Lo Real Maravilloso

¿Cómo es posible que una película con apenas 14 millones de presupuesto, pocas caras conocidas en el reparto y ninguna gran distribuidora detrás para promocionarla, haya conseguido arrasar la taquilla estadounidense en solo una semana, y superar además, al altamente patrocinado filme Indiana Jones? Hablo de Sound of freedom (Sonido de libertad), una película milagrosa, tanto por la aventura que cuenta como por la aceptación masiva que ha tenido en el público.

Todo comenzó cuando el productor y actor mexicano Eduardo Verástegui, conoció del trabajo encubierto de Tim Ballard, personaje real que arriesga su vida a diario en el rescate de niños comercializados como mercancía sexual y separados a la fuerza de sus padres. Verástegui fue sincero al expresar, que tras sus repetidos encuentros con Ballard, sintió el llamado de Dios, y así lo manifestó en una sencilla frase que ha sacado de la inercia existencial a millones de espectadores.

• “Si escuchas el llamado de Dios. No dudes”.

La indignación generalizada provocada por la película, ha hecho salir del desconocimiento a millones de espectadores que ha sacado de la ignorancia, o lo que es peor, los ha sacado de la indiferencia, convirtiéndolos en luchadores comprometidos en favor de los derechos de los niños y su protección. En este sentido, Sound of freedom y los dolorosos episodios acaecidos durante su largo y escabroso rodaje, es y lo expreso con toda convicción “Un llamado colectivo de Dios, al que nadie duda responder”.

Confieso, que mi primera impresión fue estar en presencia de una película de denuncia social bien lograda, basada en el repugnante negocio de la trata de menores y contada a partir de hechos reales. Pero no es así.

Luego de pasar 48 horas investigando a conciencia sobre la película, sin lograr conciliar el sueño; pude seguir hasta sus páginas sociales a todos los involucrados en la realización de la película y más allá, logré entablar conversaciones con los principales actores y los personajes reales a los cuales representaron. Todos sin excepción han respondido, porque están convencidos de que obran siguiendo un llamado Superior.

Iguales suertes han corrido mis humildes letras, ahora inmersas en la batalla planetaria en favor de los niños. Batalla legal que recién inicia y no dejara a nadie indiferente, porque muchos han escuchado el llamado de Dios y ahora aseguran haber encontrado la razón de sus vidas.

Demás está reafirmar, que Lo Real Maravilloso entró de lleno, a partir de esta publicación, en la contienda, el motivo es obvio y decisor: “Si escuchas el llamado de Dios, no dudes”.

No he dudado, no dejaré bajo razón alguna, espacio a la duda. No dudaré jamás.

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Entre los muchos promotores de Sound of freedom, se encuentra Mel Gibson en persona, en un acto altruista que ha dejado a muchos atónitos, se ha encargado voluntariamente de recomendar la película a todos sus admiradores, de exprofeso, sin mantener vinculación afectiva o económica alguna, con ninguno de los involucrados en la película.

Desde el primer día de su estreno, el pasado 4 de junio, Día de la Declaración de Independencia de Los Estados Unidos, “Sonido de Libertad” ha calado hondo entre el público y su éxito no se debe a la promoción espontánea y sincera de Mel Gibson. Al contrario, detrás de ella se esconde una gran estrategia que podría cambiar por completo la forma en la que muchas personas van al cine y establece sus preferencias a día de hoy.

“Sonido de Libertad” está libremente inspirada en la vida real de Tim Ballard, antiguo agente especial del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, que estuvo destinado a investigar casos de tráfico sexual en menores, especialmente, los que tenían lugar en la frontera de México con Estados Unidos y en Latinoamérica. A lo largo de su vida, Ballard se ha convertido en el protector de cientos de niños, que han sido raptados y luego traficados por bandas de pederastas que han tejido sus redes a lo largo y ancho del planeta. La película describe con precisión, episodios reales que muestran la lucha por el rescate de decenas de menores, de la mano de los cárteles dedicados a la trata infantil.

Con un presupuesto más que ajustado de 14 millones de dólares, obtenido en su mayor parte de fundaciones benéficas, y la producción a cargo de la modesta productora Angel Studios; la película se hizo con el éxito inmediato.

En apenas una semana, el impactante filme se apoderó del liderazgo de la taquilla, recaudado 40 millones y superado a la gran película que ocupaba el primer puesto en este récord: “Indiana Jones y el dial del destino”. El secreto del hecho, se debe en parte, al impactante tema de la trata infantil, que muchos productores han evitado desarrollar por considerarlo escabroso. Los secretos de tan amplio éxito van más allá de los argumentos comunes. Con esta premisa, entremos en materia.

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Algunos detractores, siempre existen los que detractan; en el mejor de los casos, por omisión y en otros, por maldad, no han dejado de calumniar a la película y a sus héroes. Recuerden que hablamos de un filme que cuenta realidades difíciles que muchos delincuentes de traje y corbata quieren pasar por alto para no renunciar a los beneficios que la trata infantil les retribuye.

Son estos detractores, los que han señalado que la novedosa modalidad de comercialización de la película es la clave de su éxito. Este tipo de oferta, conocida como “pago adelantado, (pay it forward)”, en una nueva estrategia promocional y de mercado que se puso en marcha durante el lanzamiento de “Sonidos de Libertad” en los cines de Estados Unidos.

El novedoso y solidario modelo de distribución, permite a las iglesias y asociaciones civiles pagar entradas en cantidades amplias, para que los interesados puedan a acceder a la película, aunque no dispongan de recursos financieros.

«Esta tecnología permite empoderar a la gente gracias a la generosidad de otras personas que quieren que veas una película, lo que permite que la capacidad económica de las personas no sea un impedimento para poder ir a ver la película y emocionarte con ella», explicaba Jared Geesey, vicepresidente de Angel Studios. Aún queda por ver cómo será el recorrido de la película en otros países, donde este método es inédito y no existe una comunidad religiosa volcada hacia el cine.

Angel Studios y el propio Gibson se han encargado de empujar fuerte por la película, orquestando una gran campaña en redes sociales diseñada para captar la atención del público más conservador y cristiano de Estados Unidos. En este sentido, podemos considerar que el método de pago, solo ha influido ligeramente en el éxito de la película.

Sound of freedom (Sonido de libertad), drama sobre la trata infantil, basado en hechos reales.

Una realidad es cierta y ha quedado bien asentada, cualquiera haya sido la estrategia promocional de la película, hoy nadie discute que “Sonidos de Libertad” se ha afianzado como un milagro de éxito inesperado.

Mañana iremos por más.

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