El año 1895 marca un punto de inflexión en la trayectoria artística de Joaquín Sorolla, tanto por la maestría técnica alcanzada como por la profundidad emocional que impregna sus obras. En este contexto, la pintura «Madre» se alza como una obra cumbre, no solo dentro de su producción personal, sino también en la historia del arte español.
A sus 32 años, Sorolla ya había cosechado un notable éxito, consolidando su reputación como uno de los máximos exponentes del luminismo español. Su dominio de la luz y el color le permitía capturar la esencia de la vida cotidiana, especialmente en escenas de playa y jardines valencianos.
El 12 de junio de 1895, la vida de Sorolla se vio transformada con el nacimiento de su hija Elena. Este acontecimiento marcó un antes y un después en su sensibilidad artística, despertando en él una profunda conexión con la temática de la maternidad.

Fruto de esta nueva etapa, surge la obra «Madre», una oda a la maternidad y a la fragilidad de la vida. En ella, Sorolla retrata a su esposa Clotilde, junto a su hija recién nacida Elena, ambas envueltas en un manto de sábanas blancas que simbolizan pureza e inocencia.
La composición es sencilla, pero profundamente emotiva. La luz natural se filtra a través de la ventana, bañando la escena en una atmósfera cálida e íntima. La pincelada suelta y vibrante de Sorolla captura la textura de las telas y la delicadeza de la piel del bebé. La pintura trasciende la mera representación de una escena costumbrista. Sorolla eleva la maternidad a un plano universal, rindiendo homenaje a la figura de la mujer como fuente de vida y amor. La mirada tierna y protectora de Clotilde hacia su hija refleja la conexión profunda que existe entre madre e hijo.
«Madre» se ha convertido en una de las obras más emblemáticas de Sorolla, reconocida como una obra maestra del arte español. Su belleza técnica, su sensibilidad emocional y su simbolismo profundo la convierten en un referente ineludible para comprender la evolución artística del pintor y la visión que tenía de la maternidad.
Título: Madre
Creador: Joaquín Sorolla y Bastida
Año: 1895
Ubicación: Museo Sorolla. Madrid, España.
Tipo: Pintura
Técnica artística: Pintura al óleo sobre lienzo, imprimación blanca.
Descripción: En un amplio lecho que se recorta sobre el muro, se insinúan, a través de matizaciones de blancos y grises enlazados con barnices coloreados, una figura femenina tumbada junto a un recién nacido al que contempla.
Clasificación Razonada: La mujer del pintor, Clotilde García del Castillo, reposa tras el parto de su hija menor, Elena, junto a ella en la cama. Las cabezas de ambas emergen entre las sábanas y almohadas. La composición es mínima, rallando el minimalismo, estrictamente limitada a los escasos elementos figurativos que son las dos cabezas, más la mano de Clotilde que busca a su recién nacida, y casi un solo color: el blanco en todos sus matices. La precisión de Sorolla en describir la cualidad específica de la luz es, en este caso, extrema: la luz es una penumbra fresca que envuelve la escena como una bendición; tras los trabajos del parto, reina ahora el alivio, el descanso, la felicidad.
Además de ser un alarde técnico, es uno de los mejores ejemplos de la capacidad de Sorolla para transmitir mediante su pintura, mediante su manejo de la luz y el color, intensas sensaciones físicas y climas anímicos igualmente intensos; la emoción del padre-marido y la mirada del pintor se han fundido en esa luz tamizada que acaricia el mar de blancura donde emergen las dos cabezas, y el mundo entero desaparece ante la intimidad absorbente de ese momento de recogimiento.
Tanto la composición como el encuadre y el tratamiento pictórico son de una rotunda modernidad, cercana en este caso al modernismo catalán. La aparente economía de medios da lugar en realidad a un verdadero recital, un pezzo di bravura en el tratamiento del color.
Tradicionalmente, la realización de esta obra se fechaba en 1895, año de nacimiento de Elena, hija menor del matrimonio Sorolla. Sin embargo, su madurez técnica hizo suponer que el cuadro estuviese pintado en una fecha posterior, sobre los apuntes realizados en el momento del nacimiento. De ese momento data una nota de color con un encuadre muy parecido, Clotilde en el lecho (MS, N.º inv. 323) pero con el rostro girado hacia el espectador. A partir de los indicios aportados por José Luis Díez en el catálogo Joaquín Sorolla, 1863-1923 (N.º Cat. 23), publicado en 2009 por el Museo Nacional del Prado, se retrasó la cronología a 1900. Tal y como se hace notar en el citado catálogo, en una fotografía del estudio de Sorolla en el pasaje de la Alhambra que puede fecharse en torno a 1900 (Fig. 189 p274 y Pons-Sorolla 2001, p. 179), se observa en este lienzo en una composición que no es la definitiva, pues puede distinguirse a Clotilde mirando hacia el frente y no de perfil izquierdo como en la versión final. El tratamiento pictórico y la audacia compositiva vienen a reafirmar la datación propuesta, así como el hecho de que la obra no fuera presentada antes de la Exposición Nacional de 1901.
Años más tarde, el Catálogo Razonado de 2019 amplía el rango de datación, oscilando la fecha final entre 1900, momento en el que se toma la fotografía del Pasaje de la Alhambra ya mencionada, y 1901, fecha en la que el pintor presenta la obra a la Exposición Nacional de Madrid en su versión actual.
#LoRealMaravilloso

Hermosísima imagen. Emociona.
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Es uno de los cuadros más bellos de Sorolla, que hoy muy bien llega a propósito del Día de la Madre, en América.
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Simply wonderful!
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Qué acertado el post de hoy, querido Volfredo, con la pintura del genial Sorolla, MADRE, al ser el Día de la Madre en América. Precioso lienzo en el que se refleja esa luz que tienen todos sus cuadros, ya sean en interior o en exterior. Muy emotivo. Gracias por compartir esta belleza. Un abrazo.
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Querida Marylia, honrar a las madres es su día es una acción que va mal allá del deber , toca lo sublime en esa arista que solo el amor verdadero confiere a la pluma y el pincel. Es un gusto gusto felicitarte hoy, al igual que lo hice el pasado domingo, porque siempre estás en el latir del corazón caribeño de Lo Real Maravilloso. Lindo domingo y un abrazo.
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Muchas gracias, querido amigo. Abrazo grande!!!
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Muy interesante…
Gracis por compartir querido Volfredo.
Feliz inicio de semana, un abrazo.
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