismo y que se llegue a hacer justo reconocimiento a esta escritora o a otros grandes, como José Lezama o Reinaldo Arenas, proscritos por su homosexualidad.
    El actor español, Javier Bardem, interpretó a Arenas muy bien en la película «Antes que anochezca», recibiendo muchos premios.
    Gracias por compartir tan interesantes temas. Un abrazo.

    Le gusta a 3 personas

  3. Me hago viejo. Y cuanto mas viejo y más lejos, menos logro entender algunos conceptos de realismos. Ni los mágicos, ni los socialistas, Ni los visuales.. Entiendo el concepto como entiendo al árbol. Pero ni la flor ni el fruto me dicen nada de por que el árbol es árbol. He leído a Anais, lo suficientemente poco, como para emprender una tarea de largo aliento. Me he llenado de alguna que otra contemporánea. Marosa Di Giorgio. Hice de Macondo mi mundo temporal. Vi Oktubre de Eisenstein en mi primavera adolescente. y tuve un amigo comunista a sueldo fijo. Los realismos me fueron sueños forzados.

    Le gusta a 2 personas

    1. Estimado amigo Fernando, con gusto le hago un resumen del realismo socialista que me tocó vivir, pues como ya se ha percatado, yo nací en 1953, año en que Fidel atacó en Cuartel Moncada y las luchas revolucionarías dieron inicio. Como todo listado, tiene aspectos a favor y aspecto lamentables, eso sí, era todo de obligatorio consumo y nadie podía salirse de la raya (censura):
      -Literatura marxista-leninista: Se promovían obras de autores como Marx, Engels, Lenin, Stalin y otros pensadores socialistas, buscando afianzar la ideología oficial del nuevo régimen. Ejemplos: «El Manifiesto Comunista» de Marx y Engels, «El Estado y la Revolución» de Lenin, «¿Qué hacer?» de Lenin.
      – Se valoraban libros que narraran las luchas anticoloniales y de liberación nacional, incluyendo tanto obras clásicas como contemporáneas. Ejemplos: «Los Miserables» de Victor Hugo, «La jungla» de Upton Sinclair, «Las venas abiertas de América Latina» de Eduardo Galeano.
      – Literatura cubana comprometida: Se apoyaba la obra de autores cubanos que reflejaran la realidad social del país y comulgaran con los ideales revolucionarios. Ejemplos: «Cecilia Valdés» de Cirilo Villaverde, «El ingenio» de José Antonio Portuondo.
      – Clásicos universales: Se permitía la publicación de obras literarias de reconocido valor universal, siempre que no contuvieran mensajes contrarios a la ideología revolucionaria. Ejemplos: «Don Quijote de la Mancha» de Miguel de Cervantes, «Hamlet» de William Shakespeare.
      – Obras de divulgación científica y técnica: Se consideraban importantes para el desarrollo del país y, por lo general, no se censuraban. Ejemplos: «La estructura de las revoluciones científicas» de Thomas Kuhn, «El origen de las especies» de Charles Darwin, «Cosmos» de Carl Sagan.
      – Literatura infantil y juvenil: Se buscaba que promoviera valores positivos y estuviera acorde con la ideología revolucionaria. Ejemplos: «La edad de oro» de José Martí, «El Principito» de Antoine de Saint-Exupéry, «Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas» de Lewis Carroll.
      Cordial abrazo desde Cuba y seguimos en línea.

      Le gusta a 1 persona

  4. Tuvimos nuestro históricamente corto periodo dictatorial. Lo permitido y lo no permitido, pasó a ser potestad de unos pocos iluminados bajo un candil propio. Por suerte los brujos no se demoraron en caer. Desde entonces la potestad de apagar o encender luces es una potestad mía. Mi albedrío es mi realismo mas universal.

    Le gusta a 2 personas

Deja un comentario