“El niño de la sandía”, fue la primera obra de Sorolla, que ingresó a la colección del Museo Nacional de Bellas de Artes de Cuba. Con el objetivo de comprar pintura para sus fondos, en el año 1920, el entonces director de la institución, Antonio Rodríguez Morey, viajó a Madrid. Pintor él mismo y conocedor del maestro valenciano, acudió a su taller, donde adquirió la pieza por el bajo precio de 4 000 pesetas, lo que indudablemente muestra la comprensión de Sorolla para con una institución de bajos recursos.

A partir de abril de 1916 y hasta el otoño de 1917, Sorolla no volvió a trabajar en los paneles de la decoración de “Visión de España”, conjunto de catorce grandes paneles pintados al óleo que constituían un colosal encargo realizado por la Hispanic Society de Nueva York al pintor, por el cual este se comprometía a realizar una serie de 14 grandes paneles de gran tamaño sobre las diversas regiones de España y Portugal con destino a decorar la biblioteca del edificio sede de la fundación.
Sorolla se sentía agotado y pasó en Valencia su último verano de trabajo en la tierra natal. Alquiló una casa en El Cabañal para pintar cómodamente una serie de escenas de playa. A este momento corresponde “El niño de la sandía”, primera pieza de Sorolla adquirida por el Museo de La Habana, titulada. La tela aparece fechada por el autor en 1920, año en que la vendió al Museo, pero localizada en Valencia, lo que ha creado cierta confusión, pues en ese año el artista no pintó en esa ciudad.
Cabe la posibilidad de que Sorolla hubiese comenzado el cuadro en El Cabañal valenciano en 1916 y concluido en su estudio de Madrid en 1920. El tema del niño callejero que saborea una fruta, muy antiguo en la pintura española, parece haber despertado el interés del artista, pues, según se desprende del comentario de Benlliure, Sorolla procuraba un lugar adecuado para pintarlo. En un plano muy adelantado se sitúa el niño, sentado en una rústica silla, mientras sostiene en sus manos una tajada de sandía. La intensa luz del sol que se filtra entre las tablas de un cobertizo cae con violencia sobre las superficies, provocando cortes tajantes en los valores del color. La pincelada es ancha y alargada, propia de ese momento en la producción del artista, y el color prácticamente reducido a la gama de los ocres.
Joaquín Sorolla Bastida (1863-1923) fue un pintor español prolífico, que dejó más de 2200 obras catalogadas. Su obra madura ha sido etiquetada como impresionista, postimpresionista y luminista.
En 1916, Sorolla fue elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En ca. 1917, pintó “El niño de la sandía”, ejemplo de la habilidad de Sorolla para capturar la luz y el color, y su técnica de pincelada suelta y rápida.
En 1917, Sorolla fue galardonado con la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII por su contribución al arte español.
Los títulos de las pinturas, tradicionalmente sostenidos por el MNBA de Cuba, han sido rectificados a partir de su contraste con los que aparecieron en los catálogos de exposiciones personales realizadas en vida del pintor –París, 1906; Berlín, 1907; Londres, 1908; Nueva York, 1909; Chicago, 1911– y en las catalogaciones realizadas por algunos estudiosos del artista –Rafael Doménech, Madrid, 1910; Bernardino de Pantorba, Madrid, 1953; Felipe Garín, Madrid, 1984; Florencio de Santa Ana, Madrid, 1995; Blanca Pons-Sorolla, Madrid, 2009 y Dallas, 2015–. En tales casos, los títulos anteriores aparecen entre paréntesis a continuación del nuevo.
Agradecimiento especial: A Manuel Crespo Larrazábal; curador de la Colección de Arte Español del Museo Nacional de bellas Artes de Cuba.
#LoRealMaravilloso

Excelente
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es preciosa la ilustración. Feliz domingo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Azurea, me alegra mucho te haya gustado. Lindo domingo para todos.
Me gustaMe gusta
Muchas graciassss
Me gustaMe gusta
🧡
Me gustaLe gusta a 2 personas
Feliz domingo.
Me gustaMe gusta
Muy acertado tu post sobre Sorolla con este cuadro donde el maestro destaca el impresionismo y el luminismo de su obra. Los últimos años eligió Madrid para vivir y aquí tenemos su casa-museo muy visitada diariamente. Gracias por compartir, querido Volfredo. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti querida Marylia, de a pocos, iré publicando la historia de las 31 punturas que permanecen en exhibición en el Museo de Bellas Artes de Cuba, bien indexadas, para que puedan ser admiradas por todos. Los pintores españoles han sido destacables a lo largo de los siglos, y Sorolla pertenece a su vanguardia. Linda noche de domingo, un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qué bien, amigo, disfrutar del arte gracias a ti. Abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Maravilloso cuadro.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es realmente bello, como toda la pintura de Sorolla. Muchas gracias por comentar.
Me gustaMe gusta