El día que el rebelde Miguel Ángel fue sentenciado a muerte.

Miguel Ángel es sinónimo de Renacimiento en el mundo de las artes, y este no hubiese sido posible sin su genial contribución y obra. Este aspecto lo hemos dejado por sentado, en varias entradas centradas en el estudio de su obra. Hoy ocupa nuestra atención un hecho poco conocido de su vida, que muchos biógrafos han mantenido inadvertido o preferido ocultar, por resultarles incómodo y contraproducente.

Hoy es noticia en titulares en primera plana la esperada presentación a los amantes del arte de una serie de dibujos atribuidos a Miguel Ángel, genio del renacimiento, apodado por sus contemporáneos como “El Divino”. Los grafitis sobre yeso, se mantuvieron ocultos al mundo durante más de cuatro siglos hasta 1975, año en que fueron descubiertos por Paolo Dal Pogetto, entonces director de las Capillas de los Médici en Florencia, cuando buscaba un espacio para construir una salida alternativa al museo.

Las Capillas de los Medici (Cappelle medicee) son dos estructuras de la Basílica de San Lorenzo en Florencia, Italia, que datan de los siglos XVI y XVII, construidas como extensiones de la iglesia de Brunelleschi del siglo XV.

En palabras de Paola D’Agostino, directora de los Museos del Bargello: «no hay nada por el estilo que exista en el mundo de los dibujos del siglo XVI. Debajo de un armario, se encontró una trampilla que conducía a unas escaleras estrechas al final de las cuales estaba la bóveda, de unos 10 metros de largo por 3 de ancho. Los dibujos ofrecen una ventana al pasado, como si Miguel Ángel estuviera creando un álbum de sus obras más destacadas».

La sala se usó como depósito de carbón hasta 1955, momento en que fue sellada y olvidada durante décadas bajo una trampilla oculta debajo de muebles. Los dibujos mismos se descubrieron bajo dos capas de yeso.

Bocetos de Miguel Ángel descubiertos por Paolo Dal Pogetto en 1975. Capilla de los Médici. Basílica de San Lorenzo; Florencia.

Algunos de los bocetos evocan figuras icónicas, como los desnudos que adornan la Capilla Sixtina, y uno incluso parece ser un boceto de su famosa estatua de David. Otros reflejan las figuras presentes en la tumba de la familia Medici, una obra maestra del artista que se encuentra en la Sacristía Nueva, justo encima de esta cámara secreta.

Miguel Ángel se refugió en esta sala para escapar de la venganza de los Médici, y la condena a muerte ordenada por el papa Clemente VII, irritados por la contribución del artista en el diseño y construcción de las fortificaciones de Florencia, mientras formaba parte de los rebeldes separatistas, que transitoriamente ocuparon el poder.


La historia de la República de Florencia, ciudad estado fundada en 1115, rebosa de luchas entre facciones que se enfrentaron por el poder. Los Médici obtuvieron el control de la ciudad en 1434, tras el golpe de Estado de Cosme de Médici contra la facción que le había exiliado el año anterior. Los Médici mantuvieron el control financiero, político y militar de la ciudad hasta 1494, cuando fueron expulsados brevemente, y por primera vez, por el fraile radical Girolamo Savonarola.

En 1523, el cardenal Julio, hijo natural del Magnífico Juliano de Médici, se convirtió en el papa Clemente VII. Florencia una vez más pasó al control directo del papado, que designó representantes del clero para la república. La larga subordinación de Florencia a los intereses del papado y la ofensiva contra las tradiciones republicanas de sus funcionarios, junto con el deterioro de la situación económica y el crecimiento del desempleo, causaron un aumento gradual de la oposición al gobierno de los Médici entre la población en general. La noticia de la captura y saqueo de Roma por soldados alemanes en 1527 y la huida del papa Clemente VII provocó un levantamiento en Florencia y un nuevo exilio de los Médici.

La lucha terminó con la victoria de los radicales, principalmente pequeños artesanos y comerciantes, a los que se unieron los estratos sociales más bajos. Bajo su presión, en el verano de 1527, Florencia anunció su adhesión a la Liga de Cognac y apoyó a los franceses en su invasión de Italia.

Los éxitos iniciales del ejército francés pronto se convirtieron en derrota en la localidad de Landriano y tras firmar el Tratado de Barcelona (1529), Clemente VII se comprometió a coronar a Carlos I de España (Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico, apodado el César), como emperador y reconoció la hegemonía española en Italia, por lo que recibió la promesa de ayuda imperial para restaurar el poder de los Médici en Florencia.

Florencia fue la única ciudad italiana que ofreció resistencia al papa Clemente VII, restaurado en el poder por las fuerzas imperiales españolas. Se organizaron milicias populares en la autoproclamada República de Florencia, y se contrataron destacamentos de mercenarios profesionales y, bajo el liderazgo de Miguel Ángel Buonarroti, comenzó la creación de fuertes fortificaciones militares para la defensa de la ciudad.

Asedio de Florencia. Fresco de Vasari y Stradano, 1558.

Este aspecto es la vida de Miguel Ángel es poco conocido, pero cierto es que, en 1529, el “Genio del renacimiento”, “El magnífico”, “El divino”, “El protegido de los papas y los Médici”, fue el ingeniero principal a cuyo cargo quedaron las fortificaciones militares para la defensa de la fugaz y naciente república florentina.

En septiembre de 1529, las tropas imperiales invadieron el territorio de la república. Contra el ejército imperial de 40 mil hombres, los florentinos solo pudieron reclutar 13 mil soldados. A pesar del heroísmo de sus defensores, la ciudad estaba condenada y el 12 de agosto de 1530, Florencia se rindió. La entrada de las tropas papales-imperiales en la ciudad estuvo acompañada de represiones masivas, ejecuciones sumarias y la expulsión de los republicanos.

Miguel Ángel Buonarroti, comprometido con la lucha de los florentinos y de hecho el ingeniero militar principal de la ciudad durante la resistencia armada, fue sentenciado a muerte por Clemente VII y hubo de ocultarse para escapar con vida.

Hoy sabemos que, aunque fue considerado en el exilio, Miguel Ángel nunca abandonó la ciudad de Florencia.


Aunque no se sabe exactamente cómo Miguel Ángel logró sobrevivir y enmendar su condena a muerte, se cree que fue Giovan Battista Figiovanni, prior de la Basílica de San Lorenzo, quien localizó el escondite del artista en una bóveda en forma de túnel oculta en Capillas de los Médici en Florencia.

Finalmente, Miguel Ángel fue perdonado por los Medici y el Papa levantó la sentencia para que el artista pudiera completar el trabajo en la Capilla Sixtina y la tumba de la rica familia Médici.

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9 respuestas a “El día que el rebelde Miguel Ángel fue sentenciado a muerte.

  1. Muy curioso e interesante el post de hoy sobre Miguel Ángel, el genio del Renacimiento, triunfando en todas las artes a las que se dedicó, pero nunca había leído esta noticia que tan bien detallas. He visitado Florencia en dos ocasiones y nunca nos la han comentado. Por cierto, Florencia es una ciudad en la que el arte se refleja hasta en el suelo y a la que siempre deseamos volver.
    Otro día más en el que aprendemos gracias a ti. Un fuerte abrazo, querido Volfredo.

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    1. Querida Marylia, en la Italia del renacimiento existían los estados pontificios, los papas tenían ejércitos y su poder era ilimitado. La corta edad de Miguel Ángel y su inexperiencia política, lo llevó a apoyar la revuelta separatista y casi le va la vida en ello. Un fuerte abrazo y feliz noche

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