El arte moderno es un concepto estético y este hecho ha de quedar como premisa. No o puede ser identificado con el arte producido durante la Edad Moderna, esto es, el arte de los siglos XV a finales del XVIII, con el que guarda escasa relación.
Un error común es asumir la expresión “arte moderno”, como contrapunto al arte antiguo; o utilizar término para referirnos a cualquier pieza u obra de arte que no sea antigua, retro o vintage. En ambos casos, si aceptamos estos preceptos, incurriremos en errores imperdonables.
Se ha insistido en buscar una fecha para enmarcar el inicio del arte moderno, aceptándose que comenzó con el Impresionismo a partir del 1880 y se extendió hasta 1960 aproximadamente. Esta definición cronológica es altamente imprecisa, y hace uniforme en exceso una realidad mucho más compleja.
En Arte, se habla de una obra u obras académicas cuando estas observan normas consideradas clásicas o establecidas, dictadas por una academia u escuela de arte. Las obras académicas suelen hacer gala de una gran calidad técnica, que responde al formato, las técnicas y la temática preconcebida por la academia, sin que se admitan variaciones o libertades creativas individuales.
A partir del XVII, con la aparición de las academias, se establecieron los cánones del clasicismo pictórico. De forma simultánea, aparecen la crítica y la historiografía del arte como actividades definitorias del gusto artístico dominante, cuyos dictámenes se fomentan entre los pintores a través de la enseñanza, los encargos institucionales y privados, y la convocatoria a participar en exhibiciones, certámenes o salones artísticos como el Salón de París.
El Salón de París fue una exposición de arte oficial de la Academia de Bellas Artes de París que se celebró por primera vez en 1725. Desde entonces, se convirtió en el acontecimiento artístico anual o bienal más importante del mundo entre 1748 y 1890. El Salón de París fue esencial para cualquier artista que pretendiera triunfar durante 200 años y aquellos creadores que no respetaban sus cánones y preceptos, pasaban al anonimato en su generalidad.
La exposición en el Salón era un símbolo del favor y protección real y su estatus nunca se puso “seriamente en duda”. Las pinturas concursantes se exponían desde el suelo hasta el techo y sobre cualquier espacio posible.
Durante su desarrollo, las descripciones de la exposición y las obras presentadas, eran publicadas y comentadas en los periódicos, marcando así el comienzo de la crítica de arte en los medios. En la actualidad, los catálogos impresos de los Salones son documentos de primera magnitud para los historiadores del arte.
La Revolución francesa (1789-1799), abrió la exposición de sus obras a artistas extranjeros, y en los primeros años del siglo XIX, la idea de un Salón público se extendió a la exposición de pinturas y esculturas, cuyo jurado era patrocinado por el gobierno y celebrada en grandes salones comerciales, a los que el público podía acceder con el pago de una entrada. La jornada inaugural era un gran acontecimiento social y promocional al que todo pintor aspiraba en Europa.
La mayor parte de la producción pictórica de la segunda mitad del siglo XIX e incluso del siglo XX, siguió siendo la pintura academicista de tradición neoclásica; estimulada, divulgada y premiada por las exposiciones y académicas, que compartían sus espacios con las nacientes y pujantes Vanguardias, que desafiaban abiertamente el academicismo lleno de ataduras formales de los Salones; cuyos seguidores, a pesar del éxito institucional que vivieron en sus días de esplendor y la objetiva calidad de sus obras, han pasado a ocupar en la actualidad un espacio marginal en museos y manuales. Cito entres estos exitosos pintores de Salón, que hoy nadie recuerda y pocos conocen a: John Singer Sargent, Jean-Joseph Weerts, Jean-Léon Gérôme, William-Adolphe Bouguereau, Jean-Louis-Ernest Meissonier, Paul Baudry, Alexandre Cabanel, Franz Xaver Winterhalter.
Es en la absoluta negación académica, representada por las Vanguardias, donde hay que buscar el nacimiento y origen del arte moderno.
Toca preguntarnos, ¿Quiénes fueron los referentes de la pintura moderna y que obras considerar como las más representativas? Tarea difícil, pues una vez más entramos de lleno en el terreno de la polémica y la subjetividad.
