Lo Real Maravilloso

En este intenso verano, el sol derrama sus rayos sin dispensas, haciendo de nuestros cielos y mares, el espectáculo de azules más hermoso del planeta. La monotonía, ni la desgastante lucha por subsistir, conseguirán raptar la belleza natural de las olas que rompen, y la espuma salina que flota en el ambiente, danzando con la dulce melodía de arrullo y vaivén. Esta melodía es, en sí, el canto de elogio de Enya hacia nuestro Mar Caribe.

Caribbean Blue, invita a viajar juntos al paraíso.

https://youtu.be/5yRgiXh2fP4

Así que el mundo da vueltas y vueltas
Con todo lo que has sabido
Dicen que el cielo arriba
Es azul caribeño

Si cada hombre dice todo lo que puede
Si todo hombre es verdad
¿Crees que el cielo de arriba,
es azul caribeño?

Si todo lo que dijiste se convirtiera en oro
Si todo lo que soñaste era nuevo
Imagina el cielo en lo alto
En azul caribeño…

Enya es una artista abstracta que utiliza metáforas elaboradas para señalar ideas básicas. En eso se basa realmente Caribbean Blue: en el espíritu imaginativo del hombre, y la capacidad de los pensamientos de una persona para trascender su entorno físico. De hecho, el propósito de ‘Caribbean Blue’, como lo expresa su letrista Roma Ryan, es animar al oyente a creer en sí mismo. Por lo tanto, el viaje imaginativo que abarca el mundo que se presenta en él, es, básicamente, una metáfora del pensamiento positivo. El cielo “azul caribeño” no es una atracción turística o incluso un evento real per se, sino más bien un símbolo o representación de los pensamientos optimistas del vocalista.

“Caribbean Blue” es el sencillo principal de “Shepherd Moons”, el tercer álbum de Enya. La canción fue lanzada por Warner Music Group el 7 de octubre de 1991.

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Enya es en la actualidad una misteriosa cantante que vive voluntariamente confinada, desde hace años, en un castillo medieval.

¿Dónde está Enya?; ¿Qué fue de la irlandesa de voz angelical que en los noventa se convirtió en celebridad mundial?; ¿Por qué desapareció? ¿Continúa activa?; ¿Volverá algún día? Estas preguntas resuenan entre sus seguidores desde hace más de 20 años.

Enya es bien conocida en el mundo anglosajón por su especial hermetismo. No deja entrever ni un resquicio de su vida privada, que protege con un costosísimo celo tras sufrir varios acosos. Ya desde los años 80; era objeto de la obsesión de sus seguidores, pero el hecho que la llevó a la desesperación, fue el acaecido con un italiano que se apuñaló con su fotografía al cuello después de haber sido expulsado de la taberna que los padres de la cantante regentan en Dublín. Esto la llevó a comprar un castillo, que fortificó como una auténtica ciudadela medieval.

En 1996 adquirió el castillo en su país natal, avaluado en casi 4 millones de euros. Se trata de una residencia de la época victoriana ubicada en Killiney, localidad cercana a Dublín, conocido como Manderley Castle. En su origen, fue llamado “Castillo Victoria” en honor a la reina Victoria. Sin embargo, Enya prefirió llamarlo con el nombre de la mansión de la novela Rebecca.

Algunos medios cifraron en 320.00 euros los costes de seguridad con los que Enya se aisló del exterior: instaló alarmas, nuevas puertas de entrada de madera maciza y elevó el muro de piedra circundante a casi tres metros de altura, además de colocar rejas de hierro adicionales en algunas secciones.

A pesar de todo ello, se produjeron dos fallos de seguridad en 2005. Dos hombres asaltaron la propiedad por separado, uno de ellos en agosto y otro en octubre. Este último incluso atacó a uno de sus empleados y robó varios enseres de Enya mientras la cantante se refugiaba en la “habitación del pánico”, especialmente diseñada para estas situaciones.

La cantante no solo ha blindado su casa, sino también su intimidad. A sus 62 años ha tenido varios compañeros sentimentales, cuya identidad nunca ha trascendido. No se ha casado nunca ni ha tenido hijos. Ella siempre lo ha justificado por la intensidad con la que se vuelca en su trabajo. «Siempre he tratado de dejar claro que mi trabajo es lo primero, que necesito mi espacio», explicó en una entrevista a finales de los 90. «No he conocido a ningún hombre que pueda adaptarse a mí. Podría haber un elemento de miedo, sabiendo que nadie ha entendido mi fuerza de voluntad, mi necesidad. En cuanto a los niños, tengo suficientes sobrinos para llenar ese vacío (Enya tiene 8 hermanos)».

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El éxito interpretativo de Enya alcanzó la cima a inicios del año 2000, tras participar de la banda sonora de la película “El Señor de los Anillos”, nominada al Óscar por “May it be”, una de sus colaboraciones más laureadas.

Tras el fenómeno cinematográfico, Enya comenzó a desaparecer de los medios, al mismo tiempo que su leyenda como “la mujer más hermética del mundo” crecía a la sombra de su enigmática vida. Apenas se deja ver y sólo interactúa con su personal de servicio.

Su espontánea y voluntario aislamiento no se vio afectado en 2001; cuando su canción “Only Time” tuvo un inesperado regreso al podio, tras el atentado a las “Torres Gemelas” el 11 de setiembre. Como gesto de agradecimiento, Enya donó los ingresos de la canción a la Asociación de Viudas y Huérfanos de los Bomberos de Nueva York, pero nunca fue a visitar, ni sostuvo comunicación con los familiares de las víctimas.

En 2015 editó su último trabajo de estudio luego de siete años de silencio: Dark Sky Island, octavo álbum oficial de la artista. El sentido del álbum es la realización de infinitos viajes espirituales, y al igual que los álbumes predecesores de Enya, fue nominado a los Premios Grammy, en la categoría de Mejor Álbum de New Age, compitiendo con el griego Vangelis, en la 59° entrega de este galardón el 12 de febrero de 2017.

Consultada por la razón detrás del misterio que la rodea, y fiel a su estilo, la irlandesa dijo: «Sólo es que siempre he sido una persona muy independiente».

«Nada, excepto la música, es relevante para mí, y no es que me esté escondiendo o justificando; tal vez por ello no tengo novio ni pasatiempo alguno. Para crear la música que compongo todo debe ser dejado de lado para así concentrarme por completo y lograr la composición tal y como yo la quiero. Yo creo que tienes solo una oportunidad de elegir entre tu vida y tu trabajo: eso es lo que yo decidí sobre todas las cosas en esta vida y esa fue la razón por la que nació Watermark en 1988 (álbum que la consagra a nivel mundial, como referente del New Age)», – Enya.

El New Age es un género musical, fusión de diferentes estilos, cuyo objetivo es crear inspiración artística, relajación y optimismo. Suele ser utilizada por los que practican yoga, masaje, meditación y lectura; como método para controlar el estrés o para crear una atmósfera pacífica en su casa o en otros entornos, y suele asociarse al ecologismo y a la espiritualidad.

Enya ha cantado en diez idiomas diferentes a lo largo de su carrera, interpretando las letras de Roma Ryan, en su idioma natal, gaélico irlandés y en inglés, además de cantar en latín, español, japonés, francés, y los idiomas ficticios quenya y loxian, esta última, creada por la misma Ryan para la especial vocalista, razón por la cual, suele considerarse un idioma propio.

Enya ha descrito a los loxian como seres «que viven en otro planeta y observan, preguntándose, “¿somos los únicos que existimos?».

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