Si bien la afirmación de que el pintor francés Édouard Manet es el padre de la pintura moderna es discutible, cierto es que su obra ha sido muy influyente en la pintura y que “El almuerzo sobre la hierba” es una obra maestra que representaba lo mejor del impresionismo y del arte moderno que se abría paso.

“El almuerzo sobre la hierba” es una obra que muestra a dos hombres y una mujer desnuda en un bosque, cerca de Argenteuil, Francia. La obra se caracteriza por su uso del color y la luz, y por su estilo único que combina elementos del impresionismo y del realismo. La yuxtaposición de un desnudo femenino con caballeros completamente vestidos suscitó controversia cuando la obra se mostró por vez primera en el Salón de París, razón por la cual la participación de la pintura fue denegada y solo le fue permitido exponerse en el recién constituido Salón de los Rechazados (Salon des Refusés) en 1863, luego de su rechazado oficial. La pintura fue el lienzo «más irritante y controvertido» en ambos salones, donde se consideró vulgar el que una mujer estuviera desnuda junto a jóvenes vestidos. A esta incisiva crítica debe añadirse el hecho, de numerosos críticos que rechazaron la modernidad del estilo, desde el punto de vista cromático y compositivo.
En los años 1830, las galerías de arte de París ya montaban exposiciones privadas a pequeña escala con las obras rechazadas por los jurados del Salón. El evento clamoroso de 1863 fue de hecho patrocinado por el gobierno francés. Ese año, los artistas protestaron porque el jurado del Salón había rechazado más de 3.000 obras, mucho más de lo normal. «Deseando que el público juzgase la legitimidad de estas quejas», el emperador Napoleón III decretó que los artistas rechazados podían exponer sus obras en un Salón oficial anexo.
Muchos críticos, y público, ridiculizaron a las obras rechazadas (refusés), que incluían pinturas tan famosas como el “Almuerzo sobre la hierba” de Édouard Manet y “Chica de blanco” de James McNeill Whistler. Pero a la vez, la atención de la crítica también legitimó la emergente vanguardia pictórica. Animados por Manet, los impresionistas expusieron sus obras con éxito fuera del Salón a partir de 1874. Se organizaron otros Salones de los Rechazos en París en 1874, 1875, y 1886, momento en el que el prestigio y la influencia del Salón de París había decaído hasta la ruina.
Manet, junto con otros artistas impresionistas, experimentó con la luz, el color y la técnica, y creó un estilo inimitable que ha sido admirado por las generaciones posteriores. Su técnica de pinceladas gruesas y su uso audaz del color, influyó en el desarrollo del fauvismo y el expresionismo, y constituye un contundente legado a la pintura moderna.
Muchos críticos incluyen a Claude Monet dentro de los pioneros iniciadores de la pintura moderna, su obra “Impresión, sol naciente” de 1872 respalda esta afirmación. El impresionismo, movimiento artístico que Monet ayudó a fundar, se caracteriza por la representación de la luz y el color en la naturaleza, y no tanto por la representación de la realidad tal y como se ve. En este sentido, “Impresión, sol naciente” es una obra que representa la salida del sol en el puerto de Le Havre, Francia, y se enfoca en la luz y el color más que en la representación realista de la escena.

El impresionismo, desarrollado en la segunda mitad del siglo XIX, fue un movimiento que rompió con las convenciones artísticas de la época y sentó las bases para la pintura moderna.
No podemos olvidar mencionar, entre los iniciadores de la pintura y arte moderno, a Vincent van Gogh y su icónica obra “La noche estrellada”, que pintó en 1889. Se trata de una de las obras maestras del pintor postimpresionista que representa la vista desde la ventana de la habitación de Van Gogh en el hospital psiquiátrico de Saint-Paul-de-Mausole, en Francia. La obra se caracteriza por su uso del color y la luz, y por su estilo único, que nada tiene que ver con el academicismo precedente.

Van Gogh es conocido por su técnica de pinceladas gruesas y su uso audaz del color. Su obra ha sido muy influyente en la cultura popular, y ha sido objeto de numerosas adaptaciones y reinterpretaciones en la literatura, el cine y la música, recibiendo gran aceptación entre la población general, hecho que le convierte en uno de los pintores más reconocidos del Planeta.
Por último, llegamos al siglo XX, y se hace imprescindible mencionar a Pablo Picasso, considerado una de las figuras más representativa y referente obligado del arte moderno. Su obra “Las señoritas de Avignon”, icónica pintura de 1907, respalda nuestra afirmación y así también es considerado por los críticos más exigentes.

“Las señoritas de Avignon” es una obra maestra que representa lo mejor del cubismo y del arte moderno. Representa a cinco mujeres desnudas en un burdel de Barcelona, España. La obra se caracteriza por su uso del color y la luz, y por su estilo único que combina elementos del cubismo y del arte africano. Esta icónica pintura es considerada como el inicio de las exploraciones de Picasso en el cubismo, y es un fuerte referente para establecer el inicio de la pintura moderna.
¿Tiene usted otras propuestas?; Lo Real Maravilloso espera por ellas.
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Interesante post y magníficas fotos. Toda una clase de arte. Gracias. ☀️☀️🌷☀️
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Estimado lector/a.
Te invito a comentar la cita de día hoy.
Te deseo un feliz día y agradezco de corazón, tu lectura 🙂
P.D: Mi favorito es Monet 😉
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Total coincidencia, las series de Nenúfares y Catedrales de Monet están entre mis preferencias. Feliz día.
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El impresionismo es magnífico, amigo!
Un abrazo.
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Para mi, habiendo estudiado bellas artes en EEUU en una universidad, pienso que no aprendi mucho y hubiera preferido estudiar en las academias pues allí se puede aprender mejor todo lo que un artista va a necesitar para acercarse al éxito o al triunfo. La historia del arte…manipulada como la historia de la humanidad…la gobiernan catedráticos y «expertos» que muchas veces se han equivocado y muchas veces han dejado muchas cosas fuera del recuento. Por ejemplo las mujeres artistas y el error de presumir que Kandinsky fue el primero en hacer una obra abstracta cuando ya existía del pincel de Hilma af Klint. Habrán muchísimos ejemplos mas del mal recuento histórico que enseñan en la uni y lo titulan Historia del Arte… Muy buen post amigo Volfredo. Un saludo.
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Estimado amigo cuando escribía conocía de ante mano que la entrada iba ser de su agrado y esperaba como siempre por sus comentarios, siempre eruditos, siempre expertos. El mundo del arte es bien subjetivo y personal, y desafortunadamente muchos justifican sus desafueros y omisiones con esa innegable realidad. Feliz día y cordial abrazo.
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Otro ejemplo magnífico de tu buen hacer. Como pintora y apasionada del arte lo he disfrutado, como disfruté en su día visitando L’Orangerie en las Tullerias, Las estancias ovales que albergan las nymphéas de Monet me emocionaron hasta el llanto. Muchas gracias, Volfredo.
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¡Que palabras más lindas y sentidas Barbara!, me han emocionado muchísimo y me inspiran a seguir escribiendo sobre arte, esa valiosa pasión que enalrece al hombre. Feliz día y cordial abrazo.
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En esta difícil entrada has elegido un buen camino con el que estoy totalmente de acuerdo.
El crítico Louis Leroy utilizó la palabra «impresión, de forma peyorativa, cuando vio la obra de Claude Monet, que tú señalas, y que fue el inicio del movimiento impresionista, al creer que sus obras estaban lejos de la realidad. Y fue tremendamente equivocado.
Muchas gracias por compartir. Un fuerte abrazo.
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Me alegra mucho querida Marylia que te haya gustado la entrada. Desde una isla del caribe y mi posición de medico jubilado, resulta un desafío escribir sobre el mejor arte de Europa, pero como pez tras señuelo, caí en la tentación y mordí el anzuelo, esta vez de forma afortunada porque fue de tu gusto y eso para mí, equivale a premio. Feliz día y tropical abrazo, sé que hay frío en Madrid.
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Mucho frío, amigo. Disfruta tú de esa temperatura privilegiada que tenéis por el Caribe. Besossss
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Cuídate mucho y protegete del frío, no podemos enfermar para disfrutar a toda magia de este mundo Real y Maravilloso como nuestro blog. Un cálido abrazo.
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Muy interesante. Gracias por compartir 🙏
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